La administración de Donald Trump estableció nuevas restricciones financieras a la Universidad de Harvard tras manifestar dudas sobre su solidez económica, según informó la agencia Reuters.
Desde el gobierno confirmaron que, a partir de ahora, la universidad con sede en Cambridge, Massachusetts, solo podrá solicitar el reembolso de las ayudas estudiantiles al Departamento de Educación después de haberlas financiado inicialmente con sus propios fondos. Hasta esta modificación, Harvard transfería directamente a los beneficiarios los recursos federales que recibía.
La decisión incluye la exigencia de que Harvard presente una carta de crédito por USD 36 millones como garantía para cubrir potenciales incumplimientos financieros.
“Estas acciones son necesarias para proteger a los contribuyentes”, afirmó la secretaria de Educación, Linda McMahon.

La universidad posee una dotación superior a los USD 53.000 millones y nunca ha sugerido una situación cercana a la insolvencia. Sin embargo, admitió la necesidad de ajustar su gasto tras los condicionamientos de la administración Trump para el acceso a fondos federales, utilizados como herramienta para forzar cambios institucionales. La Casa Blanca justificó estas exigencias argumentando que universidades como Harvard exhiben tendencias “antisemitas” y promueven “ideologías de izquierda radical”.
De acuerdo con datos proporcionados por la propia Harvard, las decisiones del Ejecutivo podrían provocar una afectación presupuestaria de hasta USD 1.000 millones anuales. Además, la universidad recurrió a la vía judicial frente a algunas de estas políticas y logró que una jueza fallara a su favor luego de que el gobierno cancelara más de USD 2.000 millones en subvenciones para investigación.
Tres hechos inciden directamente en la decisión, según NBC News: un dictamen que determinó que Harvard violó el Título VI de la Ley de Derechos Civiles; la resistencia de la universidad a entregar documentación exigida. Estas circunstancias justifican el cambio de régimen en el flujo de fondos federales.
Linda McMahon puntualizó en su declaración que Harvard reconoció recientemente “preocupaciones materiales” sobre su salud financiera. Las autoridades educativas recalcaron que el nuevo sistema para las ayudas federales y la exigencia de garantías busca maximizar la fiscalización y salvaguardar los recursos públicos. Indicaron que los fondos federales siguen estando disponibles para los estudiantes, aunque la universidad deberá cubrir los pagos y recuperar el dinero posteriormente.
La cobertura del medio estadounidense, agrega que la decisión del Departamento de Educación podría escalar si Harvard no facilita los requerimientos pendientes relacionados con sus políticas de discriminación y su situación financiera.
De acuerdo con registros y declaraciones citadas por Reuters, el presidente Donald Trump sostuvo que Harvard debería abonar “no menos de USD 500 millones” debido a un comportamiento perjudicial para el interés público.
Los requerimientos a la universidad aparecen mientras el Departamento de Educación mantiene investigaciones sobre la aplicación de criterios vinculados a raza tras el fallo de la Corte Suprema en 2023, que declaró ilegales determinadas prácticas de acción afirmativa.
(Con información de Reuters)