
El celular no miente: una alarma que estremece anuncia que los misiles balísticos lanzados por Irán a la mañana empiezan a caer sobre Jerusalén y Tel Aviv.
Afuera del Hotel King David hay desolación y ausencia: ni una sola persona camina por la avenida que te lleva a la Ciudad Vieja y al Muro de los Lamentos.
Tampoco hay taxis, ni colectivos.
Pero el cielo está iluminado. Y el gerente del King David -con diplomacia y una pizca de dramatismo- invita enterarse en el refugio del hotel, que tiene tanta historia como el Estado de Israel.
En el búnker hay olor a arenque ahumado. Los abuelos que estaban en el Shabbat miran como si nada: ya pasaron por las guerras de los Seis Día y Yom Kippur.
Los padres de más de 40 años, están pegados al celular para ver las alertas color rojo, mientras la sirena aturde y anuncia que un misil puede caer cerca.

Nadie habla en el refugio, pero todos observan alrededor para probar que se está a salvo.
Hay un rezo en Idish y un agua mineral tibia que se comparte. Y todos tratan de mantenerse en pie, simulando que es normal pasar la noche del viernes de Shabat en un refugio del King David, mientras los misiles y los drones iraníes entraron a israel para matarnos.
La operación militar “León Naciente” que preparó la inteligencia de Israel durante diez meses y empezó a ejecutar hoy las Fuerzas Armadas, tiene como objetivo estratégico anular el sistema de defensa de Irán, destruir sus fábricas de drones y misiles balísticos, y eliminar a todos los científicos que diseñaron y construyeron el proyecto nuclear de los ayatollahs.
Donald Trump conocía el proyecto secreto de Benjamín Netanyahu, pero se inclinaba a una solución negociada con Irán. Y así se lo hizo saber al primer ministro de Israel, que sólo cree en la opción militar para terminar con la capacidad atómica de Teherán.
Pero en los últimos días, el presidente de los Estados Unidos asumió que el líder religioso Ali Khameini no aceptaría su modelo de acuerdo diplomático, y ante la insistencia de Netanyahu dejó de considerar al diálogo con Irán como la mejor opción.
Trump no tenía todos los detalles de la operación “León Naciente”, pero desde Jerusalén informaron al Salón Oval que la acción preventiva iniciaría en la madrugada del viernes 13 de junio. El líder republicano ya no puso objeciones, y Netanyahu consideró esa actitud como si fuera una luz verde.
La operación contra Irán fue preparada durante 10 meses, y el Mossad -servicio de inteligencia exterior- tuvo un protagonismo clave por su actuación en territorio enemigo.
Con las tareas encubiertas del Mossad, las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI) definieron una línea acción que abarcó a toda la maquinaria militar-industrial iraní.
Esa línea de acción, aprobada por Netanyahu, establece:
- Aniquilación de la cadena de mando de las Fuerzas Armadas de Irán.
- La anulación de 25 científicos -al menos- que montaron el proyecto nuclear que permitirá Irán tener la bomba atómica.
- Sabotaje de las fabricas de drones a lo largo del país.
- Bombardeo de las instalaciones que se usan para enriquecer el uranio.
- Destrucción de las plantas de ensamblado de los misiles balísticos.
- Incapacitar el sistema de defensa antiaérea de Irán.
La operación “Leon Naciente” tiene una fecha de inició -hoy 13 de junio- y se planificó para que sea ejecutada en un máximo de dos semanas o 21 días.
Hasta el momento, la operación tiene resultados satisfactorios. No hay bajas conocidas en las tropas israelíes, y ya se han confirmado fuertes estragos en el sistema militar de Irán.