El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una imagen de archivoEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo recientes conversaciones telefónicas con los líderes de Tailandia y Camboya con el objetivo de resolver el conflicto fronterizo que vive esta región del sudeste asiático, según comunicó este viernes la Casa Blanca.
Durante una visita oficial en Malasia, Trump firmó el pasado 26 de octubre un acuerdo de alto el fuego entre Camboya y Tailandia, acuerdo respaldado por la mediación de Estados Unidos y en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Estas gestiones forman parte de los esfuerzos de la administración estadounidense por poner fin a la violencia en la zona y consolidar la paz regional. Además de estos contactos directos, la Casa Blanca aseguró que Trump se encuentra también en comunicación con Malasia para facilitar medidas que conduzcan a la pacificación, según declaraciones de un alto funcionario estadounidense recogidas en el mismo comunicado.
La tensión se reactivó tras nuevos enfrentamientos armados ocurridos el miércoles en la frontera entre Tailandia y Camboya, de los que ambas naciones se responsabilizaron mutuamente. La capital camboyana, Phnom Penh, informó sobre la muerte de un civil, mientras que Bangkok anunció la suspensión del acuerdo de paz respaldado por Washington poco antes del suceso.
El conflicto, de origen histórico, se reavivó a raíz de la acusación tailandesa contra Camboya de haber colocado minas terrestres en zonas en disputa, lo que provocó heridas en soldados tailandeses y desencadenó enfrentamientos en los meses previos.
El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, instó a las autoridades de ambos países a respetar la tregua firmada en Kuala Lumpur a finales del mes pasado y a aplicar medidas concretas de distensión y confianza mutua. Estas declaraciones, emitidas a través de su portavoz Stéphane Dujarric en una rueda de prensa, llegaron después de que se reportara la muerte de al menos un civil y tres heridos por disparos del ejército tailandés en un nuevo brote de violencia fronteriza. El portavoz subrayó la necesidad de mantener el alto el fuego alcanzado el 26 de octubre y de implementar mecanismos de confianza incluidos en el pacto, con el fin de buscar una solución duradera y pacífica al centenario litigio.
Residentes cargan con el ataúd de Dy Nay, fallecido luego de que soldados tailandeses abrieron fuego contra civiles en la aldea de Prey Chan, en la provincia de Banteay Meanchey, en la frontera con Tailandia, en Prey Chan, Camboya, el 13 de noviembre de 2025 (AKP vía AP)Ese mismo miércoles, el primer ministro camboyano, Hun Manet, denunció que los disparos tailandeses habrían causado una víctima mortal y tres heridos en la población civil camboyana, justo después de la decisión de Bangkok de suspender el acuerdo de paz por un incidente con explosivos que hirió a militares tailandeses en la provincia de Si Sa Ket.
Ambos países intercambiaron acusaciones sobre la responsabilidad de los nuevos choques. Phnom Penh sostuvo que un civil resultó muerto y varios heridos por disparos provenientes del lado tailandés de la frontera, mientras que el portavoz del ejército de Tailandia, Winthai Suwaree, afirmó que las tropas camboyanas abrieron fuego primero en la aldea tailandesa de Ban Nong Ya Kaeo, provincia de Sa Kaeo, lo que llevó a los soldados de Tailandia a responder con disparos de advertencia. El incidente, relatado por Suwaree, duró aproximadamente diez minutos y no dejó bajas reportadas del lado tailandés.
El trasfondo de este conflicto hunde sus raíces en una disputa centenaria por la delimitación de la frontera común, cartografiada por Francia en 1907 durante su época colonial en Indochina. La soberanía de varios templos ubicados en la divisoria sigue siendo motivo de desacuerdo. A finales de julio, la confrontación escaló en combate abierto que se extendió durante cinco días e involucró el uso de aviones de combate, misiles y unidades terrestres, causando la muerte de al menos 43 personas y el desplazamiento de unas 300.000, hasta que la mediación internacional, con Trump, representantes chinos y el primer ministro malasio Anwar Ibrahim como actores destacados, facilitó la instauración de una tregua.
Pese a la firma del acuerdo trilateral de paz en Kuala Lumpur -que incluía el retiro de armamento pesado, la presencia de observadores regionales y la liberación de prisioneros camboyanos- la reciente suspensión del pacto y los incidentes con minas antipersona han resquebrajado la frágil tregua. Bangkok ha retrasado, además, la liberación de dieciocho soldados camboyanos capturados, parte central del compromiso alcanzado el mes pasado.
Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero, el mandatario sostiene haber puesto fin a ocho conflictos internacionales, entre ellos el que enfrentan Tailandia y Camboya, y considera que estos esfuerzos diplomáticos deberían ser reconocidos con el Premio Nobel de la Paz. No obstante, expertos consultados por medios internacionales aseguran que la intervención de Estados Unidos en algunos de estos escenarios ha sido limitada o incluso simbólica, sin un impacto determinante en la resolución de fondo de los conflictos.
La incertidumbre sobre el futuro del alto el fuego entre Bangkok y Phnom Penh persiste tras los nuevos incidentes armados y la frágil aplicación del acuerdo firmado en Malasia, en tanto continúan abiertas las dudas sobre la resolución definitiva de la disputa territorial.
(Con información de AFP, EFE y EP)
hace 1 hora
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