
La vida de Noah Markham desafía cualquier expectativa: sobrevivió al huracán Katrina como embrión congelado y, casi dos décadas después, se incorpora al Ejército de Estados Unidos, decidido a servir en el mismo estado donde su existencia estuvo en peligro antes de nacer.
Ahora, a los 18 años, Noah Markham se prepara para iniciar su carrera militar en la base de Fort Polk, Luisiana, tras completar la secundaria en Covington y superar un proceso de formación que lo llevó por Fort Jackson, en Carolina del Sur, y Fort Lee, en Virginia, donde se especializa como mecánico.
El joven, originario de Nueva Orleans, reconoce que su motivación para unirse al Ejército surge de un profundo deseo de retribuir a su comunidad y de una tradición familiar marcada por el servicio militar. “De niño pensaba que solo tuve suerte. Ahora sé que no estaría aquí si no fuera por quienes me salvaron, y estoy muy agradecido”, expresó en entrevista con People.

El origen de Noah está ligado a uno de los mayores desastres naturales en la historia de Estados Unidos. En agosto de 2005, el huracán Katrina devastó Nueva Orleans, dejando a miles de familias sin hogar y provocando una emergencia sanitaria y logística sin precedentes. En medio de la catástrofe, la clínica de fertilidad donde los padres de Noah, Glen y Rebekah Markham, habían almacenado cinco embriones tras recurrir a la fertilización in vitro, activó un protocolo de emergencia. Los embriones, incluidos los de la familia Markham, se trasladaron al hospital Lakeland y se reforzaron con nitrógeno líquido para mantener su viabilidad.
La situación se volvió crítica cuando el hospital perdió el suministro eléctrico y las temperaturas superaron los 37℃ (100℉), poniendo en riesgo la conservación de los embriones.
Glen Markham relató a People que la entonces gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, autorizó un operativo de rescate. El 11 de septiembre de 2005, equipos de distintas agencias policiales navegaron en botes de fondo plano hasta el hospital y lograron recuperar los 1.200 canisteres con embriones antes de que se descongelaran. “Noah fue uno de ellos”, recordó Glen, subrayando que el rescate se convirtió en un símbolo de esperanza en medio de la tragedia.
Noah nació el 16 de enero de 2007 y recibió su nombre en honor al personaje bíblico y su arca, evocando la idea de salvación. Su llegada atrajo la atención de los medios: “Al salir del hospital había periodistas y fotógrafos por todas partes. Querían entrevistar a mi madre porque realmente fue un milagro. Era una buena noticia en medio de tantas malas”, relató Noah a People.

La notoriedad de su historia marcó la infancia de Noah. En la escuela, sus profesores compartían videos sobre su caso y sus compañeros conocían el relato de su origen poco común. “De niño era bastante popular, los profesores ponían mi video en clase porque hay grabaciones en YouTube sobre esto. Todos ya lo sabían, aunque suena increíble. Nadie cree que fuiste un embrión congelado”, comentó. A pesar de la atención mediática, Noah reconoce que cada persona afectada por Katrina tiene una historia valiosa y que la experiencia compartida fortaleció el sentido de pertenencia a su ciudad natal.
El vínculo con su hermano Witt añade una dimensión única a la vida de Noah. Aunque nacieron con tres años de diferencia, ambos provienen de la misma serie de embriones, lo que lleva a Noah a considerarlo su “gemelo”. “Es lo más difícil de explicar. He estado en este mundo más de 21 años, pero técnicamente solo he nacido hace 18”, explicó a People. Esta conexión biológica refuerza el lazo entre los hermanos y resalta la singularidad de su historia familiar.
El huracán Katrina marcó profundamentea la familia Markham. Sus abuelos de Noah perdieron todas sus pertenencias, incluido un piano automático que su padre aún recuerda con nostalgia. Dos décadas después, el joven observa que todavía existen zonas de la ciudad que no han logrado recuperarse, aunque confía en que las lecciones aprendidas permitan evitar tragedias similares en el futuro.
La vocación de servicio ha guiado el camino de Noah desde su infancia. Tras graduarse de la secundaria, ingresó al entrenamiento básico del Ejército el 28 de mayo en Fort Jackson y actualmente cursa formación avanzada en Fort Lee, con la expectativa de permanecer en Luisiana a largo plazo. Tanto él como Witt estarán destinados en la base de Fort Polk, siguiendo la tradición militar de su padre y abuelos.
Para Noah, la experiencia de Katrina y el rescate de su embrión le enseñaron que, aunque los objetos materiales pueden perderse y recuperarse, la vida es el bien más valioso y merece ser protegida.