
Un empleado del restaurante de comida rápida Popeyes en Charlotte, Carolina del Norte, fue arrestado y acusado de intento de asesinato en primer grado luego de presuntamente disparar contra un compañero de trabajo durante una discusión relacionada con galletas quemadas.
El incidente ocurrió el domingo 11 de mayo, dentro de la sucursal ubicada sobre South Boulevard, y terminó con uno de los gerentes gravemente herido tras recibir dos disparos, según informaron medios locales como WBTV y WCNC. El sospechoso, identificado como Rodney Wood, de 22 años, fue detenido horas después en las cercanías del restaurante, dentro del mismo centro comercial donde se ubica el local.
Según el expediente policial obtenido por WBTV, un testigo que presenció los hechos relató que la discusión entre los empleados comenzó dentro del restaurante, cuando surgió un desacuerdo sobre galletas que supuestamente estaban quemadas. La confrontación escaló hasta convertirse en una pelea física fuera del local, donde Wood habría sacado un arma y disparado dos veces a su compañero.
De acuerdo con las declaraciones del testigo citado por las autoridades, tras un cruce verbal inicial por las condiciones de los alimentos, uno de los empleados “retó” al otro, lo que provocó que ambos salieran del restaurante. Ya en el exterior, el altercado se tornó físico. Fue entonces cuando Rodney Wood supuestamente sacó un arma de fuego y disparó dos veces a corta distancia.
Los documentos judiciales señalan que existe un video que capta el momento en que Wood “dispara su arma dos veces a quemarropa”, según reprodujo WBTV. La víctima, cuya identidad no ha sido revelada por las autoridades, recibió un disparo en la ingle y otro en el pecho. Fue trasladado de emergencia al Atrium Health Carolinas Medical Center, donde fue sometido a cirugía de urgencia.
Ambos empleados involucrados ocupaban cargos de gerencia en la misma sucursal de Popeyes, detalló el medio WCNC. No se informó si el restaurante suspendió sus actividades o si hubo otros empleados presentes durante el incidente.

Tras los disparos, Rodney Wood abandonó la escena. Sin embargo, las autoridades lo encontraron poco después en el mismo centro comercial donde se encuentra el restaurante, según reportó WBTV. Fue detenido sin que se registraran más incidentes.
Durante el interrogatorio, Wood habría declarado que su compañero de trabajo lo golpeó tres veces en la cara antes de que él disparara. Alegó que efectuó “dos disparos de advertencia” y que no tenía la intención de causar daño fatal, señalaron los documentos citados por el medio local.
No obstante, las autoridades judiciales concluyeron que Wood “no logró articular una amenaza creíble e inminente de fuerza letal que justificara una legítima defensa bajo la ley estatal”, según consta en la declaración jurada obtenida por WBTV.
Rodney Wood enfrenta cargos por intento de asesinato en primer grado y asalto con un arma mortal con intención de matar. Permanece bajo custodia y la fianza fue fijada en 50.000 dólares, según los registros públicos de arresto del condado de Mecklenburg.
La oficina del alguacil del condado no respondió de inmediato a las solicitudes de comentario realizadas por PEOPLE el sábado 17 de mayo. No se ha informado si el acusado cuenta con representación legal o si ha emitido una declaración formal más allá de lo consignado en los documentos judiciales.
Tampoco se ha revelado la identidad de la víctima ni su estado de salud actual luego de la intervención médica de emergencia. La policía no ha informado si se presentarán cargos adicionales conforme avancen las investigaciones.

El incidente ha generado preocupación entre residentes y trabajadores del área, que cuestionan cómo una discusión aparentemente menor pudo escalar hasta convertirse en un acto de violencia con consecuencias potencialmente mortales. La referencia a las “galletas quemadas” como punto de quiebre fue registrada por testigos y aparece mencionada en la declaración jurada incluida en el expediente policial.
La investigación continúa en curso y las autoridades no han confirmado si existían antecedentes de conflicto entre los dos empleados implicados. El video que capturó el momento del tiroteo es considerado una prueba clave en el caso.
Mientras tanto, el restaurante Popeyes no ha emitido una declaración pública sobre lo ocurrido ni ha informado si se tomarán medidas disciplinarias o cambios en la gestión de la sucursal involucrada.