
Las autoridades de Estados Unidos reafirmaron este viernes su “firme” compromiso con el gobierno y las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, negando categóricamente cualquier plan de retirar tropas estadounidenses del país asiático, donde actualmente están desplegados cerca de 28.000 efectivos.
El portavoz del Pentágono y asesor de Defensa, Sean Parnell, subrayó que, aunque el Departamento de Defensa evalúa de forma rutinaria la disposición de sus fuerzas en todo el mundo, los rumores sobre una posible reducción del contingente militar en Corea del Sur “son falsos”.
“Todo el que sepa cómo funciona el Pentágono sabe que realizamos estos análisis. Dicho esto, Estados Unidos mantiene su completo apoyo a Corea del Sur. Nuestra alianza está forjada a fuego”, expresó Parnell en un mensaje publicado en la red social X.
Estas declaraciones se suman a las emitidas por el gobierno surcoreano, que también desmintió que existan conversaciones sobre un eventual retiro parcial de tropas y desautorizó la información publicada por el diario estadounidense The Wall Street Journal. Según dicho medio, Washington estaría considerando reubicar a unos 4.500 soldados —aproximadamente el 16% del contingente en Corea del Sur— hacia otras ubicaciones estratégicas del Indo-Pacífico, como la isla de Guam.

“Teniendo en cuenta nuestra fuerte alianza, el Ejército de Estados Unidos, junto a nuestras fuerzas, ha contribuido a impulsar la paz y la estabilidad en la península de Corea y ha mantenido una postura de defensa combinada frente a Corea del Norte para evitar la invasión y la provocación mediante la contención”, afirmó el Ministerio de Defensa surcoreano. Las partes “seguirán colaborando con Washington para avanzar en esa dirección”.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha ordenado la elaboración de una nueva Estrategia de Seguridad Nacional para 2025, con un enfoque centrado en aprovechar las fortalezas de los aliados ante las “amenazas de China en la región del Indo-Pacífico”. Se espera que el documento sea presentado oficialmente el próximo 31 de agosto.
La mayor base militar estadounidense en el extranjero es Camp Humphreys, situada en Corea del Sur y de un tamaño superior al de muchas ciudades de Estados Unidos. En ocasiones anteriores, el presidente Donald Trump ha calificado a Seúl como una “máquina de hacer dinero”, en referencia a las cuantiosas sumas que el gobierno surcoreano aporta para el sostenimiento de estas instalaciones militares.
Tanto Washington como Seúl coinciden en que no hay planes concretos en marcha y reiteran la solidez de su alianza en un contexto regional cada vez más desafiante.
(Con información de Europa Press)