
En un evento cargado de simbolismo y emotividad, el papa León XIV, el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia Católica, envió un mensaje de esperanza y fe a los jóvenes de Chicago y de todo Estados Unidos.
“Muchas personas que sufren diferentes experiencias de depresión o tristeza pueden descubrir que el amor de Dios es verdaderamente sanador, que trae esperanza”, expresó el papa en un video transmitido en la pantalla gigante del estadio de béisbol de los White Sox, durante un acto organizado por la Arquidiócesis de Chicago.
El evento, que tuvo lugar el sábado, fue especialmente significativo, ya que se celebró en la ciudad natal del papa León XIV, anteriormente conocido como Robert Prevost, y en el estadio de su equipo favorito de las Grandes Ligas.

La actividad formó parte de las celebraciones por su reciente elección como pontífice, ocurrida el pasado 8 de mayo, y estuvo enmarcada en el Año Jubilar de la Esperanza, declarado previamente por el papa Francisco.
León XIV aprovechó la ocasión para dirigirse directamente a los jóvenes, alentándolos a encontrar propósito y significado en sus vidas a través de la fe y el servicio a los demás.
En su mensaje, el papa instó a los asistentes a convertirse en “faros de esperanza” para quienes los rodean.
“Compartir ese mensaje de esperanza unos con otros, mediante la ayuda, el servicio, buscando maneras de mejorar nuestro mundo, nos da verdadera vida a todos y es una señal de esperanza para el mundo entero”, afirmó. Estas palabras resonaron tanto en el público presente en el estadio como en quienes siguieron la transmisión en línea.

El programa de la tarde incluyó una serie de actividades que destacaron las raíces del papa León XIV en Chicago.
Entre ellas, se presentó una actuación del Coro de la Escuela Secundaria Católica Leo, así como la participación de un músico peruano, en un guiño a los años que el pontífice pasó como misionero agustino en Perú. Además, se llevó a cabo una charla con un exprofesor del papa y un compañero de la escuela secundaria, quienes compartieron anécdotas sobre su vida antes de asumir su vocación religiosa.
El evento también celebró la conexión entre el catolicismo y el béisbol, un deporte que el papa León XIV ha seguido de cerca desde su juventud. Durante la ceremonia, el equipo de los White Sox extendió una invitación especial al pontífice para realizar el primer lanzamiento ceremonial en un futuro juego, un gesto que subraya la importancia de su vínculo con la ciudad y su comunidad.

León XIV, de 69 años, asumió el liderazgo de la Iglesia Católica tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril. Su elección marcó un hito en los 2.000 años de historia de la institución, al convertirse en el primer estadounidense en ocupar el cargo. Antes de su nombramiento, dedicó su vida al servicio como misionero agustino y desempeñó un papel destacado en el Vaticano como obispo.
En su mensaje, el papa también reflexionó sobre el poder de la fe para unir a las personas y generar esperanza.
“Cuando veo a todos y cada uno de ustedes, cuando veo cómo la gente se reúne para celebrar su fe, descubro yo mismo cuánta esperanza hay en el mundo”, declaró.

Estas palabras fueron recibidas con entusiasmo por los asistentes, quienes participaron posteriormente en una misa celebrada por el cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago y miembro del cónclave que eligió a León XIV como pontífice.
El evento no solo destacó la figura del papa León XIV como líder espiritual, sino también como un símbolo de esperanza y renovación para la Iglesia Católica en Estados Unidos y el mundo. La combinación de fe, comunidad y tradición deportiva en el estadio de los White Sox reflejó la esencia de su mensaje: encontrar significado en la conexión con los demás y en el servicio a un propósito mayor.