
En la era digital, las redes sociales han dado paso a un fenómeno sorprendente: las mascotas, que antes solo eran compañeros de vida, ahora se han convertido en auténticas estrellas. A través de las cuentas, estos animales acumulan millones de seguidores, superando en muchos casos la popularidad de sus dueños humanos
Según un estudio de la Universidad de Strathclyde, las mascotas no solo conquistan por su ternura, sino por su autenticidad, lo que las hace más confiables que los influencers humanos.
El artículo explora cómo las mascotas están ganando terreno en el mundo de las redes sociales, demostrando una influencia más fuerte de lo que muchos imaginaban.
Pero, más allá de la simpatía que despiertan, el estudio revela que las mascotas tienen una capacidad de influencia sobre las personas mucho más fuerte de lo que podría parecer, incluso superando a los humanos en el terreno de la persuasión.
Los petfluencers son animales domésticos que, gracias a las cuentas en redes sociales gestionadas por sus dueños, han logrado alcanzar millones de seguidores. Entre los ejemplos más destacados se encuentra Nala, una gata mestiza con 4,5 millones de seguidores en Instagram.
Este tipo de fenómeno no es aislado; en realidad, cada vez más animales se están haciendo un nombre en plataformas como Instagram, TikTok y YouTube, donde sus dueños comparten contenido que muestra sus travesuras o momentos tiernos.

Sin embargo, lo que realmente distingue a las mascotas de los influencers humanos es la autenticidad que transmiten. Según el estudio de la Universidad de Strathclyde, las mascotas gozan de una confiabilidad, que las hace más atractivas para los consumidores que los propios humanos.
Uno de los aspectos clave que juega a favor de las mascotas es la tendencia humana de antropomorfizar a los animales, es decir, atribuirles características humanas. Este fenómeno hace que las personas se conecten emocionalmente con los animales, percibiéndolos como más comprensivos y cercanos.
En este sentido, la relación que las personas establecen con sus mascotas es vista como más “real”, ya que no hay ningún interés material involucrado.

Por otro lado, la saturación de contenido de los influencers humanos ha provocado una creciente desconfianza hacia ellos. Este fenómeno, conocido como la “fatiga de los influencers”, se refiere a la disminución de la credibilidad de los influencers, que a menudo son acusados de ser demasiado comerciales o de respaldar productos solo por dinero.
En este contexto, las mascotas se presentan como una alternativa fresca y genuina.
Este creciente interés por las mascotas no es solo un reflejo de las redes sociales, sino también un cambio más profundo en la manera en que interactuamos con el mundo.
Según los expertos, la tendencia a humanizar a los animales y a buscar su compañía está relacionada con un anhelo de conexión genuina en una sociedad cada vez más individualista y fragmentada.
Las mascotas no solo ofrecen compañía, sino también una especie de refugio emocional, algo que se valora cada vez más en tiempos de incertidumbre y estrés.

Algunos psicólogos explican que las personas tienden a sentir más confianza en los animales porque no buscan agradar a través de palabras, sino a través de su comportamiento natural. Esta sinceridad, a menudo percibida como auténtica, es precisamente lo que las hace más influyentes que muchos humanos en las redes sociales.
Las mascotas no solo se han ganado un espacio en los corazones de sus seguidores, sino que, como revelan las investigaciones, su influencia es mucho más poderosa de lo que se pensaba, incluso más que la de los propios humanos.