El papa Francisco falleció este lunes a la edad de 88 años y luego de su partida comienza el proceso para la elección de un nuevo sumo pontífice de la Iglesia Católica, un evento que tiene lugar en la Capilla Sixtina, de la ciudad del Vaticano y es uno de los momentos más importantes para la Iglesia y el mundo católico: El Cónclave.
Un total de 135 cardenales con derecho a voto participarán, de los 252 que forman el Colegio Cardenalicio y están representados 94 países de todos los continentes y los participantes en la votación deben ser menores de 80 años.
Previo a la reunión del Colegio Cardenalicio para iniciar la elección, se realizarán congregaciones generales, en las que debaten sobre el futuro de la Iglesia y las cualidades del nuevo Papa para hacerse cargo de la institución. Luego, ya en la Capilla, prestan juramento de confidencialidad y empiezan las rondas de votación.
Cónclave, significado y ceremonia
El termino “cónclave” proviene del latín ‘cum clavis’, que significa “bajo llave”, y hace referencia a que los cardenales electores se encierran en la Capilla Sixtina hasta elegir a un nuevo Papa, un procedimiento secreto y exclusivo que garantiza que la decisión se tome sin influencias externas.
El proceso del cónclave se lleva a cabo cuando la sede papal queda vacante, por 2 motivos, el fallecimiento del sumo pontífice, como el caso del papa Francisco, o por renuncia del Papa, un ejemplo de ello fue el de Benedicto XVI en 2013.
El Cónclave comienza con una solemne Misa “Pro Eligendo Pontifice” en la Basílica de San Pedro. Luego, los cardenales entran en la Capilla Sixtina, donde se lleva a cabo la votación y un Maestro de Ceremonias del Vaticano pronunciará la frase “Extra Omnes”, que traduce “Fuera Todos” para reiterar que solo los cardenales electores pueden permanecer en el lugar, luego se cierran las puertas para dar inicio a la elección.
Posteriormente se da inicio al proceso de elección en el que las votaciones se realizan en secreto y por escrito, cada cardenal escribirá el nombre de su candidato en una papeleta para luego depositarla en una urna especial y luego los votos se cuentan públicamente dentro de la Capilla Sixtina.
Para que un candidato sea elegido Papa, necesita una mayoría de dos tercios de los votos. Si no alcanza esta mayoría en la primera votación, se repiten las votaciones hasta que se elija al nuevo pontífice, las cuales se realizan en 4 rondas por día, 2 durante la mañana y 2 en la tarde.
La fumata blanca
Después de cada votación, las papeletas se queman en una estufa, sin salir de la Capilla Sixtina. El color del humo que sale de la chimenea del Vaticano indica el resultado:
Si es humo negro, todavía no se ha seleccionado un Papa y se debe continuar con la votación.
Por el contrario, si sale humo blanco, ya se eligió un nuevo Papa.
Posterior a la elección del nuevo Papa, es decir, el cardenal que obtuvo la mayoría de votos, se le pregunta: “¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice”, en caso de aceptar, elige su nombre papal y se convierte de forma inmediata en el nuevo Papa.
Este método de elección del Papa no ha registrado mayores modificaciones desde hace más de 800 años, con la creación de la la constitución apostólica Universis Dominici Gregis y comienza con el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel dirigiendo la iglesia de manera momentánea
Inicio del cónclave
El cónclave se debe realizar casi de inmediato, con un plazo entre 15 y 20 días tras el fallecimiento del Papa, permitiendo que los cardenales del mundo lleguen a la Ciudad del Vaticano, pero si estos ya están presentes en roma, la ceremonia puede comenzar antes.
En el caso del papa Francisco, el cónclave estaría próximo a celebrarse entre el martes 6 de mayo y el domingo 11 de mayo, dependiendo del tiempo que tarden los cardenales del Colegio Cardenalicio en llegar a Roma.