Estados Unidos descartó este martes una reunión entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin, según fuentes citadas por AFP y medios estadounidenses. A través de uno de sus voceros, la Casa Blanca informó que “no hay planes para que el presidente Trump se reúna con el presidente Putin en el futuro inmediato”, después de que el Kremlin planteara condiciones específicas para una posible cumbre.
Pocos días antes, Trump se mostró especialmente entusiasmado respecto a la cita, al anunciar en sus redes sociales que ambos mandatarios se encontrarían “dentro de dos semanas en Budapest”, declaración que siguió a una llamada telefónica que él mismo calificó como “un avance”. El presidente estadounidense también sostuvo que la cumbre permitiría abordar directamente el conflicto en Ucrania y el suministro de misiles Tomahawk, aludiendo a su capacidad de entendimiento personal con Putin y asegurando que podría lograr el fin de la guerra en apenas un día si volvía a la Casa Blanca. Este optimismo contrastó con la frustración que el propio Trump reconoció sentir tras no concretar un acuerdo rápido, a pesar de encuentros previos, como el celebrado en agosto en Alaska, cuando Putin visitó territorio occidental por primera vez desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.
Más temprano, Rusia ya había puesto en suspenso el encuentro al descartar tajantemente un alto el fuego en Ucrania e insistir en erradicar antes las causas originales del conflicto. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, insistió en que Moscú solo aceptaría avanzar si se abordaban las “causas originales del conflicto”, como las aspiraciones de Kiev a ingresar en la OTAN y la protección de los derechos de la población rusoparlante. Lavrov afirmó en rueda de prensa que “lo importante, de todas formas, no es el lugar ni los plazos (de la próxima cumbre), sino cómo vamos a avanzar en lo que fue acordado y sobre lo que se alcanzó un amplio entendimiento en Anchorage”.
Simultáneamente, Volodimir Zelensky y los líderes de la Unión Europea (UE) respaldaron la propuesta de Trump sobre la urgencia de cesar las hostilidades y emplear la actual línea de contacto como base para las negociaciones. Lavrov rechazó esta posibilidad, recalcando que un cese del fuego “supondría una contradicción con lo acordado en Alaska” y aseguró que Rusia considera estar “avanzando en todos los sectores del frente”, mientras continúa su ofensiva militar para controlar Donbás.
Este martes la cadena CNN informó también sobre el aplazamiento de la reunión entre el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y Lavrov, que había sido prevista para esta semana. El medio dijo que el encuentro fue suspendido por divergencias sobre un posible cese de las hostilidades. Lavrov explicó que Washington llegó a la conclusión de que la postura rusa se mantiene firme en sus demandas y ambos diplomáticos solo acordaron “continuar los contactos telefónicos”.

Fuentes rusas y estadounidenses coincidieron en señalar que la preparación de una cumbre entre Trump y Putin “exige una preparación concienzuda” y podría prolongarse debido a factores logísticos y políticos, como la necesidad de que Putin cruce el espacio aéreo de la Unión Europea y la OTAN, así como la vigencia de una orden de arresto dictada por la Corte Penal Internacional (CPI).