
El régimen de Irán anunció su disposición a retomar las negociaciones nucleares con Estados Unidos, condicionando el proceso a nuevas bases ajustadas al actual contexto regional, marcado por el último conflicto armado.
Así lo comunicó el ministro de Exteriores, Abbas Araqchi, durante un acto en Teherán. Aseguró que la República Islámica está dispuesta a volver a dialogar, pero advirtió que el proceso no podrá seguir los mismos lineamientos que antes de la guerra de 12 días con Israel y la posterior intervención estadounidense.
Además, explicó que los acontecimientos modificaron el entorno y redefinieron las prioridades de Teherán en materia de seguridad y política internacional.
“Las negociaciones no pueden tener la misma forma que antes de la guerra. No es posible que, tras terminar la guerra con todas sus consecuencias, volvamos a sentarnos en la mesa de diálogo en las mismas condiciones previas”, afirmó Araqchí, según informó la agencia oficial IRNA.

La declaración oficial de Irán destaca que el diálogo nuclear permanece en la agenda, aunque con nuevas condiciones y características. Araqchí subrayó que el respeto a la soberanía iraní y el levantamiento de las sanciones internacionales sobre la República Islámica son requisitos esenciales para cualquier acercamiento.
En respuesta a la presión de Washington, el ministro del régimen afirmó que su nación no cederá ante “amenazas” ni "extorsiones", rechazando la exigencia de suspender el programa de enriquecimiento de uranio, calificada como inadmisible por las autoridades iraníes.
Las negociaciones nucleares entre Teherán y Washington registraron cinco rondas desde enero; la sexta reunión, prevista antes de la escalada bélica, fue cancelada tras el inicio del conflicto con Israel.
En ese contexto, Estados Unidos intervino activamente el 21 de junio al atacar tres instalaciones nucleares iraníes, acción que coincidió con la proximidad de un alto el fuego.
Araqchí confirmó que los contactos con la administración estadounidense persisten mediante intermediarios y precisó que la reapertura formal del diálogo dependerá de que acepten negociar sobre la base del respeto mutuo y los intereses compartidos, considerando el nuevo escenario regional y geopolítico derivado de la escalada militar.
El ministro también mencionó el estado de las conversaciones con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), resaltando la posibilidad de avanzar hacia un nuevo marco de cooperación, pese a las tensiones por los recientes ataques contra instalaciones nucleares iraníes.

Araqchí explicó que ambas partes se encuentran próximas a establecer un acuerdo para reorganizar las relaciones bilaterales, suspendidas parcialmente tras la aprobación en el Parlamento iraní de una ley que modificó la transparencia nuclear en respuesta a los bombardeos de junio.
Irán confirmó la realización de nuevas reuniones con el OIEA en Viena, con el propósito de pactar una modalidad renovada de cooperación.
De forma paralela, la presión internacional sobre el régimen persa se incrementó el 28 de agosto, cuando Reino Unido, Francia y Alemania, el grupo conocido como E3, activaron el mecanismo de restauración automática de sanciones internacionales de Naciones Unidas por el programa nuclear iraní.

La reciente reunión en Doha entre Kaja Kallas, jefa de la diplomacia de la Unión Europea, y Araqchí, hace unos días, sumó nuevos elementos al entorno negociador. Las partes abordaron la posibilidad de hallar una salida diplomática al programa nuclear iraní antes del eventual restablecimiento de sanciones.
Esta consulta respondió a la decisión europea de fijar un plazo para el restablecimiento de sanciones, tras acusar a Irán de incumplir los compromisos nucleares asumidos en el acuerdo de 2015. Naciones Unidas ve estos próximos 30 días como una oportunidad para alcanzar una solución diplomática antes de adoptar medidas punitivas.
(Con información de EFE)