Emiliano Martínez llegó al estadio Villa Park de buen ánimo y saludando a la gente. A segundos de salir al campo, para jugar la revancha de los cuartos de final de la Champions League ante el PSG, se mostró con su habitual concentración y realizó los ejercicios de meditación que tan viral se volvieron en el Mundial de Qatar. “Vamos, vamos, empujemos pase lo que pase”, fue su arenga en la fila india camino al campo de juego.
Desde el inicio del partido, el arquero argentino se mostró con muchas ganas, motivado y mostrando el ímpetu que lo caracteriza. Sin embargo, falló en el primer gol del PSG a los 11 minutos. Dibu Martínez llegó exigido a un pelotazo cruzado y su manotazo le dejó servida la pelota al francés. La presencia y el amague en el rechazo de su compañero, el español Pau Torres, pudo haberlo confundido.
Tras el gol recibido, Martínez continuó motivando a sus compañeros y aplaudiendo. El Aston Villa sacó provecho de un gran recurso que le brinda el Dibu, que son los pelotazos largos. “Golazo como en la ida de Nuno Mendes”, otra vez un lateral, que definió esquinado e inatajable para el guardameta argentino.
En las imágenes se lo pudo ver a Emiliano reprocharle algo a los defensores. Sin embargo, nunca dejó de alentar. En el descuento del Aston Villa, por el tanto de Youri Tielemans, Martínez levantó su índice hacia arriba y volvió a dar ánimo al equipo.
Ya en el complemento, recibió un golazo de emboquillada de Dembélé, pero el mismo fue anulado por offside. Dio la sensación de que Emiliano Martínez sabía que la acción estaba invalidada, no mostró gran reacción y solo acompañó.

Hasta que llegó la gran remontada del Aston Villa. Primero lo empató con un golazo McGinn y los gestos de “vamos, vamos” no se hicieron esperar en el arquero argentino. Siempre levantando a la gente. El 3-2 por obra de Konsa lo mostró a Dibu Martínez en su momento más eufórico. Corrió con mucha alegría desde el mediocampo hasta su arco, con saltito incluido como ocurrió en el Mundial. Faltaba solo un gol para igualar una serie que hubiera significado entrar en la historia.
Luego llegaron tres tapadas espectaculares: primero a Dembélé abajo, con un Dibu rápido de piernas para que no le conviertan de caño; luego achicó rápido en el primer palo y desvió con el hombro frente a Hakimi, y por último, a falta de dos minutos, le atajó otro gran remate a Désiré Doué, quien ingresó en el complemento y fue una de las sorpresas de Luis Enrique.
Hasta que el árbitro español José María Sánchez pitó el final del encuentro y todo fue desazón para el Dibu Martínez, que quedó sentado en su área con muecas de bronca y dolor por la eliminación en los cuartos de final de la Champions League. Mientras tanto, el público del Aston Villa, que deliró en el Villa Park, despidió al equipo con aplausos y ovación por el tremendo desgaste realizado.
Pese al triunfo por 3-2, la derrota en la ida en Francia por 3-1 lo dejó fuera de la competencia más importante de Europa a nivel clubes. Ahora quedará enfocar la mira en la Premier League y buscar ese lugar que lo clasifique a la próxima edición de la Liga de Campeones.