Según información oficial del Ministerio de Defensa de Siria, el ejército ha iniciado la retirada de la ciudad de Sweida este miércoles, después de varios días de enfrentamientos violentos y tras una serie de ataques aéreos israelíes sobre la capital. La gestión de este repliegue se enmarca en los términos de un acuerdo adoptado entre las partes implicadas, después de que Estados Unidos solicitara la salida de las fuerzas gubernamentales de la zona, habitada en su mayoría por población drusa.
La declaración del Ministerio refiere que “el ejército ha comenzado a retirarse de la ciudad de Sweida en cumplimiento de los términos del acuerdo adoptado, tras culminar el operativo de limpieza de la ciudad contra grupos fuera de la ley”. El comunicado no menciona si otras fuerzas de seguridad del gobierno, desplegadas en la ciudad el martes con el objetivo declarado de supervisar una tregua previa, también participarían de la retirada.
Funcionarios del gobierno sirio señalaron que este repliegue responde a la nueva etapa abierta por el alto el fuego anunciado más temprano, cuyo objetivo es detener las operaciones militares en la ciudad tras los enfrentamientos que, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, han dejado más de 300 muertos desde el domingo.
El acuerdo de tregua establece la creación de un comité de supervisión integrado por representantes del gobierno y líderes espirituales drusos, cuya misión será vigilar el cumplimiento de la tregua.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la violencia en la provincia de Sweida desde el domingo ha causado la muerte de más de 300 personas, incluyendo efectivos gubernamentales, combatientes locales y al menos 27 civiles drusos que, según la organización, fueron ejecutados sumariamente. Testigos relataron que, pese al anuncio de cese al fuego, se escucharon disparos en la ciudad después de la declaración oficial.

La ola de violencia se produjo durante los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad, combatientes drusos y miembros de tribus beduinas, quienes protagonizaron ataques y represalias en distintas áreas de Sweida. Las autoridades sirias indicaron que se investigarán los crímenes ocurridos y castigarán a los responsables de lo que calificaron como “actos atroces” en la ciudad.
Estados Unidos, aliado de Israel y actor clave en las negociaciones recientes, confirmó que se alcanzó un acuerdo para restaurar la calma en Sweida y exhortó “a todas las partes a cumplir los compromisos adquiridos”, según declaraciones de un portavoz del Departamento de Estado. El secretario de Estado, Marco Rubio, expresó su preocupación por los bombardeos israelíes e instó a Siria a retirar sus fuerzas militares para permitir la desescalada del conflicto.
Luego de ataques aéreos previos en la provincia de Sweida, el ejército israelí lanzó una serie de bombardeos sobre la capital, Damasco, este miércoles. Imágenes mostraron daños en un edificio del complejo del Ministerio de Defensa y columnas de humo en la zona. Las autoridades israelíes confirmaron haber alcanzado un “objetivo militar” cerca del palacio presidencial, mientras el Ministerio del Interior sirio reportó impactos en las inmediaciones del aeropuerto militar de Mazzeh y confirmó al menos tres muertos y 34 heridos tras los ataques.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió a Damasco que deje en paz a la minoría drusa en Sweida y amenazó con infligir nuevas acciones militares si las fuerzas sirias no se retiran. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio calificó los ataques israelíes como una grave escalada, mientras el jefe del ejército israelí sostuvo que sus fuerzas actuaban con responsabilidad y moderación.
El conflicto reciente en Sweida adquiere relevancia tras décadas de tensiones entre las comunidades druza y beduina en la región sur de Siria. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las hostilidades se desencadenaron a partir del secuestro de un comerciante druzo, alimentando enfrentamientos violentos entre ambos grupos. El antecedente inmediato registra combates graves entre las fuerzas gubernamentales sirias y combatientes drusos en Sweida y áreas cercanas a Damasco durante abril y mayo, donde resultaron muertos más de 100 personas.
Históricamente, las autoridades sirias han mantenido relaciones tensas con la población drusa y otros grupos minoritarios, acumulando acusaciones de inacción ante situaciones de violencia sectaria. Desde la caída del antiguo líder Bashar al-Assad en diciembre, la situación ha experimentado un vuelco en la correlación de fuerzas. Israel, tras ocupar la zona desmilitarizada del Golán, ha incrementado su presencia militar y efectuado cientos de ataques a objetivos en territorio sirio, en un contexto donde plantea su defensa de la comunidad drusa como argumento para mantener alejadas a las fuerzas oficiales sirias de la frontera compartida.
(Con información de AFP)