Instalar una base militar estadounidense en Manta, ciudad portuaria ubicada al filo del Pacífico, en el noroeste de Ecuador y a 260 kilómetros de la capital, Quito, sería una de las opciones que baraja el país para enfrentar la “guerra” contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Además, el país vecino confirmó este domingo la compra de 64 millones de dólares en armamento a Washington, justo cuando el país está por celebrar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que los sondeos proyectan un empate técnico, serán el próximo 13 de abril entre el actual mandatario, Daniel Noboa, y la correísta Luisa González.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa. Foto:AFP
Aunque Ecuador ya tuvo una base militar estadounidense en su territorio en el pasado, este nuevo proyecto sería un “punto logístico de avanzada” que permitiría realizar mantenimiento a las aeronaves y buques sin necesidad de que regresen a Estados Unidos, señaló el ministro de Defensa Gino Lofredo, al advertir que podrían instalarse otros puntos logísticos porque “todo suma y nada sobra en esta guerra”.
Ecuador se encuentra en “conflicto armado interno” desde enero de 2024 cuando el presidente Daniel Noboa declaró la guerra a por lo menos 22 grupos del crimen organizado, GDO, locales y transnacionales que operaban en este país sudamericano de 17 millones de habitantes.
Ahora los GDO han aumentado su capacidad de expansión. “Ya no son 22, con certeza no sabemos el número de las narcoorganizaciones, muchas se han dividido, otras se han fusionado entre ellas o con carteles internacionales de la droga. Su poder logístico y de reclutamiento ha logrado que varios sectores del país se conviertan en sus territorios. La situación es muy difícil”, señaló a EL TIEMPO, un oficial de la Policía Nacional, que pidió el anonimato.
Incluso, el propio Noboa invitó el fin de semana a suelo ecuatoriano a Erik Prince, fundador de Blackwater, un grupo militar privado estadounidense, que cambió su nombre a Academi tras estar implicada en graves denuncias de violaciones de derechos humanos durante la invasión estadounidense en Irak.
Ya no son 22, con certeza no sabemos el número de las narcoorganizaciones, muchas se han dividido, otras se han fusionado entre ellas o con carteles internacionales de la droga
Y, precisamente, el tema de la seguridad y la lucha contra el crimen organizado ha sido una de las piezas angulares de esta campaña electoral.
Las cifras lo demuestran. Ecuador se ha convertido en el país más violento de la región. En enero y febrero del 2025 se registraron más de 1.500 muertes violentas, un promedio de 26 homicidios por día, los meses más violentos de la historia del país con una tasa de homicidios a 53 por cada 100 mil habitantes que ya supera las alarmantes cifras de 2023 con 46.2 y, en 2024, a 39.1 muertes violentas por cada 100 mil habitantes.
El Plan Fénix propuesto por Noboa para enfrentar la narcoviolencia no ha dado los frutos esperados a pesar de que el incremento de tres puntos, de 12 a 15 por ciento, en el Impuesto al Valor Agregado, IVA, le ha sumado 1.319 millones extras al presupuesto estatal en el último año. “Es un simple membrete”, dice el académico del Instituto de Altos Estudios Nacionales, Daniel Pontón.
Militares en Ecuador. Foto:AFP
Para el experto en temas de seguridad, las estrategias implementadas son repetitivas y sin resultados. “No hay estrategia integral y estructural que le haya permitido al país salir de la espiral de violencia que lo envuelve. Solo se trata de mitigar el problema, pero no solucionarlo de raíz”, puntualizó el diálogo con EL TIEMPO.
Lo que se sabe hasta ahora del plan para instalar una base militar de Estados Unidos en Ecuador
Noboa hace todos los esfuerzos por lograr un apoyo de Estados Unidos a la lucha interna del Ecuador. A fines de marzo viajó a Miami para un encuentro no oficial con Donald Trump. La oscuridad informativa rodea los resultados del desplazamiento. “Fue una visita para decirle lo que necesitamos y que tenemos una problemática de seguridad grande, y que necesitamos apoyo", se limitó a decir Anabella Azín, asambleísta electa y madre de Noboa.
A días seguidos, la cadena estadounidense CNN dio cuenta de los avances que habría logrado el gobierno de Noboa para instalar la “Base de Manta” como un apoyo militar de los Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. Los supuestos planos de construcción difundidos por CNN “muestran que se prevé construir un muelle de 150 metros y ampliar el puerto existente”.
El ministro Lofredo lo ratificó y fue más allá al anunciar "acuerdos que vienen en marcha" dentro de los que "hay diferentes infraestructuras". El propio Noboa ha declarado su objetivo de contar con asistencia y apoyo internacional a través de “fuerzas especiales en el exterior” para unirse al combate contra el crimen organizado, particularmente en las zonas más críticas del país.
Al respecto, la candidata González criticó el encuentro. "Eso va a tener una seria implicación en la economía. Se reúne supuestamente con el presidente Trump, y nos va peor", expresó González durante una entrevista a una radio de la costera provincia de Manabí tras, además, criticar que el mandatario estadounidense haya impuestos aranceles del 10 % a las importaciones ecuatorianas.
El pasado jueves, Lofredo, el ministro del Interior, John Reimberg y el Embajador de Ecuador en Estados unidos, Cristian Espinosa, se reunieron en Washington. con el congresista republicano Mario Díaz-Balart. Fue una conversación “productiva” sobre los intereses y objetivos de seguridad compartidos. Así lo publicó Díaz-Balart en su cuenta de X.
