El análisis de Marcelo Barovero sobre River Plate y el Mundial de Clubes: “Hay plantel para no envidiar a ningún equipo”

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El recordado penal que Barovero le atajó a Gigliotti en 2014

Con aquel penal que Marcelo Barovero le atajó a Emmanuel Gigliotti hace más de una década, en el recordado Superclásico correspondiente a las semifinales de la Copa Sudamericana del 2014, el arquero pasó a convertirse de figura a leyenda. Un episodio que cambió la historia en favor de River y en detrimento de Boca. Un Efecto Mariposa que marcó el inicio de una era dorada para el Millonario y de constantes inconvenientes en el Xeneize.

Con la tranquilidad que lo caracteriza, el equipo de mate como compañero de vida y un ritmo ajeno al que imponía bajo los tres palos del Monumental, Trapito posa su mirada sin ningún destino fijo y rememora aquella hazaña con la nostalgia que impone su memoria. “Fue un antes y un después. Tengo la suerte de que el hincha lo siga recordando y reconozca un poco lo que pudimos hacer en el club", reflexiona el ex arquero en diálogo con Infobae. Y de inmediato continúa con una sensibilidad muy notoria: “Uno está feliz por cómo está River hoy en día, y por formar parte de su historia; porque la mayoría de los hinchas que me cruzo me comentan que logramos algo inolvidable. Como jugador, uno siempre tenía la intención y el deseo de regalarle alegrías a la gente; y creo que con ese grupo se las pudimos dar. Que la gente se haya identificado con ese equipo, es el máximo regalo para mí".

Sus hijos le contarán a sus nietos del episodio épico que protagonizó el ídolo de La Banda. Aquel manotazo frente al Puma significó el punto de partida a la etapa que continuaría con la Copa Libertadores del 2015, la Recopa Sudamericana, campeonatos locales y tantos otros títulos que llegaron a su punto máximo con la final en el Santiago Bernabéu de Madrid (para esas alturas ya estaba Franco Armani en la entidad de Núñez). “Cuesta un poco ubicarse en el tiempo. Hoy en día, ya retirado, uno va viendo esas cosas desde otra perspectiva; sin la locura o la intensidad de la rutina del futbolista. Fue un lugar glorioso que jamás me lo hubiera imaginado cuando empecé a jugar en una cancha de mi club de barrio", sostiene con humildad.

Trapito y el Pulpo, dosTrapito y el Pulpo, dos ídolos del arco de River Plate

A días del debut del Millonario en el Mundial de Clubes, donde comenzará su incursión internacional en el Lumen Field de Seattle ante el Urawa Red Diamonds de Japón, Barovero apela a su experiencia para analizar cómo llega el combinado liderado por Marcelo Gallardo a Estados Unidos. “Es un campeonato que no tiene ninguna referencia, porque es la primera vez que se juega. Ilusiona a todos. Ojalá que River pueda desarrollar su potencial; yo lo veo con buena expectativa. Como son competiciones que te elevan al máximo, tanto a los jugadores como al cuerpo técnico, creo que es una linda oportunidad, porque River tiene muchos puntos para confiar en que pueda hacer un gran torneo”.

Según su mirada, en la fase inicial La Banda tendrá “un grupo muy parejo”. “Todos sabemos que los equipos europeos están varios pasos adelante, pero eso no quita que se puedan equiparar en un partido. La clave para pasar de ronda será lograr un buen inicio ante un rival asiático, al que siempre se le debe tener mucho respeto por cómo se equiparó el fútbol. Si llegaron a esta competición, es porque fueron los mejores en su continente. Además, se caracterizan por el orden y la constancia física", desliza con cautela sobre el elenco del país del Sol Naciente.

La segunda presentación será en el Rose Bowl de Los Ángeles ante Monterrey, un viejo conocido para Trapito; dado que entre 2018 y 2020 defendió la camiseta del combinado azteca y logró tres títulos (Liga MX, Copa MX y la Champions League de la Concacaf). “A Rayados lo conozco muy bien, y sabemos la jerarquía de sus jugadores. Ahora están en un proceso de cambio de entrenador y no sé cuánto podrá influir en esos momentos; aunque a River no le debería modificar su plan. La idea es que puedan desarrollar su mayor potencial, al igual que contra el Inter (tercer compromiso en Seattle), que es uno de los mejores equipos del mundo. Habrá que tener la mejor noche, para dar el golpe y tener un buen resultado”.

El conjunto de Milán llega al Mundial de Clubes luego de caer en la final de la Champions League frente al PSG. Un resultado histórico y humillante, ya que los parisinos se impusieron con autoridad por 5 a 0. Naturalmente, una hipótesis se instala en el bajón anímico que podría sufrir el Nerazzurro y beneficiaría a River. Pero el ex arquero descarta esa especulación amparándose en los antecedentes recientes: “En general esos equipos se reponen muy rápido. En su momento me tocó ver cuando el Inter perdió la punta de la Serie A y a los tres días fue a Barcelona; y si bien el partido terminó empatado, tuvieron un arranque muy bueno. Ellos saben cambiar el chip de una manera muy rápida; y sobre todo ahora, que se trata de una competencia que les puede dar una alegría que le fue esquiva durante toda la temporada en los tres torneos que jugaron".

