Enseñó matemáticas, sirvió como marine y fue rechazado por Blockbuster: cómo Reed Hastings revolucionó el entretenimiento con Netflix

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Netflix superó los 300 millonesNetflix superó los 300 millones de suscriptores y alcanzó una valoración de mercado superior a USD 325.000 millones (Archivo)

Desde su fundación, Netflix avanzó gracias a decisiones audaces y apuestas tecnológicas precisas. La compañía creada por Reed Hastings desafió las normas del negocio tradicional, enfrentó el escepticismo de los principales actores de la industria y superó múltiples rechazos. Su camino, desde los envíos postales de DVD hasta el dominio global del streaming, alteró para siempre la forma en la que se accede al entretenimiento, generando un impacto concreto en la industria audiovisual.

Antes de fundar Netflix, Reed Hastings se formó en matemáticas en Bowdoin College en Brunswick, Maine, donde obtuvo la licenciatura en 1983. Luego de pasar por el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, integró el Peace Corps y dedicó dos años a enseñar matemáticas en Suazilandia (actual Eswatini). De regreso en Estados Unidos, completó una maestría en Ciencias de la Computación en la Universidad de Stanford en 1988. Su carrera profesional continuó como desarrollador de software hasta que, en 1991, fundó Pure Software, empresa tecnológica que vendió en 1997.

Ese mismo año, Hastings decidió eliminar las penalizaciones y ofrecer un sistema de suscripción mensual para recibir películas en casa. Este enfoque, considerado riesgoso por muchos, marcó una ruptura con el negocio tradicional e introdujo un modelo que transformaría el consumo de cine y televisión, informó Variety.

Netflix transformó la industria audiovisualNetflix transformó la industria audiovisual al pasar del alquiler de DVD por correo al streaming global de películas y series (REUTERS/Fred Prouser)

El primer modelo de Netflix consistía en el alquiler de DVD por correo, sin restricciones de tiempo ni cargos adicionales. “La multa por retraso se convirtió en el símbolo de los inconvenientes del sistema anterior. Así que decidimos crear algo diferente”, afirmó Reed Hastings en Variety. No todo el equipo compartía esa visión. Patty McCord, quien luego asumió la dirección de talento, recordó: “Muchos pensaron que eliminar las multas era una locura, pero Reed estaba dispuesto a arriesgarlo todo”, explicó McCord en Variety.

La etapa inicial de Netflix estuvo marcada por recursos limitados. Los ejecutivos compraban DVDs en tiendas mayoristas antes de alquilarlos a una clientela aún reducida. El crecimiento dependía del acceso a catálogos de los estudios de Hollywood, un objetivo difícil de alcanzar sin vínculos previos.

En ese contexto, Ted Sarandos ingresó al equipo y, desde su dormitorio en Los Ángeles, estableció relaciones estratégicas. Consiguió que estudios como Warner Bros. y Sony suministraran discos, ampliando la oferta disponible y posibilitando la expansión de Netflix, según Variety.

Este período se caracterizó por improvisaciones constantes, jornadas extensas y la idea firme de que el consumo audiovisual doméstico podía ser más sencillo para el usuario. A partir de allí, Netflix comenzó a consolidarse como una alternativa real ante la rigidez del sistema tradicional.

La visión digital de ReedLa visión digital de Reed Hastings anticipó el auge del streaming y cambió para siempre el consumo de cine y televisión (REUTERS/Mike Cassese)

En el año 2000, Netflix atravesó un momento crucial. La empresa aún no era rentable y el estallido de la burbuja puntocom se aproximaba. En ese escenario, los fundadores ofrecieron vender la compañía a Blockbuster por USD 50 millones. Marc Randolph y Reed Hastings presentaron en Dallas la propuesta de fusionar operaciones: Netflix se encargaría del desarrollo digital y Blockbuster mantendría las tiendas físicas.

La respuesta fue contundente. “El CEO de Blockbuster estaba luchando por no reírse”, señaló Randolph en Vanity Fair. John Antioco, por entonces máximo responsable de Blockbuster, rechazó la propuesta con el argumento de que el modelo digital era fácilmente replicable. Esa negativa impulsó a Hastings y su equipo a reforzar su apuesta por el futuro digital y aprender de los errores ajenos.

Lejos de dar marcha atrás, Reed Hastings ya intuía que el futuro del entretenimiento dependería de Internet. Desde el inicio de la compañía, su meta era que películas y series se distribuyeran en los hogares a través de la red, a pesar de que la tecnología todavía no lo permitía.

“Cuando conocí a Reed, describía a Netflix casi exactamente como es ahora. No usaba la palabra ‘streaming’, hablaba de ‘descargar videos’, pero tenía claro que todo llegaría a casa por Internet”, relató Ted Sarandos en Variety. La estrategia de Netflix se enfocaba en mantener el negocio de DVD bajo suscripción mientras desarrollaba la infraestructura para dar el salto al nuevo formato.

Durante ese tiempo, la compañía perfeccionó su servicio y trabajó en silencio para estar preparada cuando las condiciones tecnológicas lo hicieran posible.

La producción original de Netflix,La producción original de Netflix, iniciada con 'House of Cards', marcó un nuevo paradigma en la creación de contenido audiovisual (David Paul Morris/Bloomberg)

En 2007, Netflix presentó su servicio de streaming. La respuesta fue inmediata: entre 2007 y 2010, la base de suscriptores aumentó de 7,3 millones a 18,3 millones, informó Variety. Sin embargo, seguía pendiente el desafío de acceder a contenido relevante, ya que los estudios preferían reservar sus grandes estrenos para la televisión tradicional.

Para ampliar el catálogo, Netflix firmó acuerdos con servicios como Starz, pero la independencia real llegó al apostar por la producción propia.

La adquisición de House of Cards marcó un punto de inflexión para la compañía. Ted Sarandos analizó los patrones de consumo de los usuarios y aprobó una inversión de USD 100 millones para asegurar dos temporadas y otorgar libertad creativa a los productores, de acuerdo con Variety.

El propio Hastings reconoció el riesgo de la decisión. El lanzamiento de la serie en 2013, con toda la temporada disponible desde el primer día, desafió los esquemas habituales de estrenos y posicionó a Netflix como un rival directo de HBO.

A partir de ese éxito, la plataforma se consolidó como un espacio atractivo para realizadores y talentos. Títulos como Stranger Things, éxitos globales como El juego del calamar y películas premiadas como Roma contribuyeron a la reputación de Netflix como referente de la industria audiovisual. En la actualidad, la plataforma suma más de 300 millones de suscriptores y una valuación de mercado superior a USD 325.000 millones, según Fortune.

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