Edad, tipo de piel y actividad: los secretos de los dermatólogos para elegir el mejor protector solar

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 usar protectorLos expertos coinciden: usar protector solar a diario es una de las medidas más efectivas para prevenir el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La elección adecuada del protector solar puede marcar la diferencia entre mantener una piel sana y exponerse a riesgos como quemaduras, envejecimiento prematuro o incluso el más grave de todos los posibles desenlaces: el cáncer de piel.

Aunque existe una amplia variedad de productos en el mercado, la confusión sobre los términos de las etiquetas y la forma correcta de uso es frecuente entre los consumidores. Comprender qué buscar en un protector solar y cómo aplicarlo correctamente resulta esencial para una protección eficaz frente a los daños solares.

El cáncer de piel se encuentra entre los tipos más frecuentes a nivel mundial, y la exposición a los rayos ultravioleta (UV) es uno de los principales factores de riesgo.

Los expertos de la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD) y The Skin Cancer Foundation coinciden en que el uso regular de protector solar es una de las medidas más efectivas para prevenir tanto el cáncer de piel como el envejecimiento prematuro, que se manifiesta en forma de arrugas, manchas y pérdida de elasticidad. Sin embargo, la eficacia de este producto depende de una elección informada y de una aplicación adecuada.

Más allá del uso del protector solar, decodificar las etiquetas que presenta cada productor puede resultar complejo. Términos como “amplio espectro”, “FPS” y “resistente al agua” tienen definiciones técnicas reguladas.

  • “Amplio espectro” indica que el producto protege contra los rayos UVA, responsables del envejecimiento cutáneo, y los UVB, que causan quemaduras.
  • El FPS (factor de protección solar) señala la capacidad del producto para filtrar los rayos UVB: un FPS 15 filtra el 93% de estos rayos, mientras que un FPS 30 alcanza el 97%. No existe un protector solar que bloquee el 100% de la radiación UVB, por lo que la protección nunca es absoluta.
  • “Resistente al agua” significa que el producto mantiene su eficacia durante 40 u 80 minutos en contacto con el agua o el sudor, según lo indique la etiqueta. Es importante recalcar que ningún protector solar es impermeable ni ofrece un “bloqueo total”.

En ese sentido, las principales organizaciones especializadas, como la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD) y The Skin Cancer Foundation, recomiendan elegir un protector solar con FPS 30 o superior, protección de amplio espectro y resistencia al agua.

Existe diversos factores que pueden ser determinantes a la hora de elegir un protector solar. Para quienes planean pasar largos periodos al aire libre, se aconseja optar por fórmulas con FPS 50 o más y verificar el tiempo de resistencia al agua.

Además, la elección del tipo de filtro es relevante: los protectores físicos o minerales, que contienen óxido de zinc o dióxido de titanio, son preferibles para personas con piel sensible y para niños, ya que tienen menor probabilidad de causar irritaciones.

Decodificar las etiquetas de losDecodificar las etiquetas de los protectores solares puede marcar la diferencia entre una protección eficaz y una falsa sensación de seguridad. (Crédito: Freepik)

Los protectores químicos, en cambio, emplean otros ingredientes activos y pueden resultar más ligeros en textura. Existen también fórmulas híbridas que combinan ambos tipos de filtros.

La aplicación correcta del protector solar es tan importante como la elección del producto. Los dermatólogos recomiendan aplicar el protector al menos 15 minutos antes de la exposición solar, para permitir que la piel lo absorba adecuadamente.

La cantidad sugerida para un adulto es de aproximadamente 30 ml (una onza, equivalente a una cucharada grande estándar) para cubrir todas las áreas expuestas del cuerpo. Aquí un repaso:

  • Para el rostro, se aconseja una cantidad equivalente al diámetro de una moneda mediana.
  • Es fundamental no olvidar zonas como el cuello, las orejas, el dorso de los pies y las piernas. En el caso de zonas de difícil acceso, como la espalda, se puede recurrir a fórmulas en spray o pedir ayuda.
  • Para el cuero cabelludo, especialmente en personas con cabello fino o escaso, se recomienda aplicar protector solar o usar un sombrero de ala ancha.
  • Los labios también requieren protección, idealmente con un bálsamo labial con FPS 30 o superior.

