El Parlamento de Eslovenia aprobó el viernes una ley que legaliza la asistencia médica para morir en casos de pacientes terminales, tras un referéndum en el que la mayoría de la población respaldó esta medida. Con 50 votos a favor, 34 en contra y tres abstenciones, la legislación posiciona a Eslovenia entre los países europeos que permiten esta práctica, como Suiza y Austria.
El texto aprobado establece que las personas con enfermedades terminales, en pleno uso de sus facultades mentales, podrán solicitar asistencia médica para morir si su sufrimiento es insoportable y se han agotado todas las opciones terapéuticas.
La normativa también contempla la posibilidad de recurrir a esta práctica si el tratamiento no ofrece una expectativa razonable de recuperación o mejora. Sin embargo, excluye los casos en los que el sufrimiento derive exclusivamente de enfermedades mentales. Se espera que la ley entre en vigor en las próximas semanas.
Durante el debate parlamentario, la diputada Tereza Novak, del Movimiento Libertad —partido gobernante que impulsó la iniciativa—, sostuvo que el derecho a la asistencia para morir “no representa una derrota para la medicina”. En su intervención, afirmó: “Sería un error que la medicina privara a las personas de su derecho a morir si así lo desean y la medicina no puede ayudarlas”.
El Partido Democrático Esloveno (SDS), de orientación conservadora, rechazó con firmeza la ley. En un comunicado, la agrupación sostuvo que esta medida “abre la puerta a una cultura de la muerte, a la pérdida de la dignidad humana y a la minimización del valor de la vida, en particular de los más vulnerables”.

La ley se fundamenta en el resultado de un referéndum celebrado el año pasado, en el que el 55 por ciento de los votantes se manifestó a favor de legalizar el suicidio asistido. Esta consulta popular reflejó un cambio en la percepción social sobre el derecho a morir, tema que ha generado debates en varias naciones europeas.
A diferencia de la eutanasia —práctica en la que un profesional de la salud induce directamente la muerte a solicitud del paciente, legal en países como Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo—, la legislación eslovena se centra en el acompañamiento médico para morir, con estrictos requisitos de elegibilidad.
Los procedimientos y controles específicos para implementar la ley aún deben ser definidos por el Ministerio de Salud, que deberá establecer un protocolo para evaluar cada caso y garantizar que la decisión del paciente sea voluntaria, informada y revisada por profesionales independientes.
Con esta decisión legislativa, Eslovenia se suma al reducido grupo de países de Europa Central y del Este que adoptan leyes sobre el final de la vida basadas en criterios médicos y éticos definidos por el consentimiento individual y la condición clínica irreversible.
(Con información de AFP)