Las personas mayores aficionadas a pasatiempos de palabras son cada vez mejores en tareas relacionadas con la atención. / (iStock)Cuántas personas consideran que la edad es relativa, es solo un número asociado a un nombre, pero que no arroja luz sobre el estado del cuerpo y la mente en la mayoría de los casos. No obstante, desde finales del siglo XIX se estudia la relación entre el envejecimiento y algunas de las capacidades, físicas y cerebrales, que contiene el cuerpo humano. Una nueva investigación impulsada desde centros en Australia y Polonia sugiere que el desarrollo del intelecto de los humanos alcanza su punto álgido entre los 55 y los 60 años, según se publica en Intelligence.
La investigación ha sido liderada por Gilles E. Gignac de la Universidad de Australia Occidental y Marcin Zajenkowski de la Universidad de Varsovia. El trabajo desafía la creencia de que la juventud representa el punto más alto de las capacidades humanas, al mostrar que el verdadero “pico” de funcionamiento mental y de personalidad ocurre varias décadas después de la adolescencia.
Si bien es cierto, que “varias habilidades disminuyen con la edad”, ha afirmado el coautor del estudio Gilles Gignac en The Conversation, “se equilibran con el crecimiento de otras características importantes”. La lectura que subyace del estudio señala a los puestos de mayor responsabilidad en las empresas, en los que “estas fortalezas combinadas permiten un mejor juicio y una toma de decisiones más mesuradas”. Esta cita resume la conclusión de los autores, quienes también señalan que las personas mejor preparadas para roles de toma de decisiones de alto impacto suelen tener entre 40 y 65 años.
El hallazgo central es que, aunque la inteligencia relacionada con la capacidad de resolver problemas nuevos y pensar rápidamente alcanza su punto máximo cerca de los 20 años y luego disminuye, otras habilidades como lo vinculado al conocimiento y al vocabulario, la inteligencia emocional, la estabilidad emocional, la alfabetización financiera y el razonamiento moral continúan mejorando durante décadas. El resultado es que el rendimiento global, entendido como la suma ponderada de estas capacidades, alcanza su punto más alto entre los 55 y 60 años.
No obstante, si el momento culmen del intelecto es entre los 55 y los 60 años, ¿cuándo comienza la decadencia de este? “El declive se acentuó después de los 75 años, lo que sugiere que el deterioro del funcionamiento en etapas posteriores de la vida puede acelerarse una vez que comienza”, explicó Gignac. Sin embargo, la investigación señala que algunos rasgos individuales alcanzaron su máximo potencial más tarde de los 55 años: la responsabilidad se situaba en los 65 y la estabilidad emocional a los 75 años.
El estudio también revela que la consciencia y la estabilidad emocional aumentan desde la adolescencia hasta la madurez, y solo empiezan a declinar en la vejez. La inteligencia emocional y el razonamiento moral siguen trayectorias similares, con mejoras sostenidas hasta la sexta década de vida. Por el contrario, la flexibilidad cognitiva y la motivación intelectual tienden a disminuir gradualmente desde la juventud, pero su impacto se ve compensado por el crecimiento en otras áreas.
El hallazgo central es que, aunque la inteligencia fluida (la capacidad de resolver problemas nuevos y pensar rápidamente) alcanza su punto máximo cerca de los 20 años y luego disminuye, otras habilidades como la inteligencia cristalizada (conocimientos y vocabulario), la inteligencia emocional, la estabilidad emocional, la alfabetización financiera y el razonamiento moral continúan mejorando durante décadas. El resultado es que el rendimiento global, entendido como la suma ponderada de estas capacidades, alcanza su punto más alto entre los 55 y 60 años.
Según el estudio, “la capacidad funcional, definida en términos de rasgos psicológicos diferenciales clave, puede alcanzar su punto máximo en la madurez tardía, alineándose estrechamente con el típico pico de logros profesionales”. Esta cita resume la conclusión de los autores, quienes también señalan que las personas mejor preparadas para roles de toma de decisiones de alto impacto suelen tener entre 40 y 65 años.
hace 3 horas
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