Marcelo Barovero enfrentando a MessiMarcelo Barovero enfrentando a Messi en el Barcelona-River, en 2015

Él vivió en carne propia las diferencias con las potencias del Viejo Continente. Hace diez años tuvo que viajar a Japón para afrontar el Mundial de Clubes, que por ese entonces contaba con un formato más reducido, dado que los representantes de la UEFA y la Conmebol comenzaban su participación en las semifinales.

Una victoria por la mínima contra el Sanfrecce Hiroshima gracias al gol de Lucas Alario le permitió al Millonario enfrentar al Barcelona de Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar. La MSN había dejado en el camino al Guangzhou Evergrande de China con un hat-trick del Pistolero. Y en el duelo por la gloria, el elenco de Napoleón no pudo estar a la altura. "Sabíamos que uno iba a enfrentar a los mejores equipos de Europa. En nuestro caso, se trató del mejor de la última década. Había que estar al máximo nivel y esperar que el rival tuviera dudas o bajara su intensidad para tener alguna posibilidad", reconoce a la distancia. Y de inmediato hace un paralelismo con el presente: “Son situaciones muy difíciles, pero hoy en día River tiene plantel para no envidiar a ningún equipo, aunque deberá mantener mucho respeto; porque en Europa se juega el mejor fútbol de la actualidad“.

Un grito de la leyenda rosarina y otros dos del goleador uruguayo completaron el 3 a 0 a favor del Blaugrana. Pero más allá de la derrota, a Trapito le quedó un recuerdo imborrable por el gesto que tuvo La Pulga. “He tenido alguna que otra anécdota con Leo. La que siempre tengo presente es la que se relaciona con mi hijo, cuando él le regaló sus botines. Fue un hecho único e inolvidable para nosotros".

Barovero, en su paso porBarovero, en su paso por San Luis (Foto: Twitter / @AtletideSanLuis)

La misma humildad que tuvo desde su infancia lo llevó a visitar al Club Deportivo El Pato, donde protagonizó una misión solidaria dedicada a la modesta institución de Berazategui. El ex arquero fue parte de una iniciativa que conmovió al humilde pueblo de la localidad bonaerense, con la entrega de materiales de entrenamiento para las divisiones inferiores. “Es lindo poder dar una mano con los clubes de barrio. Vengo de un pueblo muy pequeño, de 5.000 habitantes y con el tiempo me di cuenta de la importancia del primer club, porque es la segunda casa de uno, donde recibe una contención muy necesaria. Se trata de un proyecto de Ala muy importante, en el que se logró hacer una donación de elementos que le permitirá a los chicos poder entrenar. Este tipo de acciones representan un apoyo fundamental para que también se puedan mantener las instalaciones, que no es fácil”, sostiene.

Desde que usaba unos guantes prestados en Porteña Asociación Cultural y Deportiva hasta que se mudó a Santa Fe para sumarse a Atlético Rafaela, donde inició su carrera profesional, Trapito jamás cambió su esencia. Y cuando parecía que en el ocaso de su carrera le iba a quedar como cuenta pendiente incursionar por Europa, surgió la posibilidad del Burgos, en la Tercera División de España. “Fue un año muy lindo. Fuimos con un sólo objetivo, que era el de ascender; pero la travesía terminó rápido; incluso antes de lo que yo me imaginaba. De todos modos, se logró llegar a la meta de vivir en una ciudad muy linda y se parte de un Ascenso que le dio mucha alegría a la gente", subraya.

“Hoy uno ve a un equipo asentado en Segunda División, después de estar más de 25 años alejado del fútbol profesional. Fue un año muy lindo, con un gran grupo de compañeros que pudo formar una linda comunión con los hinchas en tiempos en los que recién salíamos de la pandemia. Lo más gratificante es que con el tiempo ese club siga creciendo", continúa su relato sobre su incursión en el territorio de Castilla y León. Sin embargo, también le quedó un sabor amargo cuando debió buscar un nuevo destino: “Se cortó por manejos extrafutbolísticos, pero lo que dependía de nosotros creo que lo hicimos de buena manera. Me quedó esa espina, porque tenía intenciones de quedarme un tiempito más, pero uno debía tomar decisiones y por eso decidí volver al fútbol argentino". Fue entonces cuando se sumó a Banfield, donde tuvo una despedida épica la vez que visitó con el Taladro al Monumental. Luego llegaría el retiro, la creación de una Academia de Arqueros, la incursión por el mundo stream y la participación en la Copa Potrero. Otro tipo de aventuras, que quedarán para un nuevo encuentro.

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