
El régimen de Irán debe detener por completo su enriquecimiento de uranio como parte de cualquier acuerdo nuclear, afirmó este martes el enviado estadounidense Steve Witkoff, endureciendo su postura tras haber sugerido anteriormente que Teherán podría mantener un nivel mínimo de actividad nuclear.
“Cualquier acuerdo final debe establecer un marco para la paz, la estabilidad y la prosperidad en Medio Oriente, lo que significa que Irán debe detener y eliminar su programa de enriquecimiento nuclear y armamento”, dijo Witkoff en la red socialX.
El día anterior, pareció detenerse en pedir un desmantelamiento completo del programa nuclear de Irán, diciendo en una entrevista con Fox News que “esto va a ser mucho sobre la verificación en el programa de enriquecimiento.”
“No necesitan enriquecer más allá del 3,67%”, dijo el magnate inmobiliario, en referencia al nivel máximo permitido bajo el acuerdo nuclear previo que Trump abandonó durante su primer mandato, en 2018.
El acuerdo multipartito de 2015 que Trump abandonó pretendía hacer prácticamente imposible que Irán construyera una bomba atómica, al tiempo que le permitía desarrollar un programa nuclear civil.
Según el último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica, se calcula que Irán tiene 274,8 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, lo que se acerca al grado de armamento del 90 por ciento.
Por su parte, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo a los periodistas el martes que el presidente Donald Trump había hablado con el sultán de Omán, Haitham bin Tariq, agradeciéndole que acogiera las conversaciones sobre un acuerdo con Teherán.
Trump ha amenazado con atacar las instalaciones nucleares de Irán si no se llega a un acuerdo, calificando a las autoridades iraníes de “radicales” que no deberían poseer armas nucleares.
Teherán niega estar buscando una bomba atómica y afirma que su programa nuclear tiene fines pacíficos, especialmente la producción de energía.

Por otra parte, las conversaciones entre Irán y Estados Unidos sobre el futuro del acuerdo se desarrollan en medio de confusión diplomática sobre el lugar de la próxima ronda de negociaciones. Aunque una fuente del gobierno italiano y varios funcionarios europeos aseguraron que el nuevo encuentro se celebraría el sábado en Roma, el régimen iraní afirmó posteriormente que la sede volvería a ser Omán, como en la ronda inicial realizada el pasado fin de semana.
La incertidumbre aumentó tras declaraciones del portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baghaei, quien reafirmó el martes que las discusiones continuarían en suelo omaní. “Mientras continúe el lenguaje de sanciones, presión, amenazas e intimidación, no habrá negociaciones directas”, señaló.
El ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, había anunciado previamente que su país estaba dispuesto a acoger las conversaciones tras una solicitud del gobierno de Omán. “Estamos listos para recibir reuniones que puedan traer resultados positivos”, declaró durante un viaje a Osaka, Japón.
En paralelo, el director del OIEA, Rafael Mariano Grossi, confirmó que viajará esta semana a Irán para reunirse con el canciller iraní Abbas Araghchi y con el presidente Masoud Pezeshkian. Grossi reiteró que la cooperación con la agencia es “esencial en un momento en que se necesitan urgentemente soluciones diplomáticas”.
Donald Trump, quien busca un segundo mandato presidencial, se ha mostrado impaciente con el proceso negociador. “Creo que nos están llevando con rodeos”, declaró el lunes en la Oficina Oval, tras reunirse con el presidente de El Salvador. Al día siguiente, desde el avión presidencial Air Force One, sostuvo que su administración tomaría “muy rápidamente” una decisión sobre Irán, sin ofrecer más precisiones.
En las negociaciones indirectas en Omán, Witkoff y Araghchi finalmente se reunieron cara a cara después de horas de conversaciones mediadas por el canciller omaní Badr al-Busaidi. La posibilidad de alivio de sanciones para la debilitada economía iraní es una de las principales monedas de cambio de Washington, pero no está claro cuán dispuesto estará Irán a ceder. Fuentes diplomáticas especulan con que Irán intentará conservar la capacidad de enriquecer uranio al menos hasta el 20 por ciento.
“El tema de las garantías es especialmente importante dado el historial de promesas incumplidas en el pasado”, advirtió Baghaei. Por ahora, ni Washington ni Teherán han definido públicamente sus líneas rojas.
(Con información de AFP y AP)