
La crisis ambiental que afecta al Río Tijuana y sus alrededores ha alcanzado niveles alarmantes, con consecuencias que impactan tanto a México como a Estados Unidos.
Según reportó The Associated Press, el flujo de aguas residuales sin tratar y desechos industriales provenientes de Tijuana ha contaminado el océano Pacífico en la frontera con California, cerrando playas, afectando la salud de comunidades locales y poniendo en riesgo a los Navy SEALs que entrenan en la zona.
Este problema, que se ha prolongado durante décadas, ha llevado al administrador de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), Lee Zeldin, a exigir acciones inmediatas por parte del gobierno mexicano.
Durante una visita a la frontera entre California y México, Zeldin destacó la urgencia de detener el flujo de contaminantes que cruzan hacia territorio estadounidense. “Los estadounidenses de nuestro lado de la frontera, que han lidiado con esto durante décadas, están fuera de paciencia”, afirmó Zeldin en una conferencia de prensa en San Diego.
Según detalló, la administración estadounidense busca una “solución al 100%” que ponga fin a esta crisis ambiental y sanitaria.

El Río Tijuana, que recorre aproximadamente 195 kilómetros desde México hasta California, se ha convertido en un canal de contaminación debido al envejecimiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales en Tijuana y al crecimiento descontrolado de la población y la industria en la región.
Desde 2018, más de 100.000 millones de galones de aguas residuales sin tratar, cargadas de químicos industriales y basura, han cruzado la frontera hacia el condado de San Diego, según informaron las fuentes.
Esta contaminación no solo afecta a quienes nadan o surfean en las playas cercanas, sino también a trabajadores como agentes de la Patrulla Fronteriza, estudiantes y residentes locales, quienes han reportado problemas de salud debido a la exposición a bacterias y químicos que se liberan en el aire.
Además, un informe del Departamento de Defensa reveló que entre 2019 y 2023 se registraron 1.168 casos de enfermedades gastrointestinales agudas entre los Navy SEALs que entrenan en las aguas contaminadas de la región.

Zeldin se reunió con la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, Alicia Bárcena, para discutir posibles soluciones. Bárcena aseguró que el gobierno mexicano está comprometido a resolver el problema, no solo para proteger las playas mexicanas, sino también las estadounidenses. “Estamos aquí porque queremos solucionar esto”, afirmó Bárcena en un comunicado.
Entre los proyectos en marcha, México ha reparado la planta de tratamiento de aguas residuales San Antonio de los Buenos, que ahora opera a plena capacidad. Sin embargo, Zeldin subrayó que aún queda mucho por hacer, incluyendo la instalación de compuertas para recolectar basura en Tijuana y la construcción de infraestructura para desviar 10 millones de galones de aguas residuales lejos de la costa.
Desde 2020, Estados Unidos ha destinado más de 653 millones de dólares para abordar esta crisis, incluyendo la expansión de la planta de tratamiento de aguas residuales South Bay International Wastewater Treatment Plant, ubicada en el lado estadounidense de la frontera.
Sin embargo, Zeldin señaló que los retrasos por parte del gobierno mexicano han impedido avances significativos. Además, México aún debe aportar 88 millones de dólares prometidos en un acuerdo de 2022.

El impacto de esta crisis va más allá del medio ambiente. Según reportó Fox News, la contaminación representa un problema de seguridad nacional, ya que afecta directamente la capacidad de los Navy SEALs y otros miembros de las fuerzas armadas para entrenar de manera segura.
Veteranos como Jeff Gum, quien enfermó durante su entrenamiento en 2008, han calificado la situación como una “crisis nacional”. Además, expertos advierten que este problema podría convertirse en un caso similar al de Camp Lejeune, donde la contaminación del agua en una base militar de Carolina del Norte resultó en miles de enfermedades y demandas legales que costaron al gobierno estadounidense entre 21.000 y 25.000 millones de dólares.
El alcalde de Imperial Beach, Paloma Aguirre, también ha alzado la voz, describiendo la situación como “uno de los desastres ambientales y de salud pública más horrendos de Estados Unidos”.
En una carta dirigida a Zeldin, Aguirre detalló que desde 2023, más de 31.000 millones de galones de aguas residuales y basura han cruzado la frontera, afectando la calidad del aire y el agua, y perjudicando la economía local.

Durante su visita, Zeldin enfatizó la necesidad de actuar con rapidez para implementar soluciones concretas. “No podemos pedirle a la gente de California que tenga más paciencia mientras seguimos atrapados en esta crisis durante los próximos 10, 20 o 30 años”, declaró.
Según Los Angeles Times, Zeldin y Bárcena acordaron reforzar las acciones conjuntas y redactar un plan detallado que incluya todos los proyectos necesarios para resolver el problema.
Aunque Zeldin reconoció el compromiso del gobierno mexicano, dejó claro que Estados Unidos espera resultados tangibles. “México necesita cumplir con su parte en la limpieza de la contaminación que causaron”, afirmó. Además, destacó que la colaboración entre ambos países será clave para alcanzar una solución definitiva.
Mientras los gobiernos de México y Estados Unidos trabajan en conjunto para abordar esta crisis, la presión de los residentes, líderes locales y grupos ambientalistas sigue aumentando. Como señaló Zeldin, “la paciencia se ha agotado”, y la necesidad de soluciones inmediatas es más urgente que nunca.