
En la mañana del lunes 20 de octubre, la Cancillería de Colombia informó que el embajador de Colombia ante los Estados Unidos, Daniel García-Peña, fue llamado a consultas por parte del presidente Gustavo Petro.
A través de un comunicado, la entidad reveló cerca de las 7:27 a. m. que “la Canciller Rosa Yolanda Villavicencio Mapy informa a la opinión pública que, Daniel García-Peña, Embajador de Colombia ante los Estados Unidos de América ha sido llamado a consultas por parte del Presidente Gustavo Petro Urrego y ya se encuentra en Bogotá“, indicó la entidad.
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Entre líneas seguidas, el Ministerio de Relaciones Exteriores agregó que “en las próximas horas el Gobierno nacional informará las decisiones tomadas al respecto”.
La reciente decisión del presidente Gustavo Petro de llamar nuevamente a consultas al embajador colombiano en Estados Unidos, Daniel García-Peña, se produce tras los comentarios de Donald Trump y nuevas tensiones diplomáticas entre ambos países.

Según lo reportado, este es el segundo llamado en lo que va de 2025. El primero ocurrió en julio, cuando la Casa Blanca retiró a su encargado de negocios, John McNamara, en respuesta al señalamiento de Petro sobre una supuesta vinculación de funcionarios estadounidenses con el magnicidio de Miguel Uribe Turbay. Posteriormente, el presidente colombiano rectificó sus afirmaciones.
Donald Trump arremetió públicamente contra el presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuestionando la efectividad de sus acciones frente al narcotráfico y responsabilizándolo de estimular la producción y exportación de cocaína hacia Estados Unidos.
Durante su pronunciamiento, Donald Trump sostuvo: “El presidente Gustavo Petro, de Colombia, es un líder del narcotráfico que fomenta fuertemente la producción masiva de drogas, en grandes y pequeños campos, en toda Colombia”. El mandatario estadounidense agregó que este fenómeno se ha convertido en el principal negocio ilícito del país suramericano, señalando a Petro de no tomar medidas suficientes para detenerlo pese a la significativa ayuda financiera estadounidense.
Trump incluso manifestó su decisión de suspender dichos apoyos: “A partir de hoy, estos pagos, o cualquier otra forma de pago, o subsidios, ya no se realizarán a Colombia. El propósito de esta producción de drogas es la venta de cantidades masivas de producto en Estados Unidos, causando muerte, destrucción y caos”.
La Cancillería de Colombia reaccionó mediante un comunicado donde calificó las declaraciones de Trump como “ofensivas” y “desobligantes”, enfatizando que se trata de “una amenaza directa contra la soberanía nacional hecha por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, emitida por la Casa Blanca, en la que acusa sin fundamento alguno al presidente colombiano”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano defendió la gestión de Gustavo Petro en la lucha contra el narcotráfico, asegurando que en su administración se han alcanzado “las mayores incautaciones de drogas ilícitas jamás logradas en la historia reciente” y se ha impulsado una estrategia integral para erradicar ese flagelo en la región.
Según la Cancillería, los señalamientos del expresidente estadounidense constituyen “un acto de la mayor gravedad y van en contra de la dignidad del presidente de los colombianos, quien ha liderado y combatido de manera incansable el narcotráfico en nuestro país”.
El gobierno colombiano también rechazó las insinuaciones de Trump sobre una eventual intervención extranjera, advirtiendo que “la comunicación referida contiene una amenaza directa a la soberanía nacional al plantear una intervención ilegal en territorio colombiano, un país que ha sido históricamente un aliado valioso en la lucha contra las drogas en la región y en el mundo”. De acuerdo con el comunicado, tales posturas violan normativas internacionales y tratados que protegen la independencia de los Estados.
Por medio del mismo mensaje, la Cancillería anunció que Colombia acudirá a todas las instancias internacionales para defender su soberanía y la legitimidad de su presidente. Manifestó además un rechazo frontal al uso de la cooperación internacional como mecanismo de presión o injerencia.

En palabras del Ministerio: “Rechazamos el uso de la cooperación internacional como instrumento de injerencia en los asuntos internos de Colombia. Sin la cooperación ganarán las organizaciones transnacionales dedicadas a la producción y comercialización de narcóticos y perderá toda la región”.