La Liga de España ya tiene a su campeón: el Barcelona. También cuenta con sus cinco equipos que disputarán la próxima edición de la Champions League (Real Madrid, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao y Villarreal acompañarán al Culé en la competición continental), pero hubo un encuentro en el que el Real Betis aspiraba a arrebatarle la plaza al Submarino Amarillo. Para ello, los andaluces debían ganarle al Colchonero y aguardar un tropiezo del conjunto liderado por Marcelino para llegar con chances a la última jornada.
Sin embargo, el combinado a cargo de Manuel Pellegrini ofreció una de sus peores versiones en el primer tiempo contra el Aleti en el Cívitas Metropolitano, y su pobre producción provocó la ira del experimentado entrenador chileno. El ex estratega de San Lorenzo, River Plate, Manchester City y West Ham, entre otros grandes equipos, protagonizó una inusual escena en la que no pudo ocultar su enojo durante la pausa de hidratación del minuto 25 de la etapa inicial.
Fue cuando los intérpretes verdiblancos nunca lograron hilvanar jugadas de verdadera amenaza y concedieron el primer gol en una magistral falta a cargo de Julián Álvarez. Con el marcador en contra y una actitud impropia de su estilo combinado, la falta de concentración y las pocas ideas ofensivas lastraron por completo el rendimiento andaluz.
Por lo tanto, cuando los jugadores se fueron a refrescar, las cámaras de la transmisión oficial captaron a Pellegrini corriendo hacia el banco de suplentes, donde agarró del brazo a Aitor Ruibal y se dirigió al resto del equipo con gestos airados: “¡Vamos a despertar, carajo! No le echemos la culpa al de al lado”, gritó en modo de arenga. Y su discruso siguió con más bronca: “¿A qué estamos jugando, carajo? ¡Parece que van al trote!”. El Ingeniero, fiel defensor de la disciplina táctica, dejó en claro que esperaba en el césped el compromiso inquebrantable que exige su método para darle pelea a uno de los principales animadores del certamen.
La advertencia surtió efecto. Antes del descanso, el Betis mejoró notablemente, dado que logró gestar combinaciones rápidas, mostró mayor agresividad ofensiva y obligó a Jan Oblak a intervenir con dos atajadas magníficas ante los remates de Cédric Bakambu y Giovani Lo Celso. No obstante, un descuido defensivo instantes antes del descanso, le dio la posibilidad a Robin Le Normand de extender la diferencia para comenzar a liquidar el pleito.
Con la diferencia de dos goles en contra, Pellegrini y sus hombres se encaminaron hacia el túnel de los vestuarios con la lección aprendida: solo la concentración y la valentía para asumir riesgos podrían revertir el panorama en la capital ibérica; una situación que jamás sucedió.
Si bien cuando promediaba el complemento, Pablo Fornals logró descontar tras una gran asistencia de Gio Lo Celso, cerca del final la Araña volvió a picar para sentenciar el compromiso a favor del elenco liderado por el Cholo Simeone. Y en el tiempo suplementario, Ángel Correa transformó el triunfo del Atlético de Madrid en goleada.
El Real Betis, deberá conformarse con participar de la próxima Europa League y cerrará su participación en el campeonato doméstico cuando reciba al Valencia en el imponente Benito Villamarín.