(Enviado especial a Miami, Estados Unidos) El jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Alvin Holsey, explicitó su preocupación por la influencia de China, Rusia e Irán en América Latina, durante su presentación en la Conferencia Anual Seguridad Hemisférica organizada por el Instituto Jack D. Gordon de la Universidad Internacional de Florida.
En este contexto, el almirante Holsey hizo referencia a Venezuela y a Panamá, que se transformó en un blanco móvil de Beijing por la importancia estratégica del Canal.
Asimismo, el jefe del Comando Sur aseguró que Estados Unidos apoyará a la misión en Haití que coordina Naciones Unidas y se ha desplegado para evitar que las bandas de narcotraficantes controlen toda la isla caribeña.
“Pienso en los desafíos. Lo primero que viene a la mente son los actores clave: China, Rusia, Irán. Pienso en las organizaciones responsables de traer drogas a este país, su responsabilidad en la migración ilegal”, sostuvo el almirante Holsey ante una pregunta puntual de Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas.
Y añadió: “Actualmente observo inestabilidad en Haití, Cuba y Venezuela. Así que esos son los temas que debo abordar a diario”.
Las declaraciones de Holsey reflejan la agenda regional de la administración republicana. China ejecuta una ofensiva en América Latina, traccionada por su poder económico y financiero, que tomó a Venezuela y Cuba como cabeza de playa.
“Cuando veo el acceso y la actividad de China, su desarrollo está orientado al uso de los servicios públicos, y su interés por el transporte y la tecnología”, afirmó Holsey.
Y completó: “Diría que están accediendo a proyectos de infraestructura, están sentando las bases para posibles oportunidades militares en el futuro. Tendríamos que estar muy preocupados por eso, y asegurarnos de contar con el apoyo de nuestros socios en el futuro”.
Cuba se transformó en una base de vigilancia y control de los Estados Unidos a través de tecnología aportada por Beijing, y Holsey hizo hincapié en el uso del 5G que promueve China con sus empresas estatales.
Respecto al Canal de Panamá, Holsey fue preciso. Aseguró que el Canal “es quizás la infraestructura más importante del hemisferio occidental”, y a continuación sostuvo que hay un interés directo del regimen que lidera Xi Jinping.
A su turno, el jefe del Comando Sur se enfocó en la dictadura venezolana. Nicolás Maduro “usa su poder institucional para mantenerse en el poder”, dijo. E introdujo un asunto que será clave en las próximas semanas: Guyana.
Maduro quiere apropiarse de un enclave petrolero ubicado en la provincia de Esequibo, y urdió un proceso electoral fraudulento para el 25 de mayo. El dictador venezolano no tiene un sólo antecedente histórico para justificar la anexión de esa provincia que pertenece a Guyana.
En este sentido, Holsey comentó en su presentación que había estado en Guyana y que le había ratificado a sus autoridades que Estados Unidos garantizará su soberanía territorial.
“Fui allá para enviar una señal”, remató el almirante estadounidense.
Por último, Holsey se tomó su tiempo para describir su mirada sobre la crisis en Haití.
El jefe del Comando Sur ratificó la decisión geopolítica de sostener la seguridad en la isla caribeña frente al poder que detentan las bandas de narcotraficantes.
El Pentágono teme que una ola de inmigrantes ilegales intente alcanzar Estados Unidos, y el compromiso de la administración republicana apunta a evitar esa posibilidad.
“Ahí tenemos a la guardia costera”, dijo el almirante Holsey.
Y a continuación confirmó que hay vuelos estratégicos para garantizar los suministros y que la Casa Blanca sostiene a la misión de paz que está desplegada en Haiti bajo la cobertura de las Naciones Unidas.
“Nuestro objetivo es mantener la paz y acabar con las bandas en Haití”, completó el jefe del Comando Sur.