
¿Volverá la Coca-Cola estadounidense a ser grandiosa? El presidente Donald Trump dijo el miércoles que Coca-Cola acordó usar azúcar de caña real en su bebida insignia en Estados Unidos por sugerencia suya. Sin embargo, la empresa se vio obligada a salir a defender el uso del jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) en sus bebidas luego de sus dichos.
Cualquier cambio en el jarabe de maíz de alta fructosa de la Coca-Cola vendida en Estados Unidos haría que Coca-Cola se ajustara más a sus prácticas en otros países, como México y Australia. Sin embargo, no afectaría la bebida predilecta de Trump, la Coca-Cola Light, que utiliza aspartamo como bebida sin calorías.
“He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña REAL en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido”, escribió Trump en sus redes sociales. “Quiero agradecer a todas las autoridades de Coca-Cola. Será una muy buena decisión por su parte. Ya verán. ¡Es simplemente mejor!”.
Inicialmente, la compañía respondió con un comunicado ambiguo en el que agradeció el “entusiasmo del presidente Trump” y aludió sin mayores precisiones a futuras “ofertas innovadoras” dentro de su gama de productos.
Sin embargo, el jueves Coca-Cola emitió una declaración más contundente en defensa del ingrediente que utiliza desde hace décadas en el mercado estadounidense. “El nombre suena complejo, pero el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), que usamos para endulzar algunas de nuestras bebidas, es en realidad un edulcorante hecho de maíz”, señaló. “Es seguro; tiene aproximadamente la misma cantidad de calorías por porción que el azúcar de mesa y el cuerpo lo metaboliza de forma similar”.
La empresa añadió que la Asociación Médica Estadounidense (AMA) ha confirmado que el JMAF “no tiene más probabilidades de contribuir a la obesidad que el azúcar de mesa u otros edulcorantes con calorías completas”. Y remató: “Tengan la seguridad de que los refrescos de la marca Coca-Cola no contienen ninguna sustancia dañina”.

La defensa del JMAF no es casual: el ingrediente ha estado en el centro del debate nutricional en EEUU, especialmente tras los cuestionamientos de figuras como Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud, quien lo incluyó como blanco de su campaña “Make America Healthy Again”. En 2023, la AMA había afirmado que no existía evidencia suficiente para exigir advertencias especiales en los productos que lo contienen.
La compañía ha complacido durante mucho tiempo a los aficionados estadounidenses al azúcar de caña importando botellas de vidrio de Coca-Cola mexicana a Estados Unidos desde 2005.
Mientras tanto, el regreso de la producción de azúcar a Estados Unidos podría afectar a los productores de maíz del país, cuyos rendimientos se utilizan en edulcorantes artificiales.
“Reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña no tiene sentido”, declaró John Bode, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Refinadores de Maíz. “El presidente Trump defiende los empleos en la industria manufacturera estadounidense, a los agricultores estadounidenses y la reducción del déficit comercial. Reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña costaría miles de empleos en la industria alimentaria estadounidense, reduciría los ingresos agrícolas y aumentaría las importaciones de azúcar extranjera, todo ello sin ningún beneficio nutricional”.
El propio Trump es tan fanático de la Coca-Cola Light que hizo instalar un botón rojo en el escritorio Resolute de la Oficina Oval, que puede presionar para que un mayordomo de la Casa Blanca le traiga una.
En una cumbre del G20 en 2017, se pudo ver una botella de Coca-Cola Light junto a su silla. Y The New York Times informó en 2018 que bebía una docena de Coca-Colas Light al día.
El eventual cambio de Coca-Cola al azúcar de caña podría tener implicancias económicas relevantes en el mercado de bebidas de 285.000 millones de dólares en Estados Unidos. En México, la Coca-Cola se fabrica con azúcar de caña y se envasa en botellas de vidrio, una presentación que muchos consumidores consideran de mejor sabor y que se vende en EEUU como “Coca-Cola Mexicana” a un precio mayor.
(Con información de AP)