NUEVA YORK – Yomaira Figueroa-Vásquez, directora del Centro de Estudios Puertorriqueños de Hunter College en Nueva York (CENTRO), consideró que la Residencia de Bad Bunny en Puerto Rico, que finaliza este próximo 14 de septiembre, unió más a los boricuas en la isla con los de la diáspora.
En entrevista exclusiva con El Diario, la académica analizó el impacto de la serie de 30 conciertos “No me quiero ir de aquí” que incluyó paquetes de estadía para fanáticos provenientes del exterior, muchos de los que eran boricuas asentados en estados como NY.
Figueroa-Vásquez, una boricua nacida y criada en Hoboken, Nueva Jersey, destacó que el evento en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot o “Choliseo” ayudó a estrechar los lazos familiares y comunitarios más allá de las fronteras del archipiélago.
“Lo he visto entre familias que están todas en Puerto Rico y fueron al concierto juntos…Pero también la diáspora viniendo a Puerto Rico, una reconexión con la isla y con sus familiares ahí”, expuso.
La experta en literaturas y diásporas Latinx caribeñas y afrohispánicas mencionó el caso de una persona que habló por primera vez con su padre en más de 17 años gracias al concierto.
“Este concierto ha creado una ocasión para la unión y para tratarnos diferente. Nos dio poder para vernos más allá de los roles limitados que los medios o lo que está pasando en el mundo nos dice que somos. Somos más que la (Junta de control fiscal), más que el huracán, más que los apagones. Somos una nación que nos amamos. Tal vez haya momentos en que no nos entendamos, pero esto fue un momento para vernos cara a cara, frente a frente decirle al otro: ‘yo debería amarte más’, ‘debería honrar nuestra relación mejor’, ‘¿cómo podemos unirnos de nuevo?”, manifestó la afrocaribeña quien acudió cuatro veces al evento.
La profesora, que dirige el CENTRO desde junio del 2023, argumentó que la apuesta artística y cultural ha propiciado una discusión más a fondo sobre problemas y desafíos que afectan, no solo a los boricuas dentro y fuera de la isla, sino a otras comunidades.
“Para mí ha sido importante, principalmente, como directora del Centro, ver cómo los temas y los problemas que tenemos aquí en Nueva York, como son los desplazamientos de nuestros hogares, la crisis económica, es lo mismo que está pasando en Puerto Rico. Tenemos que aportar de aquí para allá y de allá para acá. Tenemos mucho para compartir sobre esas experiencias, y para mí esto ha sido el momento para hablar sobre esto. ¿Cuál es la conexión? Aquí en NY somos vecinos con personas dominicanas, cubanas, mexicanas, con personas de Japón, China. En Puerto Rico, tenemos lo mismo. O sea, cómo las comunidades se están formando en este contexto, y cuáles son las preocupaciones aquí. Por ejemplo, la situación con ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) que pasa en NY, en todos los estados y también en Puerto Rico. La cuestión sobre la energía. Es una preocupación para nosotros por nuestros familiares que están en Puerto Rico. Aquí tenemos la situación con el agua. ¿Es el agua saludable para beberla o no?”, analizó la entrevistada.
El tema de la gentrificación y los desplazamientos, por ejemplo, sobre el que el “Conejo Malo” ha insistido por medio de temas como “LO QUE LE PASÓ A HAWAii” y “LA MuDANZA” contenidos en el álbum “DeBÍ TiRAR MáS FOToS”, que dio base a la Residencia, son realidades que han impactado por décadas a boricuas en NY, muchos de los que llegaron desde la isla escapando, precisamente, de la reurbanización.
“Las realidades están relacionadas. Las personas que habían sido desplazadas de Puerto Rico y llegaron a Nueva York, luego fueron desplazados aquí muchas veces y por muchas generaciones. Este año estamos haciendo una colaboración con el Lincoln Center, y tenemos una exhibición aquí que se llama los Legados de San Juan Hill (Legacies of San Juan Hill), un vecindario afroamericano y puertorriqueño, en el que desalojaron a todos los que vivían ahí para crear lo que es ahora el Lincoln Center y Fordham University”, abundó Figueroa-Vásquez.
La educadora se refiere a los desplazamientos, en el 1958, de puertorriqueños en los barrios de Lincoln Square y San Juan Hill para dar paso a la construcción del Lincoln Center for the Performing Arts y la referida universidad. El arquitecto que encabezó el proceso de renovación urbana de NY, Robert Moses, a mediados del siglo pasado, catalogó despectivamente la zona como “la favela puertorriqueña” o “la peor favela de Nueva York”.
El Lincoln Center le proveyó al CENTRO archivos sobre esos desalojos, y científicos de datos fueron sistemáticamente buscando los nombres de las personas afectadas. Concluyeron que más de 2, 000 familias puertorriqueñas sufrieron las consecuencias.
