Estados Unidos anunció la suspensión inmediata de la entrega de visas de trabajo destinadas a conductores de camiones comerciales, según comunicó el secretario de Estado Marco Rubio el jueves 21 de agosto, en unas declaraciones recogidas por CBS News. El gobierno federal justificó la decisión por el incremento del número de conductores extranjeros que operan grandes camiones en territorio estadounidense, un fenómeno considerado como un riesgo tanto para la seguridad vial como para el empleo nacional en el sector.
“El crecimiento de conductores extranjeros al volante de camiones de gran tamaño en las carreteras estadounidenses está poniendo en peligro vidas de ciudadanos estadounidenses y socavando el sustento de los camioneros de nuestro país”, escribió Rubio en una publicación en la red social X. El secretario aseguró que la nueva política entró en vigor de inmediato el mismo jueves.
Fuentes del propio Departamento de Estado confirmaron posteriormente que la pausa en la emisión de este tipo de visas se realiza con el objetivo de “llevar a cabo una revisión comprensiva y exhaustiva de los protocolos de selección y verificación utilizados para determinar la cualificación de los aspirantes a una visa estadounidense”, señalaron fuentes oficiales citadas por CBS News. El vocero aclaró que la medida “aplica a todas las nacionalidades” y no se dirige específicamente a ningún país en particular.

El portavoz del Departamento de Estado dijo que la suspensión tiene como propósito evaluar a fondo los mecanismos actuales de selección y las pruebas empleadas en el proceso de obtención de visas para quienes buscan trabajar como conductores de camiones comerciales en Estados Unidos. “Asegurar que cada conductor en nuestras carreteras cumpla con los estándares más altos es importante para proteger los trabajos de los camioneros estadounidenses y para mantener una cadena de suministro segura y resiliente”, indicó el funcionario, según declaraciones de CBS News.
Esta decisión se enmarca en un endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por el gobierno federal. Recientemente, la administración reforzó el requisito de dominio del inglés —lectura y habla— para los conductores de camiones en el país. Desde el Departamento de Transporte explicaron que esta nueva exigencia responde a la necesidad de mejorar la seguridad de las carreteras tras una serie de incidentes graves en los cuales la incapacidad para comprender señales o comunicarse en inglés pudo influir en desenlaces fatales.

La American Trucking Association (ATA), una entidad representativa del sector, calculó recientemente que Estados Unidos enfrenta una escasez de unos 60.000 conductores profesionales. En un comunicado expresado por CBS News, la organización manifestó su apoyo a la medida administrativa, indicando que el sistema de otorgamiento de visas “requiere una revisión profunda, incluida la aplicación de criterios de capacitación para conductores de nivel inicial”.
Estas preocupaciones sobre la seguridad y la capacitación profesional surgen en un escenario de insuficiencia de mano de obra nacional en el transporte terrestre, lo cual ha impactado en la cadena de suministro estadounidense y en la propia economía del país. La ATA insistió en la importancia de asegurar procedimientos rigurosos para quienes ingresan al mercado estadounidense como operadores de camiones comerciales.

La administración del gobierno federal comunicó además que ha iniciado un proceso de revisión sobre los más de 55 millones de extranjeros con visas válidas para Estados Unidos, con el fin de detectar cualquier posible violación que pueda derivar en su deportación. En declaraciones recogidas por CBS News, el Departamento de Estado afirmó que los titulares de visados, incluidos visitantes temporales de diversas nacionalidades, están sujetos a una “revisión continua”, orientada a identificar eventuales inhabilitaciones para permanecer en el país.
El Departamento explicó que si se detecta información que invalide el permiso, la visa será revocada y, si la persona se encuentra dentro de Estados Unidos, será sometida a un proceso de deportación. La política de revisiones se ha intensificado desde la llegada de la nueva administración a la Casa Blanca, con énfasis en inmigrantes irregulares, estudiantes y participantes en programas de intercambio.
Fuentes oficiales citadas por CBS News afirmaron que la nueva formulación del protocolo de vetting (evaluación) implica un escrutinio más amplio y detallado de las actuales autorizaciones de residencia y trabajo, lo que podría traducirse en revocaciones inmediatas de permisos incluso a quienes ya se encuentran residiendo de manera legal en Estados Unidos.