El inicio de la temporada 2025 de la NFL no ha sido el soñado para los Dolphins de Miami. Con un balance de 1-4 y una defensa incapaz de frenar a sus rivales, el equipo de Florida vuelve a estar en el centro de las críticas y las comparaciones con su peor versión histórica: la de 2007, cuando terminaron con un registro de 1-15.
Lo más alarmante es que, en lo que va de campaña, los Dolphins no han logrado detener ni una sola cuarta oportunidad, una estadística que refleja la fragilidad de su unidad defensiva. Los rivales promedian más de 36 minutos de posesión por partido, el peor registro de la NFL.
“Tenemos que jugar mejor como unidad”, reconoció el liniero defensivo Zach Sieler. “Hay que detenerlos en primeros y segundos downs para tener mejores chances en tercera”.
El panorama se agrava con las lesiones en la línea secundaria y la reciente salida de Jalen Ramsey, lo que ha obligado al coordinador defensivo Anthony Weaver a improvisar con nuevas piezas. Sin estabilidad en el perímetro, la defensa se ha convertido en el principal talón de Aquiles del equipo.
La situación actual recuerda a otras crisis recientes, como la de 2024, marcada por una ofensiva predecible y la falta de un ataque terrestre sólido. Sin embargo, esta vez el problema radica en el otro lado del balón: una defensa que se desmorona y una plantilla que pierde confianza jornada tras jornada.
Recuerdos amargos
Para los aficionados más veteranos, el fantasma de la temporada 2007 comienza a rondar. Aquel año, los Dolphins firmaron el peor registro de su historia (1-15), pese al buen desempeño individual del ala defensiva Jason Taylor, quien sumó 11 capturas y 47 tacleadas en solitario. El equipo inició 0-13 y fue vapuleado en sus primeros juegos (37-0 ante Búfalo y 38-17 frente a San Diego).
Aunque las circunstancias son distintas —con un plantel más talentoso y un cuerpo técnico aún respaldado por la directiva—, la frustración en Miami es evidente. La inconsistencia, las lesiones y la falta de identidad vuelven a poner al equipo en una situación límite.
El reto inmediato del entrenador Mike McDaniel y su staff será revertir la dinámica antes de que la temporada se convierta en otro capítulo oscuro de la historia de la franquicia. Los Dolphins han superado crisis antes, pero esta vez el reloj corre más rápido que nunca.