
El ministro de Defensa chavista Vladimir Padrino anunció este domingo un “refuerzo especial” de la presencia militar en cinco estados del país, ubicados, dijo, en la “fachada caribeña” y la “atlántica”, en momentos en que Estados Unidos ha ordenado una operación antidrogas en el Caribe, cerca de las aguas de esta nación suramericana.
Padrino detalló en un video difundido en sus redes sociales que se movilizarán, por instrucción del dictador Nicolás Maduro, “medios y fuerzas” para fortalecer la presencia en los estados de Zulia y Falcón (oeste), que describió como “una ruta del narcotráfico”, así como en la región insular de Nueva Esparta -integrada por las islas de Margarita, Coche y Cubagua-, en Sucre y Delta Amacuro, en el noreste del país.
El sábado, el vicepresidente norteamericano JD Vance envió un mensaje contundente en el que defiende el uso de la fuerza contra los carteles de la droga.
“Matar a miembros de carteles que envenenan a nuestros ciudadanos es el mayor y mejor uso de nuestras fuerzas armadas”, afirmó Vance en un mensaje difundido en la red social X. Sus palabras reflejan la línea más dura adoptada por la administración de Donald Trump en materia de seguridad y combate al narcotráfico hasta el momento.

En tanto, este domingo el presidente norteamericano envió un escueto pero contundente mensaje a la dictadura venezolana. Al ser consultado sobre su evalúa ordenar ataques contra el narcotráfico en territorio venezolano, respondió: “Ya verán”.
Las palabras de Trump es enmarcan en el el despliegue militar estadounidense en el Caribe que forma parte de una operación antidrogas que, en las últimas semanas, ha movilizado uno de los contingentes navales más grandes de las últimas décadas en la región. Ocho barcos militares equipados con misiles y un submarino de propulsión nuclear patrullan las aguas cercanas a Venezuela, mientras que los cazas F-35 se encuentran en una base aérea en Puerto Rico.
En una reciente operación, fuerzas estadounidenses lanzaron un misil contra una embarcación sospechosa de transportar drogas, lo que resultó en la muerte de 11 personas identificadas como “narcoterroristas” por Trump. La Casa Blanca confirmó que el ataque se dirigió contra una narcolancha asociada al Tren de Aragua, organización criminal señalada por su expansión internacional y su papel en el tráfico de drogas. El operativo, según fuentes oficiales, respondió a la designación de estos grupos como amenazas terroristas, lo que permite a Estados Unidos aplicar legislación antiterrorista y ampliar su capacidad de acción militar fuera de sus fronteras.
Ese clima de tensión aumentó aún más tras un incidente en el que aviones F-16 venezolanos sobrevolaron un buque estadounidense dedicado a operaciones antidrogas en la región. El presidente Trump advirtió que cualquier aeronave militar venezolana que represente una amenaza para las fuerzas estadounidenses en el Caribe “será derribada”. Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el líder republicano delegó en el mando militar la decisión de actuar ante situaciones peligrosas y anunció el despliegue inmediato de una decena de cazas F-35 a Puerto Rico. “Si nos ponen en una posición peligrosa, serán derribados”, sentenció el mandatario.
Trump enmarcó estas acciones en una política de “mano dura” para frenar tanto el tráfico de drogas como la inmigración ilegal. El presidente acusó al régimen de Nicolás Maduro de abrir las cárceles venezolanas y permitir la llegada de “sus peores prisioneros” a Estados Unidos, asegurando que su administración ha expulsado a miles de personas con antecedentes criminales. Además, negó que el objetivo de la operación en el Caribe sea derrocar al régimen venezolano, aunque reiteró las acusaciones de narcotráfico contra Maduro y el Cártel de los Soles.
El viernes, Maduro afirmó que el país sudamericano pasaría a una “etapa de lucha armada” si se produjera una agresión militar de Estados Unidos.
Maduro señaló que Venezuela permanece “todavía en la fase de lucha no armada, que es una fase política, comunicacional, institucional”, aunque detalló que si el país fuera atacado iniciaría “una etapa de lucha armada, planificada, organizada, de todo el pueblo contra la agresión, sea local, regional o nacional”. El dictador chavista sostuvo que tal respuesta sería “en defensa de la paz, de la integridad territorial, de la soberanía y del pueblo”.
El anuncio se realizó durante un acto de activación de las milicias ciudadanas, transmitido en cadena nacional. Maduro detalló que el pueblo venezolano se encuentra en una “fase de alistamiento y preparación” y pasará a un despliegue de “capacidades defensivas, de entrenamiento y reentrenamiento de toda la población venezolana”. Manifestó, además, que el pueblo venezolano es “pacifista”, pero, según sus palabras, “guerrero”, y que “nadie” podrá “venir a esclavizarlo”.