Sánchez recibió el 18 de noviembre a su par ucraniano en La Moncloa, en un encuentro en el que reiteró que España mantendrá la ayuda a Ucrania porque “la guerra contra el autoritarismo de Putin” es también la guerra de “Europa, de la democracia y del orden internacional”.
En este sentido, anunció un paquete militar valorado en 615 millones de euros, que contempla sistemas de defensa antiaérea, tecnología antidrones y diverso material defensivo, en el marco del acuerdo bilateral que prevé hasta 1,000 millones anuales en apoyo a Kiev, incluido una línea de créditos por 200 millones destinada a la reconstrucción del país y otros dos millones destinados a la calefacción de la localidad ucraniana de Samar.
Ante este apoyo, el exilio cubano cuestiona las relaciones internacionales del mandatario socialista, que sigue siendo uno de los principales financistas del régimen de Miguel Díaz-Canel, firme aliado y colaborador de Vladimir Putin.
La activista de derechos humanos cubana, Janisset Rivero, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS, explica que el objetivo de esta misiva es “llamar la atención del gobierno español sobre la incoherencia en su política exterior hacia Ucrania”.
Menciona que Sánchez afirma respaldar a Kiev en su lucha contra la invasión imperial rusa, pero simultáneamente “continúa apoyando financieramente al régimen de Cuba, que es el que provee la mayor cantidad de soldados para la guerra que ha iniciado Rusia contra Ucrania”.
La activista subraya que no se trata de una incongruencia menor. Para ella, apoyar militarmente a Ucrania, mientras se financia a un régimen que envía combatientes al frente ruso, representa un contrasentido estratégico: “Dicen que apoyan a Zelenski y a la lucha de los ucranianos, pero siguen dándole dinero a un régimen que públicamente ha apoyado a los rusos, y no solamente eso, está enviando mercenarios al campo de batalla para luchar contra los ucranianos”.
“España financia indirectamente la maquinaria rusa”
Cuando se le pregunta si esto implica que España podría estar contribuyendo, aunque sea indirectamente, al esfuerzo bélico ruso, Rivero no duda: “Por supuesto que está contribuyendo al dinero que le entra al régimen castrista para toda su maquinaria internacional, porque el pueblo cubano, como todos sabemos, está en la miseria absoluta”.
Asegura que esa cooperación no beneficia al pueblo cubano, que padece en la isla la falta de electricidad, agua y medicamentos. Mientras tanto, La Habana recibe ayuda humanitaria y fondos provenientes de varios países europeos, entre ellos España.
La activista sostiene que este esquema constituye algo más que una simple inconsistencia diplomática. “Es una complicidad con el régimen cubano, y a la vez es una bipolaridad, es una incoherencia en su política exterior”, afirma. Por ello, las organizaciones exiliadas exigen que España se defina claramente: “que diga si apoya realmente a Ucrania o si apoya a los cubanos que están ayudando en la guerra contra Ucrania”.
Rivero advierte que este no es un asunto meramente ideológico, sino de seguridad continental. “Es un tema de seguridad nacional para los europeos”, recuerda, en un contexto en que Rusia ha intensificado sus operaciones de influencia en Europa del Este y en América Latina.
Consecuencias diplomáticas
Rivero detalla que la colaboración militar entre La Habana y Moscú ya ha generado consecuencias palpables. Ucrania ha roto relaciones diplomáticas con Cuba y ha retirado su embajada en La Habana. Aunque el régimen cubano intentó negar inicialmente la presencia de hombres de la isla en el frente, la evidencia es irrefutable: “Hay cuatro cubanos presos de guerra en Ucrania y 41 cadáveres de cubanos que han muerto en el campo de batalla”.
La activista denuncia que la dictadura cubana continúa tratando de ocultar la magnitud del reclutamiento, pero menciona que “cualquiera que conozca el régimen castrista sabe que no se mueve un ápice en Cuba sin que ellos lo sepan”. Para ella, la narrativa oficial que intenta deslindar responsabilidades es una maniobra política para evitar tensiones con Europa, especialmente con Madrid, principal fuente de cooperación en los últimos años.
Las cifras manejadas por grupos del exilio son alarmantes. “Se piensa que hay cerca de veinte mil cubanos” movilizados, no sólo reclutas engañados con promesas de trabajo, sino también “altos militares estrategas del régimen castrista que están ayudando a Putin en esta guerra”.
Entre la ideología y el cálculo estratégico
Ante la pregunta de qué obtiene Cuba de involucrarse tan activamente en la guerra, Rivero señala factores históricos e ideológicos.
“Cuba ideológicamente está vinculada a los rusos durante muchos años”, señala. Además, recuerda la posición geográfica de la isla, que durante décadas ha sido una carta de negociación frente a Estados Unidos: “Cuba tiene una posición estratégica a 90 millas de los Estados Unidos y el régimen siempre se ha beneficiado de vender eso”.
A ello se suma el amplio aparato de inteligencia que La Habana ha desarrollado en Occidente, un recurso que sigue siendo útil para Moscú. Por ello, asegura, existe tanto un interés ideológico como estratégico en que Cuba mantenga su respaldo al Kremlin.
La activista insiste en que el apoyo financiero europeo al régimen castrista representa un riesgo que trasciende lo simbólico. “No tiene sentido para Europa seguir alimentando un enemigo indirecto o directo”, sostiene.
Recuerda, además, que la historia reciente ofrece ejemplos contundentes: “Sabemos la involucración de Cuba con terroristas españoles de la ETA (Euskadi Ta Askatasuna), con grupos radicales dentro de España que han desestabilizado ese país, y sabemos que esos grupos se han entrenado en Cuba”.
Recuerda que el régimen cubano ha entrenado guerrillas que devastaron Centroamérica y que hoy ocupan posiciones de poder en países como Venezuela o Colombia, además de haber “entrenado a mercenarios y a terroristas de otras latitudes, incluyendo a los españoles”. Por tanto, permitir que La Habana reciba alivio financiero o legitimidad política desde España sería, en su opinión, una apuesta peligrosa para la seguridad interna del país.
Rivero atribuye la ausencia de una postura firme por parte de Sánchez a factores ideológicos: “El señor Pedro Sánchez tiene vínculos porque su ideología es de izquierda, él tiene vínculos emocionales e ideológicos con la dictadura castrista y por eso se ha mantenido en esta dicotomía”.
Las organizaciones exiliadas reclaman medidas claras para corregir lo que describen como una desviación peligrosa de la política exterior española.
“Que cese el respaldo financiero a la dictadura cubana y que se ponga de manifiesto la solidaridad verdadera con el pueblo cubano, que lucha por la libertad de Cuba, y no con aquellos que la oprimen. Que cese esa hipocresía y que, si van a apoyar a Putin, lo hagan públicamente”, concluye Rivero.
hace 2 horas
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