
El cambio de hora se adelanta este año en Estados Unidos. El horario de verano termina en una de las fechas más tempranas del calendario reciente: el domingo 2 de noviembre de 2025 a las 2:00 de la madrugada.
Según información de TimeAndDate, los relojes deberán atrasarse una hora, de las 2:00 a la 1:00, marcando el fin del Daylight Saving Time (DST) y el regreso al horario estándar en todo el país, excepto en los estados de Arizona y Hawaii, donde no se adopta esta medida.
Este ajuste ocurre un día antes que en 2024, cuando el cambio se realizó el 3 de noviembre. El procedimiento de modificar los relojes dos veces al año genera debate constante y mantiene dividida a la población y a los representantes en el Congreso.
La práctica del horario de verano fue adoptada originalmente en Estados Unidos en 1918 bajo el término “Fast Time” (Tiempo rápido), con el objetivo de conservar combustible durante la Primera Guerra Mundial.

Esa legislación fue derogada menos de un año después, pero algunas ciudades optaron por continuar con el nuevo horario. Posteriormente, en 1942, el presidente Franklin D. Roosevelt instauró un nuevo cambio de hora bajo la denominación de “War Time” (Tiempos de guerra), vigente durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
La falta de regulación nacional provocó que las ciudades estadounidenses fijaran reglas propias hasta la promulgación, en 1966, de la Ley de Uniformidad del Tiempo (Uniform Time Act), que estableció normas federales para la modificación de los relojes y reguló el horario de verano en el país.
Según el Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST), “en Estados Unidos, esto tiene el efecto de crear más horas de sol en la tarde durante los meses en los que el clima es más cálido”, lo que favorece a distintos sectores vinculados al ocio, el comercio y el turismo.

El debate sobre la pertinencia de seguir con el horario de verano persiste. En 2022, el Senado aprobó el proyecto legislativo "Ley de Protección del Sol", que buscaba convertir el horario de verano en permanente, eliminando la necesidad de modificar los relojes dos veces al año. Sin embargo, la iniciativa fue frenada en la Cámara de Representantes. En enero de 2025, se volvió a presentar una propuesta similar.
El senador demócrata por Massachusetts, Ed Markey, uno de los promotores del cambio, argumentó en un correo enviado a MassLive en octubre de 2024: “este ritual de atrasar y adelantar los relojes ya ha durado suficiente. No es solo una molestia: cambiar la hora tiene un impacto real en nuestra economía, nuestra salud y nuestra felicidad”.
Por otro lado, el presidente Donald Trump ha manifestado su rechazo a los cambios horarios. En un mensaje publicado en X en diciembre de 2024, afirmó: “el horario de verano es inconveniente y muy costoso para nuestra nación”, en referencia a los cambios logísticos y económicos derivados del procedimiento.

La opinión pública también muestra cansancio respecto al cambio de hora. Según una encuesta de Gallup realizada en enero, el 54% de los estadounidenses dijeron querer eliminar la práctica.
De ese total, el 48% prefiere mantener el horario estándar todo el año, mientras que solo el 24% optaría por el horario de verano permanente. Apenas el 19% se mostró a favor de conservar el sistema actual de dos modificaciones anuales en los relojes.
El horario de verano en 2025 se inició el 9 de marzo, cuando los relojes se adelantaron una hora. Con el ajuste de noviembre, el país ingresará en el período de horario estándar hasta marzo de 2026, cuando está previsto el próximo cambio el día 8.
Por su parte, en noviembre de 2026 el ajuste volverá a realizarse el día 1, la fecha más temprana contemplada en el sistema vigente. Conviene recordar que Arizona y Hawaii no observan el horario de verano, manteniendo el mismo huso horario durante todo el año.