
Emily Blunt vive una etapa de madurez que la transformó tanto en lo profesional como en lo personal. A sus 42 años, la actriz británica reconoce haber descubierto una nueva libertad al cruzar la barrera de los 40, según compartió en una entrevista exclusiva con Vanity Fair.
Este momento clave de su vida coincide con la presentación de su papel en la esperada película The Smashing Machine, revelando cómo dejó atrás preocupaciones innecesarias para abrazar la autenticidad en todos los aspectos de su existencia.
El consejo de su niñera Tina resuena con fuerza en la memoria de Blunt: “Cuando llegues a los 40, será una liberación: ya no te importarán tantas cosas”. La actriz confirma que ese vaticinio se hizo realidad.

De un día para otro, comenzó a cuestionar la necesidad de vivir bajo el juicio ajeno, lo que le permitió alejarse de la presión de las redes sociales y priorizar su bienestar personal. Este cambio de perspectiva, afirma, le otorgó mayor plenitud y serenidad.
La actriz comparte una anécdota entrañable relacionada con sus hijas. Tras ver El diablo viste a la moda, las niñas la describieron, entre risas, como “la persona más mala del mundo”. Blunt se sintió satisfecha de mostrarles la película y comprobar que ya eran capaces de comprender su papel. El personaje de Emily Charlton, que encarnó hace casi 20 años, sigue generando conversación entre las amigas de sus hijas, lo que refuerza el legado cultural de la actriz.
La carrera de Blunt es un reflejo de su versatilidad. Transitó desde la comedia hasta el thriller, con papeles tan disímiles como la niñera cantante en El regreso de Mary Poppins o la madre resiliente en Un lugar en silencio. Esta variedad responde a su interés por personajes con luchas internas y vulnerabilidad.
“Me gustan los personajes que experimentan algún tipo de conflicto interno, porque creo que, como seres humanos, estamos perpetuamente en guerra con nosotros mismos”, explicó. Prefiere alejarse de los héroes invencibles y encarnar figuras que luchan por superar sus propias limitaciones, una filosofía que impregna su trabajo.
En The Smashing Machine, Blunt interpreta a Dawn Staples, exesposa del luchador Mark Kerr, bajo la dirección de Benny Safdie. El filme, estrenado en el Festival de Cine de Venecia 2025, aborda la brutalidad de las artes marciales mixtas y las emociones complejas en las relaciones humanas.
Para protagonizar a Dawn, Blunt tuvo extensas conversaciones con la verdadera Staples y revisó material documental. “Dawn sigue viva y le cogí cariño. Es una persona increíble y quería ayudarla, aunque hubiera hecho muchas cosas de las que se arrepentía”, relató la actriz a Vanity Fair. Para ella, interpretar a alguien real y presente implicó un ejercicio inédito de empatía y honestidad.
Durante el rodaje, compartió escena con Dwayne Johnson, con quien ya había trabajado en Jungle Cruise. Blunt destaca la confianza mutua, que facilitó el trabajo en escenas emocionalmente intensas.
“DJ y yo tuvimos que crear una relación conflictiva y a la vez llena de amor, conexión e intimidad”, explicó. Para Blunt, la valentía y la disposición a exhibir la vulnerabilidad resultan esenciales en su labor actoral. Como le mencionó a Johnson antes de iniciar la filmación, el desafío es comparable a enfrentarse a olas gigantes: “La corriente de la experiencia te lleva, y simplemente tienes que dejarte llevar”.

El impacto de The Smashing Machine fue inmediato tras la proyección exclusiva para Mark Kerr y Dawn Staples. Blunt sintió nervios y gratitud al comprobar que ambos se reconocieron y sintieron comprendidos en la pantalla. A través de ellos, accedió a información auténtica, momentos reales, arrepentimientos, dolor real y amor verdadero.
En su vida personal, Blunt compartió una anécdota especial sobre el violonchelo antiguo que le regaló su esposo, John Krasinski. Aunque el instrumento lleva tiempo guardado, la actriz reconoce sentimientos encontrados de orgullo y culpa. “Ese pobre violonchelo está ahí acumulando polvo”, confesó.
Además, recordó cómo, en la infancia, el violonchelo se transformó en una obligación, lo que le hizo perder el placer de tocar. Ahora distingue entre aquello en lo que uno es bueno y lo que realmente ama, y quiere abordar este reencuentro desde una perspectiva libre de presiones.
Reflexionando sobre la pasión y la autenticidad, Blunt anima a quienes sueñan con la actuación a perseverar con honestidad: “Sé honesto contigo mismo y pregúntate si realmente tienes lo que se necesita”. Una enseñanza de Judi Dench la acompaña siempre: la importancia de la puntualidad.
Al finalizar la entrevista con Vanity Fair, Blunt reveló que su hija planea aprender a tocar el violonchelo el próximo año, lo que podría ser la oportunidad definitiva para volver a ese instrumento y transformarlo en una fuente renovada de alegría compartida.