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hace 20 horas
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Una alerta de tornado emitida en plena madrugada del viernes por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) puso en máxima tensión a comunidades del norte de Oklahoma, donde autoridades advirtieron sobre la presencia de una tormenta severa con rotación capaz de generar un tornado y granizo de aproximadamente tres centímetros de diámetro.
A las 3:09 a.m. CDT, el radar del NWS en Tulsa detectó un sistema tormentoso con indicios de rotación a unos nueve kilómetros al este de Marland, avanzando en dirección este a una velocidad de 56 kilómetros por hora. El fenómeno desencadenó una advertencia inmediata para los condados de Osage y Pawnee, e instrucciones de emergencia para que los residentes buscaran refugio sin demora.
La tormenta, según la información difundida por el NWS, representaba un riesgo significativo debido a la posibilidad de formación de tornados, la caída de granizo considerable y los daños por viento que podría ocasionar en viviendas móviles, techos, ventanas y vehículos. Los expertos subrayaron que los escombros levantados por el viento se convertían en un peligro letal para quienes se encontraran al aire libre sin protección.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias urgentes para varias comunidades en riesgo. (KOCO-TV via AP)Durante el periodo de vigencia de la advertencia, las comunidades de Ralston y Fairfax fueron señaladas como ubicaciones dentro o en las cercanías de la ruta proyectada de la tormenta. Habitantes de estas localidades recibieron la instrucción de trasladarse de inmediato a sótanos o habitaciones interiores en el nivel más bajo de construcciones resistentes, y de mantenerse alejados de ventanas.
Las autoridades meteorológicas recalcaron que quienes se encontraran en vehículos, casas móviles o al aire libre debían buscar protección sustancial de inmediato. En caso de no contar con un refugio adecuado, los expertos instaron a proteger la cabeza y el cuerpo de posibles impactos de escombros voladores.
El carácter repentino del fenómeno puso a prueba los protocolos de respuesta rápida y la atención ciudadana a las alertas oficiales, en un estado que históricamente ha demostrado ser vulnerable a este tipo de condiciones extremas.
Especialistas recomendaron buscar protección en estructuras sólidas ante la amenaza de clima extremo. (Crédito: Windy.com)La alerta en Oklahoma forma parte de un patrón meteorológico más amplio que ha generado preocupación entre los especialistas. Durante todo el viernes se anticiparon tormentas eléctricas severas dispersas en diversas regiones de las Llanuras Altas centrales y meridionales, con amenazas asociadas que incluyen granizo de gran tamaño, vientos destructivos y tornados adicionales.
Según el NWS, la situación meteorológica es producto de sistemas atmosféricos inestables que durante esta época del año suelen encontrar condiciones propicias para el desarrollo de fenómenos violentos. Las variaciones de temperatura, la humedad relativa y la interacción entre masas de aire frío y caliente intensifican las tormentas y aumentan el riesgo de tornados.
El sistema de monitoreo meteorológico, reforzado por mapas interactivos, ha permitido seguir con precisión la trayectoria de las células de tormenta y anticipar las regiones más vulnerables. Esta tecnología, junto con la coordinación de los servicios de emergencia, ha sido clave para emitir avisos oportunos y reducir la exposición al peligro.
El sistema tormentoso formó parte de un patrón climático severo que afectó a las Llanuras del centro y sur de Estados Unidos. (Crédito: Windy.com)La madrugada tensa de este viernes se suma a una serie de eventos similares que han afectado a Oklahoma en lo que va del año. El pasado 3 de junio, el NWS confirmó la formación de un tornado en la ciudad de Norman. Aunque no se reportaron daños de consideración en el área metropolitana de Oklahoma City, la región experimentó intensas lluvias, granizo, ráfagas violentas y episodios de inundación.
Este tipo de antecedentes refuerzan la percepción de que la temporada de tornados se está desarrollando con una intensidad notable, y que el riesgo no se limita a las grandes ciudades, sino que afecta especialmente a comunidades rurales o con infraestructura vulnerable.
En ese contexto, el llamado de las autoridades a mantenerse informados y a reaccionar con rapidez ante las alertas cobra mayor relevancia, dado que la velocidad de formación y desplazamiento de los tornados puede dejar escaso margen para la evacuación.
El fenómeno se desarrolló durante la madrugada, con potencial de causar daños por viento, granizo y posible formación de tornados. (Crédito: Windy.com)Oklahoma se encuentra en el corazón de la conocida “Tornado Alley”, una franja del centro-sur de Estados Unidos donde la incidencia de tornados es especialmente alta entre los meses de abril y junio. La geografía, las corrientes de aire y el clima estacional de esta zona la convierten en uno de los territorios más activos del mundo en cuanto a fenómenos de este tipo.
La recurrencia de eventos extremos en la región pone a prueba los sistemas de alerta temprana, la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y la preparación de la población. Aunque los avances en tecnología meteorológica han reducido el tiempo de reacción necesario, la velocidad con la que se desarrollan algunas tormentas obliga a mantener una vigilancia constante.
Por ello, el Servicio Meteorológico Nacional reiteró su recomendación de que los habitantes de los condados afectados –y de áreas aledañas bajo observación– permanezcan atentos a nuevas actualizaciones y posibles avisos adicionales durante el transcurso del día.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias urgentes para varias comunidades en riesgo. (Crédito: Windy.com)El NWS informó que continuará monitoreando la evolución del sistema tormentoso mientras se desplaza hacia el este, vigilando condiciones en Osage, Pawnee y condados cercanos. La posibilidad de nuevos desarrollos tornádicos no ha sido descartada, por lo que se espera que se emitan más actualizaciones conforme la situación lo requiera.
El énfasis de las autoridades permanece en la prevención y la seguridad ciudadana. La instrucción es clara: seguir las alertas, buscar refugio adecuado ante cualquier nuevo aviso y no subestimar la peligrosidad de un clima que puede pasar de moderado a violento en cuestión de minutos.
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