La reaplicación es clave para mantener la protección. Se debe renovar el protector solar cada dos horas, y de forma inmediata después de nadar, sudar o secarse con una toalla. Muchas personas que sufren quemaduras solares lo hacen por no reaplicar el producto con la frecuencia necesaria, por usar una cantidad insuficiente o por emplear protectores caducados.

Además, la exposición a los rayos UV ocurre incluso en días nublados o durante el invierno, por lo que el uso de protector solar debe formar parte de la rutina diaria.

Algunos términos presentes en las etiquetas, como “deportivo”, “para bebés” o “piel sensible”, no cuentan con una definición oficial por parte de las autoridades regulatorias. En general, los productos etiquetados como “deportivo” suelen ser resistentes al agua, pero es imprescindible comprobar el tiempo de resistencia especificado.

Los protectores solares para bebés y pieles sensibles suelen contener únicamente filtros minerales y carecen de fragancias o aceites que puedan causar irritación. Para los niños menores de seis meses, la recomendación es evitar el uso de protector solar y optar por la protección física mediante ropa y sombra.

En cuanto a los productos que combinan protector solar con repelente de insectos, los expertos aconsejan evitarlos, ya que el protector debe aplicarse con mayor frecuencia que el repelente.

La protección solar no debe limitarse al uso de cremas o lociones. Los especialistas insisten en complementar el protector solar con otras medidas, como el uso de ropa de manga larga, pantalones, sombreros de ala ancha y gafas de sol con filtro UV.

Asimismo, buscar sombra, especialmente en las horas de mayor radiación, y elegir prendas con etiqueta de factor de protección ultravioleta (UPF) refuerza la defensa frente a los daños solares.

Aplicar la cantidad adecuada yAplicar la cantidad adecuada y reaplicar cada dos horas es clave para evitar quemaduras, incluso en días nublados. (Crédito: Freepik)

La protección más eficaz frente al sol se logra al combinar un protector solar adecuado, una aplicación generosa y frecuente, y la adopción de barreras físicas como ropa y sombra. Esta estrategia permite reducir de manera significativa el riesgo de daño cutáneo y preservar la salud de la piel a largo plazo.

De acuerdo con Harvard Health Publishing, existen 10 puntos esenciales que se deben tener en cuenta a la hora de elegir un protector solar para poder obtener una protección eficaz frente al sol:

  1. Verificar que el envase indique “broad spectrum” o amplio espectro, lo que significa que protege contra los rayos UVA y UVB.
  2. Escoger un nivel de FPS adecuado; los productos con FPS hasta 50 ofrecen protección suficiente y valores superiores no brindan beneficios adicionales.
  3. Confirmar que el producto sea “water resistant” y observar si la etiqueta especifica si la protección dura 40 u 80 minutos después de nadar o transpirar.
  4. Renovar los protectores solares vencidos o expuestos a altas temperaturas, ya que su efectividad puede verse afectada.
  5. Aplicar una cantidad generosa: aproximadamente una onza (30 ml o el tamaño de un shot) sobre toda la piel expuesta y repetir la aplicación cada dos horas.
  6. Evitar protectores solares que combinan la acción con repelente de insectos, porque el protector requiere reaplicaciones frecuentes y el repelente no.
  7. Preferir lociones a sprays o polvos, ya que brindan mejor cobertura y minimizan el riesgo de inhalar compuestos.
  8. Aplicar el protector antes de la exposición solar y antes de vestir a los niños, asegurando así la cobertura de toda la piel.
  9. Consultar sobre ingredientes potencialmente controversiales, como oxybenzone, retinoides o nanopartículas; las autoridades médicas destacan que estos componentes no implican riesgos significativos, mientras que la mayor amenaza es la sobreexposición al sol.
  10. Priorizar el uso frecuente y correcto del producto, ya que las quemaduras en la infancia incrementan el riesgo de cáncer de piel en la vida adulta.
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