El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el almirante Alvin Holsey, comenzará mañana, martes, una visita a Granada y Antigua y Barbuda para fortalecer la cooperación en materia de seguridad y abordar la lucha contra la delincuencia organizada transnacional, coincidiendo con las tensiones con Venezuela.
Holsey se reunirá con el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, y con su homólogo granadino, Dickon Mitchell, según el comunicado publicado por la Embajada de EEUU en la región.
Esta visita es la primera de Holsey a ambos países desde que asumió el mando del Comando Sur en noviembre pasado y representa, agregó la nota, una oportunidad para fortalecer aún más la cooperación en materia de seguridad con socios clave en el Caribe.
La visita se produce poco después de que el Gobierno de Granada confirmara que recibió una solicitud de EEUU para la instalación temporal de equipos de radar y personal técnico asociado en el Aeropuerto Internacional Maurice Bishop.
Esta petición se da en el marco de un incremento de las tensiones entre Washington y Caracas por el despliegue militar de EEUU en el Caribe para luchar contra el narcotráfico procedente de Venezuela.

Granada es miembro de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que condenó el pasado viernes lo que consideró como la “incursión ilegal y provocadora” de aeronaves de EEUU cerca de Venezuela en el mar Caribe.
En un comunicado, la alianza afirmó que este “hostigamiento militar sistemático” se enmarca en un “patrón de agresiones que buscan desestabilizar la región, infundir miedo e imponer una lógica de intimidación propia de la doctrina imperial”.
Además de sus encuentros con ambos primeros ministros, la agenda de Holsey incluye reuniones con el Jefe del Estado Mayor de la Defensa de Antigua y Barbuda, Telbert Benjamin, y el Comisionado Interino de la Real Fuerza de Policía de Granada, Randy Connaught.
“Las reuniones se centrarán en reafirmar la larga colaboración en materia de seguridad entre ambas naciones y los desafíos compartidos que afectan al Caribe Oriental, incluyendo la delincuencia organizada transnacional, el tráfico ilícito y la seguridad fronteriza”, indicó la nota.

En Granada, una isla caribeña próxima a la costa de Venezuela, el Gobierno está evaluando la solicitud de Washington de alojar personal y equipo militar.
“Aseguramos a nuestros ciudadanos que cualquier decisión que se tome se guiará por la soberanía, la seguridad pública y el interés nacional de Granada”, afirmó en su momento el Ministerio de Exteriores.
Numerosas voces en el país, como la del expresidente del Senado y sindicalista Chester Humphrey, y la del exministro de Exteriores Peter David se han expresado públicamente en contra de dicha solicitud.
Humphrey denunció que la medida de Washington es un preludio al lanzamiento de un ataque militar contra el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
El pasado jueves, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que las lanchas rápidas destruidas en aguas del Caribe, cerca de Venezuela, transportaban cantidades masivas de drogas. Según el mandatario, cada una de ellas era “como un vagón de metro cargado de drogas” y contenía suficiente cargamento como para matar a “25.000 estadounidenses”.
Durante una reunión de gabinete, Trump destacó que gracias a los operativos, “las drogas ya no están entrando por agua. De hecho, ya ni siquiera podemos encontrar barcos en el agua”, afirmó.