Lo anterior se convirtió en una exhibición pública que estará abierta hasta el 30 de este mes. Se espera que, posteriormente, sea trasladada a la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Río Piedras, así como a otros espacios educativos en Chicago, Illinois, y en Connecticut.
“Lo que ellos vieron en esa investigación, no solo fueron esos datos importantes, sino cómo las personas de ese proyecto de desplazamiento y de ‘renovación urbana’ estaban pensando sobre los puertorriqueños como una población sin cultura, una población pobre, iletrada, una población que no merecían servicios de la ciudad. También encontraron en el archivo una obra teatral que pusieron los empleados de esa organización que estaban a cargo de esos desalojos donde se estaban burlando de los puertorriqueños que estaban desalojando”, reflexionó.
“Aunque esta historia es una muy específica o de una población de puertorriqueños en los 1950, todavía uno puede ver la resonancia de eso en el momento contemporáneo. Nos ayuda; nos abre la mente; no estamos pasando esto por primera vez. La gentrificación es algo que nos ha perseguido por mucho tiempo. ¿Qué vamos a hacer?, ¿qué cosas han hecho en el pasado?, ¿cuáles son los pasos que tenemos que pasar ahora?…Esa es la importancia de conocer la historia”, señaló.
Empoderamiento de los puertorriqueños gracias a la Residencia
Aparte de acercar más a los puertorriqueños a la historia que muchas veces no consta en los libros oficiales, para la también escritora, la Residencia empoderó a los puertorriqueños para que reconocieran a través de ritmos ancestrales, como la Bomba, el origen de su cultura.
“Primeramente, como Benito abrió el concierto con la Bomba y con este ritmo del tambor… Para mí, una de las cosas más conmovedoras fue que mientras estaban bailando Bomba, también estaban bailando reguetón…Cada uno de esos géneros contiene miles de historias y muchas culturas. Para mí la historia visual para poner la historia de Puerto Rico al mundo. También tenían notas de la historia de Puerto Rico en el concierto, y para mí eso fue muy importante, y lo hizo un amigo mío, Jorell Meléndez Badillo, que escribió los ‘captions’ para el concierto de Bad Bunn y para todo el que estuviera en el Choliseo viera algunas de las cosas importantes de Puerto Rico, porque sabemos muy bien que en Puerto Rico a veces no nos enseñan las cosas bellas que tenemos y lo grande que somos en el mundo, porque lo somos. Puerto Rico ha sido un sitio único de muchas maneras y hemos aportado mucho al mundo”, destacó.
En esa dirección, la académica reconoció la revalorización de los símbolos patrios que por mucho tiempo habían sido ignorados o menospreciados.
“Lo segundo es una inspiración sobre la cultura puertorriqueña que tal vez personas o generaciones jóvenes lo veían como una cosa vieja, que es la pava, la cultura del monte, lo que eran nuestros tíos y abuelos. Esa idea del jíbaro. Esa idea de que podemos volver a las cosas cotidianas que no nos deben abochornar, que debemos de retomarlas y quererlas mucho. yo no había visto a nadie ponerse una flor de maga en años, y de repente por toda la isla gente con pavas, guayaberas puestas. Una revitalización a la cultura; para mí eso ha sido tan impactante verlo. También la reunificación de tantas generaciones”, consideró la boricua, al tiempo que reveló que su mamá como su niño de 3 años también asistieron el concierto.
Por otro lado, la entrevistada exaltó la disposición de personas que no tenían tiquetes de permanecer en el exterior del Choliseo para ver el concierto, incluyendo adultos mayores.
“Eso me emocionó tanto, porque fue un momento para unirnos y para reflexionar críticamente en el estado de nuestra nación y lo que queremos ver en nuestro futuro y llevarlo a cabo, pero no solo con el sentido de amor, sino con una consciencia crítica de nuestra historia”, añadió.
La apuesta a largo plazo
Sobre potenciales resultados a largo plazo del esfuerzo de Bad Bunny y su equipo, Figueroa-Vásquez anticipó que, aunque muchas cosas pueden pasar, espera que la Residencia lleve a que más boricuas opten por quedarse en la isla.
“Para mí sería una ilusión que tengamos una nueva generación de personas que se quieran quedar en Puerto Rico, que quieran echar pa’ lante a Puerto Rico; que no sientan que la única manera de echar para adelante es irse a los EE.UU. y después poder volver en un futuro; que se abran las puertas para ellos, para nuestros jóvenes, nuestros adultos mayores. Que tengamos personas que puedan asumir posiciones de poder que amen a sus comunidades, que amen a sus vecinos y que quieran hacer a Puerto Rico mejor, no solamente para ellos, pero para las generaciones que vienen”, apostó.
“Lo que pase ahora no está en las manos de Benito; está en las manos de la población. El es solamente un joven con una consciencia que está madurando en el público, que no es algo pequeño, es algo bastante grande”, agregó.
