
El infame caso del “Caníbal de Skara” vuelve al centro de atención con el desgarrador testimonio de Jamie-Lee Arrow, la hija del perpetrador, quien relató su cruda experiencia en el programa Evil Lives Here: The Killer Speaks, transmitido por Investigation Discovery (ID). Este episodio, titulado My Father, The Cannibal, retrata no solo la espantosa vida y crimen de Isakin Jonsson, ahora conocido como Isakin Drabbad, sino también la ardua lucha de su hija para superar el oscuro impacto de sus acciones.
Jonsson cometió uno de los crímenes más atroces en la historia de Suecia. En noviembre de 2010, asesinó a su pareja, Helle Christensen, de 40 años, en su hogar en Skara. El asesinato cobró notoriedad cuando Jonsson, además de decapitar a Christensen, admitió haber comido sus restos.
Arrow narró a People: “Él le cortó el cuello, la decapitó y comió parte de ella.” Este acto de extrema violencia y canibalismo culminó en una condena en 2011 y el posterior internado de Jonsson en un hospital psiquiátrico.
La infancia de Arrow estuvo marcada por episodios perturbadores. Desde los nueve años, estableció una estrecha relación con Helle Christensen, a quien consideraba una segunda madre. “Ella me hizo sentir especial”, dijo la hija del convicto en su entrevista con People, resaltando el vínculo afectivo que desarrolló con la pareja de su padre. Sin embargo, también explicó que las constantes y violentas discusiones entre ambos tutores le generaron, incluso a tan corta edad, un profundo malestar.
En el documental de ID, Arrow se adentra en los detalles más impactantes de su infancia y de la relación con su padre. Uno de los momentos más inquietantes que mencionó fue cuando él le confeccionaba figuras “macabras” a las que describió como “muñecos vudú”. “Tenía diez de ellos en mi habitación”, confesó Arrow al medio. People señaló que el episodio también relata cómo Arrow logró escapar emocionalmente del mundo destructivo de su padre.
Después del asesinato y en un intento de reinventarse, Jonsson cambió su nombre a Isakin Drabbad, una palabra que, según explicó su hija, significa “Infectado” en sueco. Arrow señaló que para ella este cambio tiene un simbolismo preciso: “Él mismo lo inventó y tiene mucho sentido. Todo el que lo conoce termina ‘infectado’ por él.”
La profundidad emocional del episodio narrado por la joven alcanza su punto culminante con el reencuentro que mantuvo con su padre en octubre de 2024, su primera visita en cuatro años. “Él empezó a llorar, me abrazó y parecía feliz de verme”, contó a People.
Por un instante, Arrow albergó la esperanza de que su padre hubiera cambiado y que fuese posible recuperar al hombre que una vez admiró durante su niñez. No obstante, su percepción cambió rápidamente: “Sus verdaderos colores empezaron a mostrarse nuevamente,” confesó. Arrow explicó que esta reunión la llevó a aceptar una difícil realidad: “Solo debo aceptar que mi papá está realmente enfermo y que posiblemente sea capaz de hacer eso, aunque me duela admitirlo.”
A pesar de haber intentado encontrar paz emocional, las acciones de Drabbad no la dejaron avanzar con facilidad. Tras terminar las grabaciones del programa, Arrow decidió visitar nuevamente a su padre en un intento por reconciliar su relación. Aunque lograron entablar conversaciones profundas, como ella misma relató, todo dio un giro inesperado cuando recibió un mensaje amenazante de Jonsson. “Básicamente, amenazó a mi familia y a mí si alguna vez volvía a contactarlo”, reveló.
Esa experiencia, aunque dolorosa, le permitió cerrar de una vez por todas el capítulo más oscuro de su vida. “Me dio el cierre que necesitaba,” sostuvo Arrow. Añadió que aquello le ayudó a comprender la magnitud de lo “perturbador” que es el comportamiento de su padre. Ahora, Arrow describe su relación con él en términos irreconciliables: “Tengo que aceptarlo como si estuviera muerto,” manifestó.