
Un hombre frágil, vestido con ropas humildes y dotado de una voluntad inquebrantable, desafió al mayor imperio de su tiempo y transformó la manera en que el mundo comprende la protesta política.
Mahatma Gandhi, conocido como el “padre de la India”, lideró la independencia de su país del dominio británico y sentó las bases de la resistencia no violenta, método que inspiró a numerosas generaciones y movimientos sociales en todo el mundo, desde Asia hasta Estados Unidos, según National Geographic.
Gandhi nació en Gujarat, India, en 1869, en una familia acomodada. Tras una juventud marcada por la rebeldía, viajó a Londres para estudiar derecho, comprometido a respetar los valores hindúes de su madre.
La experiencia decisiva llegó en 1893, cuando se trasladó a Natal, Sudáfrica, como abogado. Allí sufrió discriminación sistemática: fue expulsado de trenes, agredido y segregado en espacios públicos. Al ser privados los indios del derecho al voto en Natal, organizó la resistencia legal y social, construyendo su identidad pública y desarrollando su filosofía de Satyagraha.

Al regresar a la India en 1915, Gandhi integró el Satyagraha al Congreso Nacional Indio. Se destacó por oponerse en 1919 a la Ley Rowlatt, que permitía detenciones sin juicio.
La respuesta británica fue la Masacre de Amritsar, donde 400 manifestantes pacíficos fueron asesinados, lo que llevó a Gandhi a intensificar la resistencia a través de boicots y protestas masivas.
Su mayor campaña fue la Marcha de la Sal de 1930: una caminata de 388 kilómetros hacia la costa de Gujarat para desafiar la ley sobre la sal británica. La acción concluyó con más de 60.000 arrestos, pero afianzó el apoyo popular a la causa independentista. Tras un año en prisión, Gandhi defendió a los “intocables” y negoció —sin éxito— la autonomía con las autoridades coloniales.

Durante la Segunda Guerra Mundial, lideró el movimiento Quit India, pidiendo la retirada británica. Fue encarcelado nuevamente junto a miles de activistas, aunque la presión popular fue decisiva para la independencia.
En 1944, debilitado físicamente, fue liberado y presenció el inicio de la retirada británica y la independencia de la India en 1947, proceso que incluyó la traumática partición con Pakistán y violentos enfrentamientos religiosos.
Gandhi intentó frenar la violencia antes de ser asesinado en 1948, a los 78 años. A su funeral asistieron más de 1,5 millones de personas.

El ejemplo de Gandhi trascendió la India. National Geographic resalta que figuras como Martin Luther King Jr. y el Dalai Lama adaptaron su método y valores, consolidando la resistencia no violenta como una referencia mundial para el cambio social sin violencia.
No obstante, su figura es objeto de debate. Entre algunos hindúes, se discute su relación con la comunidad musulmana, mientras que otros consideran insuficiente su lucha contra el sistema de castas.
Además, fue criticado por su actitud ante la segregación en Sudáfrica y por ciertos comentarios sobre la población negra.

En materia de género, si bien apoyó algunos derechos de las mujeres, se opuso al uso de anticonceptivos y al sexo por placer.
A pesar de estas controversias, la huella de Gandhi en la historia de la India y en la evolución de la protesta política mundial permanece indeleble. Como destaca National Geographic, su vida y enseñanzas continúan inspirando a quienes buscan el cambio social mediante la desobediencia civil y la resistencia pacífica.