Dos años del crimen de Edwin Arrieta: Daniel Sancho, la vida en prisión y la batalla legal que sigue abierta

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Dos años del asesinato deDos años del asesinato de Daniel Sancho a Edwin Arrieta. (Imagen de Archivo)

Se cumplen dos años del brutal asesinato de Edwin Arrieta en la isla tailandesa de Koh Phangan, el caso que involucra a Daniel Sancho sigue atrapado en una maraña judicial.

El joven español, condenado a cadena perpetua por descuartizar al cirujano colombiano, permanece en la prisión de Surat Thani mientras la resolución de los recursos presentados por ambas partes mantiene el futuro del proceso en vilo.

El equipo legal de Sancho ha elevado un recurso de 480 páginas al Tribunal de Apelaciones de Tailandia, en el que insiste en que no existió premeditación y que el crimen fue un acto de defensa propia tras un forcejeo.

“No hay pruebas concluyentes de una planificación del asesinato”, sostiene el documento, que abre la puerta a dos posibles desenlaces: la anulación de la sentencia y su liberación inmediata, o la repetición del juicio con la posibilidad de una condena reducida a unos cuatro años de prisión.

Marcos García-Montes, abogado principal de Sancho, asegura que “Daniel volverá a España en dos o tres años”. La defensa confía en que las supuestas lagunas del juicio permitan una revisión favorable del caso, aunque son conscientes de que el Ministerio Fiscal y la acusación particular podrían impugnar cualquier intento de rebaja de la pena.

El español Daniel Sancho se enfrenta al juicio en Tailandia por el supuesto asesinato del colombiano Edwin Arrieta. El tribunal tiene que determinar si fue un crimen premeditado o un accidente.

La respuesta de la familia de Edwin Arrieta no se ha hecho esperar. Representados por Juan Gonzalo Ospina, Juanjo Ospina y Beatriz Uriarte, los letrados han presentado su propio recurso, rechazando la posibilidad de repetir el juicio.

“No existe ninguna prueba que avale su inocencia”, afirman, denunciando que la defensa intenta “generar una duda inexistente” con argumentos “subjetivos y carentes de base jurídica”.

La premeditación quedó más que acreditada”, señalan recordando que Sancho confesó durante el proceso haber matado y descuartizado a Arrieta. Además, critican la campaña mediática que, a su juicio, ha intentado “convertir al asesinato en una figura heroica”, invisibilizando el sufrimiento de la familia de la víctima. “Dos años después, no hemos podido empezar a hacer el duelo”, lamenta.

El 31 de julio de 2023, Sancho y Arrieta llegaron por separado a Koh Phangan para asistir a la fiesta de la luna llena. Al día siguiente, Sancho compró cuchillos, una sierra y productos de limpieza, actos registrados por las cámaras de seguridad. Fue la última vez que Arrieta fue visto con vida.

El 2 de agosto, en un bungalow de la isla, Sancho mató y descuartizó al cirujano. Posteriormente, intentó deshacerse de los restos en un vertedero y en el mar.

La denuncia de la desaparición de Arrieta, junto a las heridas visibles en Sancho, levantaron las sospechas de la policía tailandesa, que tras varios días de investigación encontró restos humanos e inculpó al español.

Sancho alegó defensa propia frente a un supuesto ataque sexual, pero las pruebas recopiladas le valieron la acusación de asesinato premeditado, delito castigado con la pena de muerte en Tailandia.

El juicio, celebrado entre abril y mayo de 2024, terminó con la condena a cadena perpetua y una indemnización de 4,4 millones de bahts (aproximadamente 106.000 euros) a la familia Arrieta.

Desde su ingreso en prisión de Surat Thani, Sancho ha intentado mantener una rutina estricta. En una celda individual, dedica su tiempo a hacer ejercicio, escribir sus memorias y seguir la actualidad internacional.

Las comunicaciones con su familia y abogados son constantes, realizadas por videoconferencia. Silvia Bronchalo, su madre, ha viajado a Tailandia en varias ocasiones.

Tras su última visita, afirmó que su hijo se encuentra “perfectamente”, pese al aislamiento y a la rigurosa disciplina penitenciaria, que incluye rezos budistas, recuentos y periodos de encierro. El 11 de junio, Sancho celebró su primer cumpleaños en prisión tras la condena.

Los abogados de Daniel Sancho, en la rueda de prensa en la que han denunciado las irregularidades de la investigación (Europa Press)

En marzo de 2025, la defensa presentó su recurso, mientras que la familia Arrieta recurrió en noviembre de 2024 para endurecer la condena o aumentar la compensación.

La decisión ahora está en manos del Tribunal de Apelaciones de Phuket. Si alguna de las partes recurre esta nueva resolución, el caso podría llegar hasta el Tribunal Supremo de Tailandia, alargando el proceso durante años.

Mientras tanto, la familia de Edwin Arrieta sigue esperando justicia. “Hasta que no haya una sentencia firme, no podremos descansar”, afirman sus abogados.

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