Entrevista con Alexander Zverev: por qué la gira por Sudamérica lo abrumó y una autocrítica por su nivel actual

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Alexander Zverev es uno deAlexander Zverev es uno de los mejores tenistas del mundo, aunque no tuvo el mejor inicio de año (Foto: REUTERS/Aleksandra Szmigiel)

Alexander Zverev llegó a su ciudad natal sin planearlo, casi de casualidad. Pero rápidamente se puso a tono. Y, en conferencia de prensa, no esquivó la realidad: su cambio de raqueta no fue un cuento de hadas en polvo de ladrillo, donde todavía no encuentra el control que quiere. Y aunque la nueva generación —con Alcaraz y Sinner a la cabeza— lo derrotó en las citas importantes, el alemán confía en que, si está a tono, puede “ganarle a cualquiera”.

De su experiencia en Buenos Aires –burnout incluido–, de una promesa joven como Engel al que dice que hay que darle tiempo, y de lo que significa volver a jugar frente a su gente con París en el horizonte, Zverev habla sin vueltas con Infobae. Con cierta autocrítica, algo de ironía y una claridad que no siempre muestra en la cancha.

- ¿Cómo es volver a casa y cómo fueron los últimos días? ¿Qué te llevó a tomar la decisión de jugar acá?

- En realidad no lo planeé. Todo fue muy espontáneo. Llegué de Roma y tenía unos días libres. Y el viernes, mi equipo empezó a tener conversaciones con el director del torneo, en las que yo no tuve mucho que ver. Y luego, a las 15:30, 16:00, se tomó la decisión de que jugáramos acá. Esta ciudad es también un lugar que nos despierta muchas emociones positivas y que me aporta algo que necesito en este momento: positividad, buen humor.

Francisco Cerúndolo fue el verdugoFrancisco Cerúndolo fue el verdugo de Alexander Zverev en el Buenos Aires Open

- Recordando tus participaciones en Buenos Aires y Río a comienzos de esta temporada, ¿cómo viviste esa experiencia? ¿Te gustaría volver a la gira sudamericana?

- Lo considero, por supuesto. Pero el tenis es un negocio. No jugué mi mejor tenis ahí, así que no sé si me volverán a invitar. Eso es lo más importante, pero siempre dije que me encantó estar ahí. Todo el mundo le dio mucha importancia a que yo dijera que quizá fue un error jugar ahí después del Abierto de Australia, pero en cierto modo lo fue, porque tenía un fuerte burnout. Porque fui de Australia a mi casa y, cuatro días después, me fui directo a Argentina. Fue demasiado para mi cuerpo, pero el lugar en sí y los torneos me gustaron mucho y los disfruté. Así que no tengo nada en contra de ellos. Sin dudas, consideraría volver a jugar si me invitan.

- ¿Qué opinás de Justin Engel, uno de los nuevos talentos alemanes?

- Justin es sin duda un gran talento. Juega muy bien al tenis. Pero, en cuanto a resultados, otros de su edad ya están más avanzados. Lo vi en Múnich, donde sin duda se veía mucho nerviosismo. Pero el potencial está ahí, sin duda. Recuerdo cuando a los 17 años gané el torneo Challenger de Braunschweig, que es difícil; después llegué a semifinales acá en Hamburgo y me convertí en el número 130 del mundo. Si Justin da ese paso, se hablará de él no sólo en Alemania, sino en todo el mundo. Pero eso depende de él.

- Te convertiste un poco en el salvador del torneo. Muchos famosos cancelaron. Y, por supuesto, todos se alegran de que hayas vuelto a casa y ahora seas el favorito. ¿Cómo lo ves?

- Claro, la agenda es complicada. Estoy acá porque, en primer lugar, me encanta, sigue siendo mi hogar. Y, en segundo lugar, porque también necesito mucho las emociones positivas de los espectadores, también para París.

- ¿Habría algún problema con Roland Garros si llegases a la final acá?

- No. No voy a jugar el torneo y después decir: “Ya está, llegué a cuartos de final y con eso me basta”. Nunca lo he hecho. Estoy acá para ganar lo máximo posible. La final es el sábado, así que todavía puedo tener dos días libres y prepararme para París. Y, después, si llego a la final acá, tendré sensaciones positivas. Y eso también me va a venir bien.

Alexander Zverev se presenta estaAlexander Zverev se presenta esta semana en el ATP 500 de Hamburgo, a una semana del inicio de Roland Garros (Foto: REUTERS/Aleksandra Szmigiel)

- El año pasado cambiaste la raqueta y ahora volviste a cambiarla. ¿Cómo te sentís con la actual?

- Hoy juego con mi raqueta antigua porque la nueva es mejor pero todavía no me da el control que necesito en polvo de ladrillo. La nueva es genial para superficies rápidas: puedo golpear más rápido y sacar mejor. Pero en polvo muchas veces tenés que jugar cinco o seis golpes más. Todavía no tengo el tacto necesario.

- Actualmente tenés un Head to Head positivo frente a Alcaraz y Sinner pero, de alguna manera, en el ranking y en la opinión pública, ellos parecen estar un escalón más arriba. Cuando te enfrentás a ellos, ¿sentís que estás en igualdad de condiciones? ¿Cómo ves tu posición dentro de la nueva generación?

- Es una gran pregunta. La verdad es que, cuando jugué en Australia contra Jannik antes del partido, pensaba que iba a ganar, que iba a ser mi primer Grand Slam, y tenía mucha confianza antes de jugar. Pero enseguida me di cuenta de que no iba a ser así, porque él estaba a otro nivel. Contra Carlos siempre hemos tenido muy buenos partidos, grandes batallas. Ya sabés, a veces gana él, a veces yo. Es un poco como un tira y afloja. Pero cuando salgo a la pista con ellos, suele ser en semifinales o en la final, porque somos el número uno, dos y tres. Y ya en esa fase, siento que ya estoy jugando bien. A veces me es más complicado en las primeras rondas. Cuando no estoy jugando al máximo es cuando más batallo. Pero cuando juego al máximo, siento que puedo ganarle a cualquiera.

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