Entrevista con la fisicoculturista argentina que competirá en Mr Olympia 2025: “Es un sueño cumplido, ya está, no necesito más”

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Luciana Corzo competirá en el Mr Olympia 2025

El próximo 11 de octubre, en Las Vegas, el escenario más importante del fisicoculturismo mundial recibirá a una argentina en la categoría Bikini del Mr Olympia. Su nombre es Luciana Corzo, tiene 33 años, y después de más de una década de competencias, sacrificios y viajes autofinanciados, logró lo que parecía imposible: clasificar al certamen que reúne a los mejores cuerpos del planeta.

La clasificación llegó en diciembre pasado, en la Copa Profesional Ronnie Coleman Sur 2024, celebrada en Ciudad del Este, Paraguay. Allí, Corzo se quedó con el primer puesto por unanimidad y obtuvo su pasaje al Olympia 2025, que se disputará del 9 al 12 de octubre en el Resorts World y el Centro de Convenciones de Las Vegas. Será su debut en un torneo que, para los culturistas, es algo más que una competencia: es un sueño de vida. “Como jugar el mundial”, cuenta la tucumana, trazando un paralelismo con el fútbol.

“Para mí, llegar al Mister Olympia es cumplir con el objetivo más grande competitivo que tuve a lo largo de todos estos años. También es el cierre de un ciclo. No sé si voy a seguir compitiendo después, pero llegar a este torneo es lo máximo, no necesito demostrarme más nada”, le dijo Corzo a Infobae.

Lu Corzo clasificó al MrLu Corzo clasificó al Mr Olympia 2025

Su historia comenzó lejos de los grandes escenarios. A los 17 años, como muchas adolescentes, empezó en un gimnasio en Tucumán “por estética”. “Empecé para verme bien, para sentirme mejor conmigo misma. Me habían dicho que así iba a tener más piernas, más glúteo. Pero no tenía idea de alimentación, suplementación ni nada”, recuerda.

Sin embargo, tres años después, y de la mano de un patrocinador de suplementos que se enfocó en ella y en su entrenamiento, decidió competir por primera vez y descubrió una pasión que le cambiaría la vida. En aquel entonces, la categoría Bikini era casi nueva en la Argentina. “Fui una de las pioneras en el país en cuanto a esta categoría. Arranqué en 2012 y no paré por varios años”, señala. El crecimiento fue tan rápido que dejó de lado su primera carrera, Lengua y Literatura, para dedicarse de lleno a la Educación Física y la preparación deportiva: “Empecé ganando todo y en ese momento me di cuenta de que era lo que más me gustaba hacer. Hice cursos de nutrición, de entrenamiento. Me interioricé más en el tema”.

Ese cambio de rumbo conmocionó a su familia, sobre todo porque era un deporte que estaba en auge y poco se sabía sobre él: “Al principio hubo una resistencia de mis papás, porque había muchos tabúes en el tema. Hoy en día está muy de moda, pero no existía tanta información como ahora. Mi mamá y mi papá me decían: ‘Vas a quedar como un hombre, toda grandota’. Pero yo me metí en esta categoría también porque no implicaba mucha transformación muscular. Me gustaba porque se veía femenino".

Con el paso del tiempo, el Bikini se transformó en una de las divisiones más populares y competitivas dentro del fisicoculturismo femenino. Combina musculatura moderada, femineidad y estética escénica.

“Hoy en día lo que se pide es un cuerpo femenino, equilibrado, con una cintura muy chica, las piernas con un desarrollo muscular mínimo, buenos glúteos y hombros, pero sin ser voluptuoso. Pero también se puntúa la rutina de poses, el bikini, la pintura, el maquillaje, las joyas. Es un paquete completo lo que se presenta y se pone en juego”, explica Corzo, haciendo referencia a que no sólo importa el físico en la competencia: “Tengo alumnas que preparo para competir, que recién empiezan, y hay muchas chicas que quizás tienen un físico increíble, pero se ponen un bikini que no brilla nada, no hacen una buena rutina de poses, no se saben mostrar, entonces pierden“.

Ese “paquete” fue la clave de su éxito que la llevó a conquistar cinco títulos argentinos, un Arnold Classic en Río de Janeiro en 2014 y el Sudamericano de 2021, que le otorgó el carnet profesional. Desde entonces, compitió en Colombia, Brasil y Paraguay, donde finalmente obtuvo su clasificación al Olympia.

La tucumana cumplirá su sueñoLa tucumana cumplirá su sueño en Las Vegas

El camino estuvo lejos de ser sencillo. El fisicoculturismo argentino es, en gran medida, un deporte amateur en el que los atletas deben financiarse casi todo por sí mismo. “Normalmente siempre me lo banqué yo a costa de mi sudor y mi trabajo. Lo que representa un gasto son los viajes, los pasajes, las estadías. Es todo muy difícil, y más para una argentina o sudamericana que no es adinerada. Nos cuesta el doble, triple que a las chicas de Estados Unidos o Europa que compite hace años. Para ellas siempre fue más fácil todo”, remarca y agrega: “Lo bueno del Olympia, es que te ahorra gastos de estadía porque te dan el hotel y los aéreos. Eso es lo mejor. Dentro de la liga profesional, si clasificás al Olympia, es el único torneo que te da ese beneficio. Es el torneo más importante del mundo, al que todos los atletas de fisicoculturismo soñamos con ir”.

