
El presidente estadounidense Donald Trump calificó a los cárteles de droga que operan en el Caribe como combatientes ilegales y anunció que Estados Unidos se encuentra involucrado en un “conflicto armado no internacional”.
Esta postura quedó reflejada en un memorando del gobierno, cuyo contenido fue obtenido por The Associated Press este jueves. Según el documento, el Congreso de EEUU fue notificado de la decisión por representantes del Pentágono un día antes, de acuerdo con un funcionario estadounidense familiarizado con el caso, quien pidió mantener el anonimato debido a que no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el tema.
Entre los elementos clave expuestos al Congreso se encuentran el cambio de marco legal y el cuestionamiento del papel del órgano legislativo en la autorización de estas acciones, lo que ha generado inquietud en varios sectores políticos.
La declaración oficial de la Casa Blanca responde a una serie de ataques militares estadounidenses contra embarcaciones sospechadas de tráfico de drogas en el Caribe, perpetrados el mes pasado. Al menos dos de estas operaciones tuvieron como objetivo lanchas provenientes de Venezuela, según información compartida en la sesión informativa confidencial a puerta cerrada.
Tanto senadores como representantes de diferentes partidos expresaron sus reservas sobre el enfoque adoptado por el Ejecutivo, al sostener que el Congreso debe ejercer su autoridad bajo la ley de poderes de guerra para aprobar cualquier acción militar de este tipo.
En esta línea, el funcionario estadounidense detalló que persisten dudas dentro del Capitolio sobre la existencia de una lista específica de organizaciones terroristas involucradas en este conflicto, situación que ha causado frustración entre algunos legisladores informados por el Pentágono. Los demócratas han instado al presidente Trump a acudir al Congreso para solicitar formalmente facultades de guerra, mientras que desde la oposición republicana también han surgido críticas por la falta de consentimiento legislativo y la aparente conducción de una guerra secreta contra adversarios desconocidos por la opinión pública. Consultada por The Associated Press, la Casa Blanca no respondió por el momento a los pedidos de declaración.
El registro oficial estadounidense muestra que se han producido cuatro ataques contra lanchas presuntamente operadas por narcotraficantes en el Caribe. En declaraciones ofrecidas este martes frente a la prensa en Washington, Trump confirmó la destrucción de estas embarcaciones y calculó que los dos primeros ataques resultaron en 11 y tres muertos, respectivamente, de acuerdo con cifras proporcionadas por el Pentágono. El mandatario norteamericano habló de un tercer ataque, del cual aún no se habían publicado imágenes, y el Pentágono posteriormente informó de un cuarto ataque, con un saldo adicional de tres muertos. Según la versión de las autoridades estadounidenses, el total de personas fallecidas ascendería a 17, todas identificadas como presuntos narcotraficantes.
Las recientes operaciones militares representan una escalada en la estrategia de lucha contra el narcotráfico si se comparan con los tradicionales operativos de interdicción y detención a cargo de la Guardia Costera de Estados Unidos en conjunto con fuerzas de otros países de la región. Como parte de este despliegue, se han destacado ocho destructores navales, miles de marines y una decena de cazas F-35 en Puerto Rico, según datos oficiales recogidos por varios medios. “Es fabuloso lo que puede hacer la fuerza”, afirmó Trump durante una reunión con la cúpula militar, según The Associated Press.

El mandatario enfatizó que el flujo de drogas por mar hacia Estados Unidos se ha reducido a cero luego de los ataques letales, y advirtió que el gobierno ahora “vigilará muy seriamente a los carteles que ingresen por tierra”, con la mira puesta en Venezuela. Ante la consulta de periodistas por posibles futuros ataques, Trump sostuvo que el país sudamericano sigue siendo “muy peligroso” y dejó abierto el escenario a nuevas acciones.
Estas declaraciones han motivado una respuesta inmediata desde Caracas, donde el dictador Nicolás Maduro firmó el lunes un decreto para declarar el estado de Conmoción Externa. Se trata de un esquema de emergencia que entraría en vigor en caso de agresión externa, posibilidad que Venezuela evalúa ante la creciente presión de Washington y la intensificación de la retórica de la Casa Blanca.
(Con información de AFP, AP y EP)