
A la hora de realizar actividad física, existen un sinnúmero de posibles respuestas para evitar, a fin de cuentas, entrenar. Sin embargo, un grupo de expertos en entrenamiento físico recomendó un conjunto básico de ejercicios de fuerza que se puede realizar a cualquier edad sin necesidad de equipamiento especial.
El objetivo de este programa es mantener la movilidad, mejorar la fuerza funcional y preservar la independencia física a lo largo de la vida. La rutina, que se puede completar en 15 o 20 minutos, incluye tres ejercicios fundamentales y se adapta al nivel de cada persona, desde principiantes hasta quienes ya practican actividad física regularmente.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), mantener el entrenamiento de fuerza y movilidad ayuda a conservar la capacidad para las actividades cotidianas, mejora la movilidad y contribuye a la independencia física y la calidad de vida a lo largo del envejecimiento.

Según la entrenadora personal Felicia Hernandez, entrevistada por el medio Fit&Well, este entrenamiento se centra en la fuerza funcional, es decir, en fortalecer los músculos que intervienen en movimientos cotidianos como levantar objetos, subir escaleras o mantener el equilibrio. La especialista explicó que la rutina no busca transformar la apariencia física de los participantes, sino permitirles realizar actividades diarias con facilidad y prevenir problemas derivados del sedentarismo.
El CDC resalta que ejercicios funcionales simples como sentadillas, flexiones y puentes, adaptados a las posibilidades de cada persona, pueden realizarse en casa sin equipamiento y son eficaces para fortalecer el cuerpo y reducir el sedentarismo.
La actividad física consiste en sentadillas: 3 x 15 repeticiones. Asimismo, 3 x 10 repeticiones de flexiones inclinadas y 3 x 15 repeticiones de puente de glúteo. Para quienes son principiantes pueden optar por empezar con un solo set, subir a dos cuando note que le resulte más fácil y pasar a los tres en total después.

De acuerdo con la información publicada en la revista GQ, los tres ejercicios básicos recomendados se pueden realizar sin mancuernas ni máquinas. Cada ejercicio trabaja grupos musculares específicos y, al combinarse en un circuito, promueve un entrenamiento completo del cuerpo. Los ejercicios se pueden ejecutar en un set inicial, aumentando progresivamente a dos o tres sets según la capacidad de cada persona.
Según detalló Hernandez, el primer ejercicio se enfoca en la fuerza de las piernas y la estabilidad central, trabajando glúteos, muslos y abdomen. El segundo ejercita la parte superior del cuerpo, incluyendo hombros, brazos y espalda, contribuyendo a mantener una postura adecuada y a prevenir lesiones. El tercer ejercicio mejora el equilibrio y la coordinación, fortaleciendo articulaciones y músculos estabilizadores. La entrenadora destacó que realizar esta rutina regularmente ayuda a conservar la independencia física, sobre todo en personas mayores.
De acuerdo con el CDC, incorporar entrenamiento de fuerza de manera regular contribuye a mantener la densidad ósea y muscular, a bajar el riesgo de caídas y fracturas, y es una estrategia probada para prevenir el deterioro físico asociado a la edad.

De acuerdo con la publicación, este programa mínimo de fuerza también aporta beneficios metabólicos. Ayuda a mantener la masa muscular, contribuye a la quema de calorías y mejora la resistencia física, lo que tiene un impacto positivo en la salud general. Además, se recomienda complementar este entrenamiento con actividades cardiovasculares como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta para obtener un efecto integral en la condición física.
Según expertos en actividad física, la constancia es clave para que los beneficios sean evidentes. Aunque la rutina es breve, realizarla tres o cuatro veces por semana puede marcar una diferencia notable en la fuerza y la movilidad de los participantes. La adaptabilidad del programa permite que personas con distintas edades y niveles de condición física puedan incorporarlo sin riesgo de sobrecarga o lesión.
El CDC enfatiza que comenzar con pocas repeticiones y aumentar progresivamente la cantidad y la intensidad del ejercicio resulta una estrategia segura y efectiva. La constancia semanal es fundamental para alcanzar y sostener mejoras en fuerza y movilidad, incluso en quienes inician desde cero.

La propuesta se inspira en principios de entrenamiento funcional y se enfoca en movimientos naturales que el cuerpo realiza a diario. Esto distingue al programa de otros entrenamientos que priorizan estética o desarrollo muscular extremo. Hernandez señaló que incluso quienes no han realizado actividad física durante años pueden comenzar con un set y aumentar gradualmente, lo que garantiza una progresión segura y efectiva.
Según la especialista, mantener la fuerza muscular no solo mejora la capacidad para realizar tareas diarias, sino que también contribuye a reducir el riesgo de caídas, lesiones y deterioro físico asociado a la edad. La práctica regular de estos ejercicios puede facilitar una vida activa y saludable durante más años.
El entrenamiento básico recomendado consiste en tres ejercicios fundamentales y, según los expertos, su práctica constante permite mejorar la fuerza funcional, la postura, la coordinación y la resistencia física a cualquier edad. Combinado con actividad cardiovascular, este programa constituye una herramienta eficaz para preservar la movilidad y la independencia a lo largo de la vida, sin necesidad de equipamiento ni rutinas complejas.