
Sandra Peña estudiaba en el colegio Las Irlandesas de Loreto, en Sevilla, y sufría acoso escolar desde hacía un año. Según su familia, a pesar de dos años de denuncias formales acompañadas de informes psicológicos, el centro no activó los protocolos obligatorios para proteger a la menor.
“No se ha tomado ninguna medida por parte del centro ni se han puesto en contacto con la familia”, denunció Isaac Villar, tío de Sandra y portavoz de la familia a Diario de Sevilla. El único paso adoptado por el colegio fue cambiar a la alumna de clase para separarla de los tres presuntos agresores, algo que daba igual, ya que siguió repitiéndose el acoso.
“La desesperación de la menor llegó a tal punto que se hacía algunas marcas”, relató Villar. La familia considera que “está claro que ha habido algún error en el proceso de protocolo” y anunció que emprenderán acciones legales.
La indignación social se manifestó en las puertas del colegio, con pintadas que decían “Culpables”, “Asesinos” y “Justicia”. Durante un homenaje celebrado en el centro escolar, familiares y alumnos denunciaron otros casos de acoso.
“El colegio solía decir que la niña tenía problemas en casa, pero eso no era cierto. No le hicieron caso. Le decían a la madre que la vigilarían en el recreo, pero era mentira”, afirmó una de las asistentes en el acto.
Hoy, en el partido del Sevilla-Mallorca, la afición hispalense ha desplegado una pancarta durante el encuentro con un mensaje que decía: “Tolerancia cero con el bullying. DEP Sandra”. Tanto el Sevilla F.C. como el Real Betis expresaron su apoyo a la familia y su rechazo al acoso escolar.

El fenómeno del acoso escolar en España muestra una tendencia al alza. Según el último informe de ANAR y Mutua Madrileña, el 12,3% de los alumnos de primaria y ESO reconoce sufrir acoso presencial o digital, tres puntos más con respecto al año pasado.
Además, el uso de la inteligencia artificial está presente en el 14,2% de los casos de ciberacoso, mediante manipulación de fotos, creación de vídeos falsos y falsificación de audios. Las plataformas más utilizadas son WhatsApp, Instagram y TikTok y los cursos más afectados son sexto de primaria y primero de la ESO.
Del mismo modo, “la violencia física también crece: los golpes y las patadas representan casi el 31% de los casos”, subrayó Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña.
Por otro lado, la educadora social Marroquí advierte sore la nueva dimensión del acoso escolar sobre las chicas: “El bullying se ha inundado de violencia sexual. Se manipulan fotos con IA, se engaña a la víctima para que envíe imágenes y se difunden en el instituto para burlarse de ella”, contó a El Periódico.
Los acosadores suelen ser principalmente chicos que actúan en grupo, y los motivos incluyen desde el aspecto físico hasta el comportamiento o problemas personales de la víctima. Sin embargo, casi la mitad de los alumnos no interviene pese a conocer las consecuencias.
El acoso prolongado afecta a víctimas, agresores y testigos. Puede causar estrés agudo, ansiedad, depresión, aislamiento, baja autoestima e incluso, en los casos más extremos, el suicidio. Por su parte, los acosadores pueden enfrentar dificultades de adaptación social, aparte de sanciones legales, mientras que los testigos experimentan ansiedad, miedo y pérdida de empatía.