El color y olor de tu orina pueden indicar problemas de salud: aprende cómo identificarlos

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Cuando la orina es deCuando la orina es de color naranja puede deberse a ciertos medicamentos, suplementos con betacarotenos o vitamina B (AdobeStock)

Cuidar la salud de los riñones es esencial para mantener el equilibrio de todo el organismo. Estos órganos filtran la sangre, eliminan desechos y regulan el agua, las sales y los minerales del cuerpo. De acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), las enfermedades renales se encuentran entre las principales causas de hospitalización en adultos, y una detección temprana puede prevenir complicaciones graves como insuficiencia renal o hipertensión.

Uno de los indicadores más sencillos y accesibles del estado de los riñones es la orina. Su color, olor y aspecto pueden revelar mucho sobre la salud interna. Sin embargo, lo que no todos saben es que el color y olor de la orina pueden advertir la presencia de deshidratación, infecciones urinarias o trastornos metabólicos. Aprender a observarla y reconocer sus cambios es una forma práctica de cuidar tu salud.

El color amarillo oscuro oEl color amarillo oscuro o ámbar de la orina sugiere deshidratación leve o moderada (EFE)
  • Transparente o muy clara: indica buena hidratación, aunque si es totalmente incolora durante todo el día puede significar que estás bebiendo demasiada agua, lo que diluye los electrolitos.
  • Amarillo claro o dorado suave: es el color normal, asociado con una hidratación adecuada y función renal saludable.
  • Amarillo oscuro o ámbar: sugiere deshidratación leve o moderada. El cuerpo concentra la orina para conservar líquidos.
  • Naranja: puede deberse a ciertos medicamentos, suplementos con betacarotenos o vitamina B. Si no has ingerido nada de eso, podría ser señal de problemas hepáticos o biliares.
  • Rosa o rojiza: si no has consumido alimentos como beterraga o arándanos, puede indicar presencia de sangre en la orina (hematuria), relacionada con infecciones urinarias, cálculos o enfermedades renales.
  • Marrón o color té: puede ser síntoma de deshidratación severa, daño hepático o presencia de proteínas musculares (mioglobina).
  • Verdosa o azulada: aunque poco común, puede aparecer por ciertos fármacos o infecciones bacterianas.
  • Blanquecina o turbia: puede señalar infecciones urinarias, exceso de fosfatos o presencia de pus.
  • Olor neutro o suave: es el olor normal de una orina saludable y bien hidratada.
  • Olor fuerte o amoniacal: puede indicar deshidratación o consumo excesivo de proteínas.
  • Olor dulce o afrutado: podría ser signo de niveles altos de glucosa, como ocurre en la diabetes.
  • Olor fétido o desagradable: puede estar asociado a una infección urinaria o bacteriana.
  • Olor a medicamentos o vitaminas: algunos antibióticos o suplementos (especialmente los de vitamina B) pueden alterar temporalmente el olor.
  • Olor metálico o inusual persistente: requiere evaluación médica, ya que puede indicar alteraciones metabólicas o hepáticas.
Para mantener la orina normalPara mantener la orina normal es recomendable que no la retengas por mucho tiempo; hacerlo aumenta el riesgo de infecciones (AdobeStock)

Reconocer estos cambios y prestar atención a su persistencia puede ser clave para detectar a tiempo un problema de salud. Si el color u olor de tu orina cambia de forma repentina o no vuelve a la normalidad en 24 a 48 horas, es recomendable acudir a un profesional de salud.

La orina normal tiene un color amarillo claro o dorado pálido, producto del pigmento urocromo, que se genera al descomponer la hemoglobina. Este tono indica un nivel de hidratación adecuado y un funcionamiento renal correcto.En cuanto al olor, debe ser ligero, apenas perceptible. Una orina que no presenta turbidez, espuma excesiva ni mal olor suele reflejar que el organismo elimina desechos con normalidad.

  • Mantén una buena hidratación: bebe entre 1.5 y 2 litros de agua al día (más si haces ejercicio o vives en zonas calurosas).
  • Modera el consumo de sal y proteínas animales, ya que un exceso puede sobrecargar los riñones.
  • Evita el alcohol y las bebidas azucaradas, que alteran el equilibrio de líquidos y pueden afectar la función renal.
  • No retengas la orina por mucho tiempo; hacerlo aumenta el riesgo de infecciones.
  • Mantén una buena higiene íntima, especialmente en mujeres, para prevenir infecciones urinarias.
  • Hazte chequeos médicos periódicos si tienes antecedentes de diabetes, hipertensión o enfermedad renal.
  • Observa el color y olor de tu orina de vez en cuando, especialmente si notas cambios acompañados de ardor, fiebre o dolor lumbar.
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