El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, llega este viernes a la Asamblea General de la ONU con la determinación de reafirmar su oposición a la creación de un Estado palestino.
Su intervención ocurre apenas unos días después de que Francia, Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal, junto a otras potencias occidentales, hayan dado un paso inédito con el reconocimiento oficial de Palestina como Estado, en respuesta a la prolongada ofensiva israelí en Gaza.
El lunes, el presidente francés, Emmanuel Macron, reunió a varios líderes occidentales en una cumbre que culminó con la decisión colectiva de reconocer el Estado palestino, un hecho sin precedentes en el seno de la diplomacia europea reciente. La medida representa un giro frente a la falta de avances en el proceso de paz y al creciente descontento ante la respuesta militar israelí.
Netanyahu, en tanto, permanece firme en su negativa a cualquier iniciativa que implique la independencia palestina. A lo largo de los últimos años, ha contado con el respaldo de fuerzas de extrema derecha, que incluso han impulsado la posibilidad de anexar Cisjordania y desmantelar cualquier escenario de Estado palestino viable.
Su gabinete ha respondido a los gobiernos que reconocieron Palestina con un endurecimiento del discurso y el rechazo frontal a un cambio de postura.
El clima en Nueva York refleja el nivel de polarización. Decenas de manifestantes y simpatizantes se congregaron frente al hotel donde se hospeda Netanyahu. Se espera que hoy, cuando el primer ministro dirija su mensaje a la Asamblea General, tenga lugar una protesta masiva en Times Square impulsando el pedido de detención.
Mientras tanto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, intervino el jueves por videoconferencia, luego de que Estados Unidos rechazara su solicitud de visa. Abbas aprovechó el foro para condenar el ataque de Hamas el 7 de octubre y el antisemitismo, al tiempo que defendió el derecho palestino a un Estado independiente, libre del dominio de Hamas, rival del gobierno central en Ramallah.
Especialistas anticipan que el discurso de Netanyahu será de confrontación, dirigido contra la ONU y los países que han oficializado el reconocimiento del Estado palestino. “Él no viene a defender su campaña en Gaza, sino a castigar a la ONU y condenar a los que esta semana reconocieron a Palestina”, señaló Richard Gowan, analista de Naciones Unidas en International Crisis Group.
La postura del primer ministro se verá puesta a prueba en un escenario político internacional cambiante, mientras persiste la presión humanitaria y mediática sobre la crisis en Gaza y la exigencia por una solución negociada. La jornada en la Asamblea General promete elevar la presión diplomática y profundizar la distancia entre Israel y quienes hoy apuestan por un giro en el conflicto palestino-israelí.
hace 1 mes
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