
El plan del presidente estadounidense Donald Trump para construir una “Cúpula Dorada” que proteja a Estados Unidos de misiles de largo alcance se inspiró al menos en parte en las defensas antimisiles de varios niveles de Israel.
Trump anunció el concepto de 175 mil millones de dólares en la Oficina Oval el martes, diciendo que pondría armas estadounidenses en el espacio por primera vez y que estaría “plenamente operativo” para el final de su mandato a principios de 2029, aunque un funcionario estadounidense familiarizado con el programa dijo que podría tomar más tiempo.
Las defensas de múltiples capas de Israel, a menudo denominadas colectivamente como la “Cúpula de Hierro”, han desempeñado un papel clave en la defensa del país frente a los disparos de cohetes y misiles de Irán y grupos militantes aliados en el conflicto desatado por el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.

El sofisticado sistema, desarrollado durante décadas con un considerable apoyo estadounidense, es capaz de detectar fuego enemigo y desplegarse solo si el proyectil se dirige hacia un centro de población o una infraestructura militar o civil sensible. Los líderes israelíes afirman que el sistema no está 100% garantizado, pero le atribuyen la prevención de daños graves e innumerables víctimas.
Este sistema, desarrollado en colaboración con Estados Unidos, está diseñado para interceptar misiles de largo alcance. El Arrow, que opera fuera de la atmósfera, se ha utilizado para interceptar misiles de largo alcance lanzados por rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen y por el propio Irán durante dos intercambios de disparos directos el año pasado.
También desarrollado en colaboración con EE. UU., el sistema Honda de David está diseñado para interceptar misiles de mediano alcance, como los que posee el grupo militante Hezbollah del Líbano. Se desplegó en múltiples ocasiones durante la guerra con Hezbollah, que concluyó con un alto el fuego el año pasado.

Este sistema, desarrollado por Israel con el apoyo de Estados Unidos, se especializa en el derribo de cohetes de corto alcance. Ha interceptado miles de cohetes desde su activación a principios de la década pasada, incluyendo salvas lanzadas por Hamas y Hezbollah. Israel afirma tener una tasa de éxito superior al 90%.
Israel está desarrollando un nuevo sistema para interceptar amenazas entrantes con tecnología láser. Israel ha afirmado que este sistema será revolucionario, ya que su operación será mucho más económica que la de los sistemas existentes. Según informes de medios israelíes, el costo de una sola intercepción con Iron Dome es de aproximadamente 50.000 dólares, mientras que los otros sistemas pueden costar más de 2 millones de dólares por misil. Las intercepciones con Iron Beam, en cambio, costarían unos pocos dólares cada una, según funcionarios israelíes, pero el sistema aún no está operativo.
(con información de AP)