El británico más tatuado y su batalla contra la tecnología de reconocimiento facial

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Mathew Whelan, conocido como KingMathew Whelan, conocido como King of Ink Land, es el británico más tatuado y ha invertido más de 51.000 dólares en modificaciones corporales (@kingofinklandkingbodyart/Instagram)

La transformación de Mathew Whelan, conocido como King of Ink Land, captó la atención en el Reino Unido y fue documentada en Daily Mail. Este hombre de 45 años, originario de Birmingham, invirtió aproximadamente 51.200 dólares en tatuajes y modificaciones corporales, lo que lo convirtió en el británico más tatuado.

Su aspecto actual, cubierto casi por completo de tinta negra y gris, contrasta radicalmente con las imágenes de su juventud, en las que aparece con el rostro limpio y un corte de cabello al ras. La reciente publicación de fotografías de su adolescencia reavivó el interés por su historia y los desafíos que enfrenta debido a su apariencia.

En 2008, Whelan cambió legalmente su nombre a King Of Ink Land King Body Art The Extreme Ink-ite. Su fascinación por las modificaciones corporales comenzó a los nueve años y, a los 16, ya lucía su primer tatuaje, un bulldog. Poco después, empezó a tatuar su rostro.

Las imágenes muestran la evolución de un joven a una figura reconocida por su cuerpo completamente tatuado, ojos pintados de negro, orejas modificadas y la ausencia de pezones. En febrero de 2016, durante la Needle Gangsters Tattoo Expo en Derby, estableció un récord al ser tatuado simultáneamente por 36 artistas, un hito que consolidó su reputación en el mundo del arte corporal.

El aspecto radicalmente tatuado deEl aspecto radicalmente tatuado de Whelan contrasta con las imágenes de su juventud, reavivando el interés por su historia y desafíos sociales (@kingofinklandkingbodyart/ Instagram)

El proceso de transformación de Whelan llevó más de 1.600 horas bajo la aguja y una inversión económica considerable. Según relató a Daily Mail, su identidad está profundamente ligada tanto a su nombre como a su apariencia: “Sin un nombre no tienes identidad, y lo mismo ocurre con el rostro. Es mi piel, mi identidad permanente”. Esta convicción lo llevó a adoptar su apodo actual y a convertir su cuerpo en un lienzo viviente.

Recientemente, el británico se enfrentó a problemas con la tecnología de reconocimiento facial. Tras la entrada en vigor de nuevas normas de Ofcom —el regulador británico de comunicaciones— que exigen verificaciones de edad más estrictas en sitios web para adultos, la tecnología utilizada por estas plataformas no logra identificar su rostro tatuado, confundiéndolo con una máscara y bloqueando su acceso a servicios como chats en vivo.

Whelan cambió legalmente su nombreWhelan cambió legalmente su nombre y consolidó su reputación al establecer un récord mundial en la Needle Gangsters Tattoo Expo de 2016 (@kingofinklandkingbodyart/Instagram)

Daily Mail detalla cómo este fallo tecnológico puso de manifiesto los límites de los sistemas actuales para adaptarse a la diversidad de apariencias.

A estos problemas tecnológicos se suman experiencias cotidianas de discriminación. Whelan contó a Metro que, en el transporte público de Birmingham, los pasajeros suelen evitar sentarse a su lado y con frecuencia detecta a desconocidos que le toman fotografías en secreto, situaciones que a veces derivan en enfrentamientos. El propio Whelan considera que enfrenta discriminación por su aspecto permanente, una realidad que afecta su día a día y su interacción con la sociedad.

En medio de estos desafíos, el británico más tatuado decidió hacer una pausa en su proceso de modificación corporal. Según explicó a Daily Mail, su prioridad actual es saldar la hipoteca de 84.480 dólares de su casa.

“Tatuarse puede ser una adicción, pero para mí es un estilo de vida que puedo iniciar o detener cuando lo desee”, afirmó. Por este motivo, planea reducir la frecuencia de sus tatuajes, limitándose a uno cada dos años y ajustando su presupuesto para lograr estabilidad financiera. “Tendré que restringir mi estilo de vida, pero estaré satisfecho cuando haya terminado con esa deuda”, añadió.

La tecnología de reconocimiento facialLa tecnología de reconocimiento facial falla al identificar el rostro tatuado de Whelan, evidenciando los límites de los sistemas actuales (@kingofinklandkingbodyart/ Instagram)

Además de dejar temporalmente la aguja, el hombre contempla revertir algunas de sus modificaciones, como la extracción de un implante en la mano. Esta decisión marca un punto de inflexión en su trayectoria, aunque no descarta retomar las transformaciones en el futuro.

Para Whelan, los tatuajes representan etapas de su vida y una evolución personal que, aunque ahora se detiene, podría continuar más adelante. Por el momento, su historia sigue siendo un testimonio de cómo la identidad y la apariencia pueden desafiar tanto a la tecnología como a las normas sociales, mientras él se prepara para afrontar una nueva etapa con la misma determinación que lo ha caracterizado.

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