La exigencia física también pasa factura: entrenamientos dobles, dietas hiperproteicas y un aislamiento social que ella misma define como “el mayor sacrificio”. “Te aislás, te volvés una persona individualista. Sacrificás salidas, cumpleaños, comidas, relaciones. Eso es lo más duro de este camino”, admite.

En cuanto a la alimentación, Corzo reconoce que previo a cada competencia debe mantener una estricta dieta: “Cuando estoy más cerca del torneo, bajo la cantidad de hidratos para definir. Yo como cinco veces al día: claro de huevo, pollo y pescado ahora. Esas son mis tres bases de lo que más como, y algunos vegetales verdes y muy poco carbohidrato. Uso un poco de arroz y nada más. Estoy con porciones muy chicas”.

Corzo habló del uso deCorzo habló del uso de esteroides en el deporte

El fisicoculturismo es también un deporte atravesado por una polémica inevitable: el uso de sustancias para mejorar el rendimiento y la definición muscular. Corzo no evade el tema y lo aborda con crudeza: “Lo primero que recomiendo siempre es ir por el camino natural. Siempre me preguntan: ‘¿Y qué pasa si uso esto, si uso lo otro?’. Yo siempre les digo los pros y los contras. Los esteroides alteran el ciclo hormonal y muchas cuestiones femeninas del cuerpo, por eso no los recomiendo. Pero, lamentablemente, dentro de lo que es el nivel competitivo, para llegar a estos niveles tenés que usar un poco”.

En el caso de la categoría Bikini, los riesgos suelen ser menores que en otras divisiones de mayor masa muscular. “Hay mujeres que tienen una genética envidiable y no necesitan usar mucho, y hay personas que necesitan un poco más. Tiene que ver mucho la genética también. Nosotras tenemos que conservar la femineidad, así que usamos lo más suave, que se llama Anavar. Es lo único que uso, en dosis mínimas en pastillas. No te genera cambios drásticos ni te viriliza. Pero es decisión de cada una y nadie te obliga”, reconoce.

Además, advierte sobre los riesgos de los diuréticos, utilizados por algunos atletas para llegar más secos a los escenarios: “Son peligrosos. Se utilizan solo cuando no llegás, cuando te falta. Pero no es algo que sí o sí tengas que usar, no, en absoluto. Existen alternativas naturales como té verde o cola de caballo que podés usar y no usar ese fármaco tan agresivo e invasivo. No es algo indispensable, pero muchos recurren a eso como un ‘ayudín’”.

Al ser consultada sobre las muertes a edades tempranas de algunos fisicoculturistas internacionales, Corzo reconoce que, “hay personas que piensan que es un juego y que vas a usar esteroides y te vas a poner gigante y ya está, y se corta ahí. Pero tenés que saber de farmacología, tenés que asesorarte con una persona idónea en el tema que te diga qué hacer. Imaginate que al meterse testosterona dejan de producir testosterona el cuerpo. Eso en el caso de los hombres. En el caso de las mujeres puede haber amenorrea, se te corta la menstruación, te pasan algunas otras cosas”.

“Depende el fármaco que uses porque hay fármacos que son mucho más fuertes y más invasivos. Yo siempre trato de usar lo mínimo indispensable para llegar bien y listo. Pero bueno, es a criterio de cada uno. Nadie te pone una pistola en la cabeza para que hagas nada. Hoy en día estamos en la era de la información, lo buscás y ya sabés. No hace falta... Es muy fácil saber cuáles son los efectos adversos de las drogas y de la suplementación”, sentencia.

Corzo hará su presentación elCorzo hará su presentación el 11 de octubre

Más allá de los resultados que logre en Las Vegas, para Luciana Corzo la clasificación ya representa una consagración personal. “Llegar al Olympia es un sueño cumplido, un objetivo máximo. Ya está, no necesito más. No lo veo como ir a ganar, porque eso es una palabra mayor. Es la satisfacción de haber llegado. Es una satisfacción enorme ir y cumplir ese sueño es para mí lo máximo”, asegura.

De cara al futuro, proyecta alejarse de la alta competencia para dedicarse a su marca personal y al coaching de nuevas atletas. “Quiero poner toda mi energía en lo laboral y lo personal. Este Olympia es un cierre de ciclo no necesito demostrarme más nada, anticipa.

El 11 de octubre, cuando salga al escenario del Mister Olympia con su bikini brillante, pintura perfecta y la rutina de poses ensayada hasta el detalle, Luciana Corzo no solo representará a la Argentina: llevará con ella la historia de una disciplina que realizó en silencio y con esfuerzo, y de una mujer que convirtió un simple entrenamiento adolescente en un sueño global.

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