
El rugido de un monoplaza de Fórmula 1 volvió a escucharse bajo las manos de Romain Grosjean en el circuito de Mugello, en Italia, casi cinco años después del dramático accidente en Bahréin que puso un final abrupto a su trayectoria en la máxima categoría. El piloto franco-suizo de 39 años protagonizó una jornada de pruebas cargada de emoción en la que estuvo rodeado de antiguos compañeros, familiares y empleados del equipo Haas, en un reencuentro que marcó mucho más que un simple regreso a la pista en una jornada de test TCP (Pruebas de Coches Anteriores) con el modelo VF-23 de hace dos años.
La sesión, organizada por la escudería, reunió a figuras clave del pasado y presente, como Ayao Komatsu, actual jefe de equipo y ex ingeniero de carrera de Grosjean, y Dominic Haines, quien fue su ingeniero de carrera entre 2019 y 2020. El ambiente en Mugello se impregnó de nostalgia y celebración, con la presencia de empleados y sus familias invitados especialmente para la ocasión. El propio equipo compartió en redes sociales imágenes del evento, resaltando el carácter familiar y especial de la jornada.
“Fue un día lluvioso, pero como decimos, fue una boda lluviosa, una boda lluviosa y feliz. Así que fue un día lluvioso, feliz, fantástico”, expresó Grosjean tras el test a bordo de un monoplaza de su último equipo en la Fórmula 1. “Me sentí un poco oxidado al principio, pero luego todo volvió a la normalidad. Incluso pude hacer un arranque en parado, y adivina qué, mi última salida en parado fue en Bahréin 2020. Así que esta vez salió mucho mejor”, agregó.
“Muy agradecido, una oportunidad única de ver a algunas de las personas que estuvieron en Australia 2016 y de conducir la nueva generación de coches. Ha sido fantástico y, de nuevo, estoy muy, muy agradecido. No hay otras palabras ¡Me hicieron llorar al final del día!”, repitió un emocionado Romain.
Por último, el piloto remarcó que volver a manejar un F1 en estas condiciones fue un mejor final para su etapa en la Máxima. “Mantuve mi visera bajada, pero para mi última vuelta dentro, todos los de Ferrari, Red Bull, Pirelli y, por supuesto, el equipo Haas F1 estaban aquí, aplaudiendo y dándome como una ovación. Eso es algo que esperaba en Abu Dhabi 2020 (su planeada despedida de la F1), pero creo que hoy ha sido incluso mejor”, concluyó.
Grosjean volvió a pilotar el modelo VF-23, utilizado en temporadas recientes por Nico Hülkenberg y Kevin Magnussen, bajo el esquema de pruebas TCP, que son las que permiten a los equipos poner en pista vehículos de años previos para actividades promocionales y de desarrollo. La lluvia estuvo presente parte del día, pero no disminuyó el entusiasmo del piloto. Para la ocasión, utilizó un casco diseñado por sus hijos, originalmente pensado para su despedida en la Fórmula 1, interrumpida por el accidente. La organización de la F1 calificó la escena como “el equipo detrás de la realización del sueño”, en referencia al apoyo colectivo que hizo posible el regreso de Grosjean a un monoplaza de la categoría reina.
El recuerdo del accidente de Bahréin 2020 sigue presente en la memoria del automovilismo. En la primera vuelta de aquella carrera, un contacto con el auto de Daniil Kvyat provocó que el Haas de Grosjean impactara contra las barreras a más de 220 kilómetros por hora. El monoplaza se partió y explotó el tanque de combustible, generando una bola de fuego que mantuvo en vilo al paddock durante dos minutos y 45 segundos. La intervención del sistema de protección halo y la rápida acción del equipo médico resultaron decisivas para que el piloto sufriera solo quemaduras en manos y pies, pese a soportar una fuerza de 56G, equivalente a unas tres toneladas y media.
Ian Roberts, delegado médico de la Fórmula 1, recordó que pudo ver a Grosjean a través de las llamas y que el piloto insistió en caminar hacia la ambulancia para tranquilizar a su familia. Marion Jolles, esposa de Grosjean, relató que “entre más pasaba el tiempo, más me convencía de que estaba muerto”, hasta que finalmente lo vio salir con vida. Tras el accidente, Grosjean se perdió las dos últimas carreras del campeonato y fue reemplazado por Pietro Fittipaldi.
Un test programado con Mercedes en 2021 no llegó a concretarse debido a las restricciones sanitarias de la pandemia, aunque un informe posterior de la FIA confirmó que la celda de supervivencia del Haas resistió lo suficiente para salvarle la vida.
Tras su salida de la Fórmula 1, Grosjean reconstruyó su carrera en la IndyCar estadounidense, donde compitió con diferentes equipos desde 2021. En 2024, asumió el rol de piloto reserva en Prema Racing, manteniéndose vinculado al automovilismo de alto nivel pese a las adversidades.
Al concluir la jornada en Mugello, la emoción superó cualquier expectativa para el piloto franco-suizo, quien, tras recibir la ovación de equipos y colegas, encontró en este reencuentro un homenaje que superó incluso el que había imaginado para su despedida original de la Fórmula 1.