Los primeros análisis Discover Puerto Rico, organización oficial de marketing de destinos (OGD) de la isla en el exterior, apuntaban a un impacto de $115.4 millones en la economía de Puerto Rico como resultado de la Residencia, desglosado en el pago por noches de habitación, transporte y atracciones complementarias al concierto.
Los estimados aumentaron a $196 millones, según datos de este mes. En otras estimaciones, la cifra alcanza los $215 millones.
Unas 200,000 personas habrían visitado Puerto Rico para participar de la Residencia.
“La Residencia ha traído muchas personas a Puerto Rico y ha aportado mucho a emprendedores que han podido vender y crear cosas…La visión que han tenido estas personas para crear artesanías y otros productos que reflejan la realidad de Puerto Rico”, resaltó la portavoz.
Para la directora del CENTRO, todavía hay tiempo para que el gobierno de Puerto Rico saque provecho económico y cultural de la Residencia de Bad Bunny.
“Puerto Rico se ha movido por varias décadas de esa manera, que el Gobierno hace una cosa y el pueblo otra. Tenemos un pueblo que sabe que su supervivencia depende de ellos mismos, así que ellos van a crear oportunidades para ellos y para otros que el Gobierno podría hacer, pero no lo ha hecho. yo creo que todavía el gobierno de Puerto Rico tiene tiempo para aportar a nuestros jóvenes, a los emprendedores, a personas que son la representación de nuestra cultura…Para mí ha venido de la base para arriba, no del Gobierno para abajo, y hay una oportunidad de que haya una alianza para que se vea ese apoyo mutuo”, contrastó la experta.
En cuanto a los planes desde la entidad que representa en relación con la Residencia, para la profesora es importante ampliar la discusión sobre la condición de los otros territorios de EE.UU. en relación con el caso de Puerto Rico.
“Cómo hacer un espacio donde encontrarnos. Este año, con el tema de “Boricuas in Relation”. la conferencia que vamos a tener en junio, un par de días antes de la parada puertorriqueña va a ser sobre Puerto Rico y los otros territorios de EE.UU. Nosotros estamos cerca de las Islas Vírgenes, pero también está American Samoa, Guam y las Islas Marianas del Norte. Pero nosotros casi no tenemos relación con ellos. Nosotros tenemos que sacar tiempo para analizar qué relaciona a Puerto Rico con estas otras islas, territorios que no son estados, son como una colonia, algunos tienen ciudadanía, otros no. Para mí esto es un momento para entendernos, no solo entre los puertorriqueños, sino con otras personas que están en nuestra misma situación”, abundó.
A través de “Boricuas in Relation”, se busca incentivar la investigación para explorar la formación de la comunidad puertorriqueña en todo el archipiélago y la diáspora, y sus conexiones con otros grupos raciales y étnicos.
Por otro lado, la investigadora considera “muy importante” continuar explorando el fenómeno que representan artistas urbanos como Bad Bunny, y qué refleja sobre la condición humana y sobre la realidad boricua para instruir, particularmente, a las poblaciones más jóvenes.
“Desde la perspectiva de una profesora de Humanidades…son una reflexión de la condición humana; una reflexión de lo que es el ser humano, y, para mí, la música es parte de eso. Nosotros tenemos que documentar estos fenómenos. No solo tenemos que estudiar el pasado; tenemos este don de estudiarlo y verlo en el presente para poder documentarlo. Para mí, eso es importante. El fenómeno ha provocado un cambio en los estudios puertorriqueños. He visto muchos más estudiantes, muchos más jóvenes tomando clases sobre Puerto Rico, y Bad Bunny es como la puerta y por ahí llega lo otro sobre Puerto Rico”, afirmó.
“Atraes a los estudiantes que llegan y, de repente, se vuelven estudiosos de Puerto Rico, y para mí eso es importante, cómo podemos llamar la atención, llegarle a los jóvenes, especialmente la tercera y cuarta generación de puertorriqueños que están aquí que tal vez están aquí más lejos de esa experiencia de vivir en el archipiélago o lejos de esa experiencia de la migración, pues esto es una manera en que ellos ahora pueden revisitar la historia”, continuó.
Figueroa-Vásquez recordó que fue en el CENTRO, en el 2023, donde se hizo una de las primeras conferencias universitarias sobre la figura de Benito Antonio Martínez Ocasio, nombre de pila de Bad Bunny.
“Sabemos que ha seguido ese impacto mundial que para nosotros es súper importante. Lo otro es que tenemos conferencias que vienen; tenemos un evento que estamos planeando para la primavera que no puedo decir los detalles todavía…, y estamos esperando que Bad Bunny nos visite en el Centro y que venga a ver los archivos más importantes de la diáspora puertorriqueña… Aquí por este medio: ‘Bad Bunny estás invitado para venir al Centro para ver los archivos de la diáspora puertorriqueña, y si quieres donar los archivos tuyos sobre las aventuras que has tenido en NY, felizmente, las tendremos aquí en el Centro para que las puedan ver y estudiar los puertorriqueños y los académicos por muchos muchos años”, emplazó la encargada.
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