
Jennifer Lopez modificó radicalmente su vestuario habitual para presentarse en el Gran Premio de Arabia Saudita 2025, alejándose de su tradicional estilo escénico en favor de un atuendo completamente recatado.
Según Daily Mail, la cantante y actriz evitó mostrar cualquier parte de su piel desde el cuello hasta los pies durante su presentación en Jeddah Corniche Circuit, en cumplimiento con las normas culturales del país.
Lopez, quien en anteriores espectáculos ha lucido leotardos con escotes pronunciados y vestuarios tipo lencería, optó en esta ocasión por trajes ajustados de cuerpo entero, sin dejar expuesta ninguna parte de su pecho, hombros, brazos, abdomen, piernas o tobillos.
Incluso utilizó guantes para cubrir sus manos y llegó a llevar sombrero en uno de los actos del show. “La estrella del Bronx no mostró piel desde el cuello hasta los pies”, informó Daily Mail, que añadió que el cambio representa una desviación significativa en su estilo habitual.

La presentación formó parte de su gira #JLoLiveIn2025, y fue la primera vez en once años que participó en un evento de la Fórmula 1, tras haber actuado en el Gran Premio de Singapur de 2014. En el escenario la acompañaron artistas como Usher, Major Lazer y PartyNextDoor.
La legislación vigente en Arabia Saudí, particularmente la Ley de Decencia Pública introducida en 2019, exige una vestimenta modesta tanto a hombres como a mujeres, especialmente en espacios públicos.
El sitio oficial Visit Saudi Arabia recomienda a las mujeres extranjeras que sigan estos códigos de vestimenta por respeto a las costumbres locales. Esta normativa exige ropa suelta que cubra al menos desde los codos hasta los tobillos.
En su cuenta oficial de Instagram, la artista agradeció al público con las palabras: “Gracias @F1 Saudi Arabian Grand Prix en Jeddah por una noche inolvidable… fue maravilloso estar allí con todos… ¡no puedo esperar para verlos este verano! #UpAllNight #JLoLiveIn2025″.
Durante su estancia en Jeddah, J.Lo también fue vista como invitada del equipo Ferrari durante la clasificación del Gran Premio, manteniendo en todo momento su indumentaria conforme a los códigos locales.

Mientras la artista continúa con sus compromisos profesionales, su nombre volvió a vincularse con el juicio por tráfico sexual, crimen organizado y prostitución que enfrenta su expareja, el productor musical Sean Diddy Combs.
Los fiscales federales que investigan a Combs buscan incluir como prueba un episodio ocurrido el 27 de diciembre de 1999, cuando ambos, entonces pareja sentimental, fueron arrestados tras un tiroteo en la discoteca Club New York en Manhattan.
El incidente dejó tres heridos, entre ellos Natania Reuben, quien recibió un disparo en el rostro.
“Estoy dispuesta a que un médico me extraiga una parte de la bala de 9 mm de la cara para que puedan usarla como prueba si es necesario para este juicio”, declaró Reuben a NewsNation.

Aunque Jennifer Lopez no enfrentó cargos en aquella ocasión, las autoridades consideran que su testimonio podría contribuir a establecer un patrón de comportamiento violento por parte del acusado.
En ese evento, la policía encontró un arma robada en el vehículo en que viajaban Diddy y Jennifer, y el entonces chofer del productor, Wardel Fenderson, afirmó que le ofrecieron un soborno para asumir la culpa.
Posteriormente, el rapero Jamal Shyne Barrow admitió haber sido quien disparó el arma y fue condenado por el tiroteo.
El proceso judicial actual, cuyo inicio formal está previsto para el 12 de mayo con la selección del jurado una semana antes, ha incorporado nuevas pruebas y testimonios que complican la defensa del productor.

Entre ellas se encuentra un video difundido por CNN en mayo de 2024, en el que se observa a Sean Combs golpeando a su exnovia, la cantante Cassie Ventura, en un hotel de Los Ángeles.
El equipo legal del acusado alega que la grabación fue editada y que su cadena de custodia es cuestionable.
La defensa también ha solicitado excluir del juicio las imágenes de Lopez discutiendo con Combs en otro club nocturno en el año 2000, la misma noche en que se acusó al productor de abuso sexual contra una menor.
Si bien ese material no forma parte formal del proceso, las autoridades consideran que contribuye a contextualizar las conductas del acusado.