
Estados Unidos anunció este lunes 28 de abril que llegó a un acuerdo con México para resolver la polémica sobre el reparto del agua del río Bravo, fronterizo entre ambos países, y que está regulado por el Tratado de Aguas de 1944.
“México se ha comprometido a transferir agua de inmediato desde embalses internacionales y a aumentar la cuota estadounidense del caudal en seis afluentes del río Bravo hasta el final del ciclo hidrológico quinquenal actual”, apuntó el Departamento de Estado en un comunicado.
La Administración de Donald Trump agradeció a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, “su participación personal para facilitar la cooperación entre los distintos niveles de su gobierno y establecer una estrategia unificada para abordar esta prioridad”.