Estados Unidos no enviará a ningún alto funcionario a la COP30, la cumbre climática que se celebrará a partir del 10 de noviembre en Brasil, informó este sábado la Casa Blanca, mientras el presidente Donald Trump se centra en impulsar la industria de los combustibles fósiles.
“Estados Unidos no enviará a ningún representante de alto nivel a la COP30”, declaró un funcionario de la Casa Blanca bajo condición de anonimato, de acuerdo a lo consignado por la agencia de noticias AFP.
“El presidente está dialogando directamente con líderes de todo el mundo sobre temas energéticos, como se puede apreciar en los históricos acuerdos comerciales y de paz, que tienen un foco significativo en las alianzas energéticas”, dijo.
Por su parte, el Gobierno brasileño había afirmado este viernes que prevé la presencia de 57 jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de líderes que se celebrará los días 6 y 7 de noviembre en la ciudad de Belém, en vísperas del inicio de la conferencia sobre cambio climático de la ONU (COP30).
La cumbre reunirá a delegaciones de 143 países, de las cuales poco más de un tercio estarán encabezadas por sus respectivos líderes nacionales, informó en una rueda de prensa en Brasilia el secretario de Clima del Ministerio de Relaciones Exteriores, el embajador Mauricio Lyrio.
Aunque el diplomático no detalló “por razones de seguridad” quiénes serán los jefes de Estado y de Gobierno presentes, afirmó que no habían confirmado su asistencia ni EEUU ni Argentina.
En cuanto a los objetivos de la cumbre, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, dijo que espera que los líderes provean los “términos de referencia” para sus representantes en las negociaciones durante la COP30, que arranca formalmente el día 10.
En ese sentido, Silva apuntó a temas presentes en la agenda de la conferencia climática, como el desarrollo de “indicadores” para acciones de adaptación y la necesidad de “más recursos” para financiarlas.
Además, la ministra dijo confiar en que los líderes manden un “mensaje” sobre las causas del cambio climático y apoyen la transición energética “gradual y justa” de los combustibles fósiles a las fuentes renovables, así como el fin de la deforestación.
“Para eso se necesita inversión y planeación, porque las cosas no suceden por pensamiento mágico”, dijo.
Pese a los problemas de alojamiento en Belém sobre los que se han quejado muchos países, ya hay 170 delegaciones nacionales registradas para la COP30, por lo que se excede el quórum necesario para tomar decisiones, informó Lyrio.
(Con información de AFP y EFE)
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