“Bajo el liderazgo del presidente Daniel Noboa, Ecuador se ha convertido en un socio cooperativo en la lucha contra el narcotráfico, el combate a la influencia maligna de la China comunista y la atención al problema de la pesca ilegal china. Es fundamental seguir fortaleciendo nuestra cooperación en defensa y seguridad, mientras promovemos los valores democráticos compartidos y los esfuerzos contra la corrupción”, publicó.
La candidata presidencial Luisa González. Foto:AFP
Sin mencionarlo, Díaz-Balart se complacía porque en enero pasado se firmaron las resoluciones que permiten que buques de guerra, buques y aeronaves militares y sus tripulaciones podrán ingresar a las islas, exentos de todo impuesto, para abastecerse de combustible y coordinar las acciones combinadas entre militares ecuatorianos y soldados de la Guardia Costera de Estados Unidos, tendentes a interceptar a lo largo del Pacífico, el narcotráfico marítimo, el tráfico de armas y la pesca ilegal, entre otros delitos
Esto es posible con base en los acuerdos bilaterales de cooperación, pero instalar una base militar para permanencia de militares extranjeros no es cosa fácil. Noboa intenta reformar parcialmente el artículo 5 de la Constitución que prohíbe la instalación de bases militares y la permanencia de soldados extranjeros en territorio ecuatoriano.
El experto Hernán Moreano considera que para enfrentar los delitos transnacionales “no es necesario que ingresen militares y se instalen en bases en el país, bastaría con potenciar los acuerdos de cooperación internacional para recibir el apoyo de otros países en el combate de este flagelo que ha llevado a que en Ecuador haya un lavado de activos que bordea los tres mil 500 millones de dólares.
“En la región existen 11 mercados criminales, es decir, acciones que provienen de grupos organizados de narcotráfico, tráfico lo óptimo sería fomentar la cooperación internacional en capacitación, transferencia tecnológica, y otras formas de apoyo logístico para atender las necesidades de seguridad”, señaló Moreano en la Asamblea Nacional que debate la reforma.
Los soldados de Erick Prince llegan a Ecuador
En la búsqueda de ayuda internacional, Noboa trajo a Ecuador al exmilitar estadounidense y empresario en seguridad, Erick Prince, fundador de la empresa de seguridad privada Blackwater, ahora bajo el nombre de Academi.
Llegaron e inmediatamente entraron en acción. Mostrando a Prince los ministros Lofredo y Reimberg se sumaron al operativo militar “apolo 13”, desplegado en los suburbios de la costera ciudad de Guayaquil contra los GDO. ¡Nueva etapa histórica por la seguridad ya inició! publicó Lofredo en las redes del Ministerio de Defensa tras anunciar que el “Bloque de seguridad y estadounidense Erik Prince ya están en territorio enfrentando al narcoterrorismo”.
“Vamos a proporcionar al Gobierno las herramientas y las tácticas para combatir eficazmente las bandas de narcos, gran inteligencia en las operaciones para poner a los narcos a correr y hacer que tenga verdadero miedo de ser atrapados”, dijo Prince en sus primeras declaraciones desde una base militar.
Lofredo, confirmó que con el grupo de Prince se canalizarán asesorías, de capacitaciones, pero no necesariamente se va a limitar a solo esas acciones”.
El pasado11 de marzo, el presidente Noboa publicó una foto de la reunión que mantuvo con Prince. “El crimen organizado ha sembrado miedo y ha creído que puede operar con impunidad. Se les acaba su hora. Empieza la ayuda internacional en el Ecuador”, señaló en su cuenta de X.
Prisión penitenciaria Litoral durante una operación policial en Guayaquil, Ecuador. Foto:Ejército Ecuatoriano / AFP
Prince formó parte de la CIA, conocido como líder de un grupo mercenario que ha recibido millonarios contratos de seguridad en Estados Unidos.
Ya hubo una base militar en Manta
Ecuador ya vivió la experiencia de una base militar estadounidense, la Forward Operating Location, FOL. Por 10 años, de 2009 a 2019, se instaló en la Base Eloy Alfaro de Manta con prebendas especiales como la condición de diplomáticos, ingreso al país sin visa, importaciones exentas de impuestos. El objetivo: la intercepción de tráfico marítimo de drogas.
El acuerdo suscrito por el entonces presidente Jamil Mahuad fue rechazado por varias organizaciones políticas y sociales que incluso denunciaron violación a los Derechos Humanos atribuidos a los militares estadounidenses.
La llegada al poder del exmandatario, Rafael Correa, anunciaba el fin de la presencia norteamericana. “Primero me cortan la mano antes de firmar la continuación de ese convenio", "Dicen que eso aumentará el tráfico de drogas, entonces pongan la base en Colombia, si Colombia produce la droga, Ecuador no. ¿Por qué los tenemos que tener aquí y encima sin pagar arriendo? Aunque paguen lo que paguen, la patria no está en venta", enfatizó.
Bajo su mandato, en 1988, se redactó una nueva Constitución donde se incluyó la prohibición de instalar bases militares ni instalaciones extranjeras en territorio ecuatoriano.
MAGGY AYALA SAMANIEGO
Corresponsal de EL TIEMPO
Quito